Los 100 a?os de Pei, el hombre que dise?¨® la pir¨¢mide del Louvre
El arquitecto chino-estadounidense ide¨® un s¨ªmbolo parisino que levant¨® pol¨¦mica desde antes de su inauguraci¨®n en 1989
Cuando el expresidente Fran?ois Mitterrand decidi¨® encargarle el proyecto en 1983,?Ieoh Ming Pei era casi un desconocido en Europa. El arquitecto chino-estadounidense hab¨ªa construido casi exclusivamente en Estados Unidos, pero el dirigente socialista apost¨® fuerte por ¨¦l para la modernizaci¨®n?del mayor museo del mundo, antiguo palacio de los reyes de Francia. Pei parti¨® de una simple constataci¨®n: el Louvre era un "museo extra?o" porque su entrada era lateral, lo que la hac¨ªa "invisible". Necesitaba una entrada central, y el arquitecto se la dio: una?pir¨¢mide de cristal de 21 metros de alto que, en plena explanada, daba acceso a un complejo subterr¨¢neo. Fue su primer proyecto en Europa e indign¨® a muchos franceses. Este mi¨¦rcoles, cuando Pei cumple 100 a?os, lleva ya mucho tiempo siendo un emblema de Par¨ªs.
Antes de todo eso, en un viaje a Washington, Miterrand hab¨ªa quedado seducido por?la nueva ala de la National Gallery, que Pei construy¨® en 1978, cinco a?os antes de ganar el premio Pritzker, el Nobel de arquitectura. Por ello escogi¨® a este arquitecto nacido en 1917 en?Cant¨®n (China) pero formado en?el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachussetts y en Harvard, que?fue pupilo de Walter Gropius, fundador de la escuela Bauhaus. Su proyecto despert¨® iras desde mucho antes de abrirse al p¨²blico el 29 de marzo de 1989.
La presentaci¨®n de la maqueta desencaden¨® una oleada de cr¨ªticas dirigida por los diarios Le Monde y Le Figaro. La pol¨¦mica fue?incluso mayor que la suscitada por el Centro Pompidou, inagurado en 1977. Casi 30 a?os despu¨¦s, el exministro de Cultura Jack Lang a¨²n se muestra "sorprendido por la violencia de los opositores" al proyecto, que alcanz¨® uno de sus picos en una vista ante la Comisi¨®n Superior de los Monumentos Hist¨®ricos, en enero de 1984. "Fue una sesi¨®n terrible", explic¨® despu¨¦s el arquitecto sobre una sesi¨®n con comentarios rayanos con el racismo en la ?que no pudo ni presentar su proyecto. "?Esto no es Dallas!", le lleg¨® a gritar uno de los participantes.
"Pei hab¨ªa imaginado el vest¨ªbulo bajo la pir¨¢mide como un espacio entre la ciudad y las colecciones, entre el exterior y las obras", recuerda el presidente del Louvre, Jean-Luc Martinez, que recientemente transform¨® este espacio con el benepl¨¢cito del arquitecto. ?Por qu¨¦? El proyecto de Pei hab¨ªa sido concebido para recibir unos dos millones de personas al a?o, frente a los nueve millones actuales: "Se necesitaban ciertos cambios para devolver la pir¨¢mide a su p¨²blico", explica Martinez, para quien la pir¨¢mide se ha convertido en el "s¨ªmbolo de la modernidad del museo" y a la vez en "un emblema de Par¨ªs en el mundo". "La obra de Pei se elev¨® al rango de icono, como la Gioconda, La Venus de Milo o la Victoria de Samotracia", obras estrella del museo, sostiene.
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