Kendrick Lamar, sin competencia

Elegido casi de forma un¨¢nime por la cr¨ªtica musical como el mejor disco de 2015, To Pimp a Butterfly se?al¨® a Kendrick Lamar como el rapero m¨¢s brillante, serio y comprometido de su generaci¨®n. El ¨²nico conflicto que planteaba el ¨¢lbum ten¨ªa mucho que ver con el ¡°?y ahora qu¨¦?¡±; con esa sensaci¨®n de vac¨ªo y zozobra que aflora en la trayectoria de un artista cuando publica un lanzamiento may¨²sculo que en todo momento parece ser consciente de su trascendencia y relevancia.

Artista: Kendrick Lamar

Disco: DAMN.

Sello: Top Dawg-Interscope

Calificaci¨®n. 8,5 sobre 10

As¨ª que el primer reto que afrontaba su nuevo disco?DAMN. ¡ªque est¨¢ batiendo r¨¦cords de ventas en Billboard con m¨¢s de 600.000 copias vendidas entre descargas digitales y unidades f¨ªsicas en su primera semana en listas¡ª pasaba por la capacidad de Lamar para seguir siendo ¨¦l mismo en una direcci¨®n musical y l¨ªrica considerablemente distinta de la de su predecesor. Si To Pimp a Butterfly era hijo de un momento convulso y rabioso, de clara dimensi¨®n pol¨ªtica incluso en su apuesta sonora, DAMN. surge m¨¢s como una v¨ªa de reflexi¨®n y liberaci¨®n. A medio camino entre la defensa propia y muy personalizada ¡ªdesde los ataques de Fox News hasta las expectativas creadas por su propio ¨¦xito y reconocimiento¡ª y la introspecci¨®n con referencias religiosas y personales, Lamar suena m¨¢s distendido que hace dos a?os, pero tambi¨¦n m¨¢s inquieto y entrometido, ansioso por probar nuevas estructuras y patrones l¨ªricos que alimenten su insaciable curiosidad.

A excepci¨®n de la prodigiosa DUCKWORTH., qui¨¦n sabe si su mejor canci¨®n hasta la fecha, una impecable alegor¨ªa autobiogr¨¢fica sobre el destino, el disco huye de los relatos que le han convertido en una instituci¨®n del micr¨®fono. Y en su lugar apuesta por otros recursos, desde la repetici¨®n machacona de frases y palabras hasta el jugueteo consciente con los t¨ªtulos de las canciones, su correspondiente apuesta musical y el concepto tem¨¢tico que esconde cada una de ellas. En apariencia DAMN. es un disco menos visceral, denso y complejo que To Pimp a Butterfly, pero est¨¢ atiborrado de ideas desafiantes, experimentos soterrados y muestras de talento incomparable.

Tambi¨¦n en el apartado musical: como si fuera una continuaci¨®n no declarada de Good Kid, M.A.A.D. City vuelve a recuperar a ese Lamar al que le vuelve loco actualizar y dinamizar a su manera el rap de la costa oeste. Esta vez no hay reminiscencias ni recursos propios del jazz o el funk; estamos en otro momento de su trayectoria, y as¨ª nos lo hace saber. M¨¢s l¨²dico y disfrutable que su antecesor, tambi¨¦n m¨¢s hiphopero, por decirlo de manera llana, DAMN. combina hits de rendimiento inmediato ¡ªLOYALTY., con colaboraci¨®n de Rihanna; LOVE., con ayuda de Zacari; o XXX., con un casi irreconocible Bono¡ª con producciones absorbentes en las que se mezclan sin orden aparente influencias y gui?os musicales a Outkast, Dr. Dre, Hot Boys, Frank Ocean o Madlib. El resultado, una vez m¨¢s, se desmarca con insultante facilidad de sus competidores.