Funcionario en hora de desayuno
La pel¨ªcula se estren¨® en Italia coincidiendo con las reformas para atajar el clientelismo, y eso honra a sus responsables, porque el cine popular debe de ser oportuno
UN ITALIANO EN NORUEGA
Direcci¨®n: Gennaro Nunziante.
Int¨¦rpretes: Checco Zalone, Eleonora Giovanardi, Sonia Bergamasco, Maurizio Micheli.
G¨¦nero: comedia. Italia, 2015.
Duraci¨®n: 85 minutos.
La pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la historia de Italia, 10 millones de espectadores y casi 70 millones de euros, tambi¨¦n es 8 apellidos vascos. Bueno, casi: se llama Quo vado?, ha sido rebautizada en Espa?a como Un italiano en Noruega, en una acci¨®n que refuerza la tesis del cr¨ªtico, la ha dirigido Gennaro Nunziante, y explota, como en Francia con Bienvenidos al Norte, como en Alemania con Bienvenidos a Grecia, todas ellas exitosas, la idiosincrasia del ser humano local, en contraposici¨®n con la naturaleza personal, el t¨®pico, en definitiva, de habitantes vecinos, ya sean del propio pa¨ªs o de otros m¨¢s o menos colindantes, pero que sirvan como espejo deformante.
El protagonista de la pel¨ªcula, a pesar de la denominaci¨®n para los cines espa?oles, no solo se marcha a Noruega. Tambi¨¦n a alg¨²n lugar de ?frica, y a diversas zonas remotas de Italia: el valle de Susa y Lampedusa. Y se asienta, y esto es lo mejor de una pel¨ªcula de estrictas aspiraciones populares e imagen m¨¢s que discreta, en el clich¨¦, y probablemente realidad, de que el gran objetivo de los italianos es conseguir un empleo fijo en la Administraci¨®n. Como su protagonista, sueldo fijo, horario relajado, productividad risible, sin apenas dar un palo al agua m¨¢s que sellando licencias de caza y pesca en un gris despacho donde se cree poco menos que el rey del mundo.
La pel¨ªcula se estren¨® en Italia coincidiendo con las reformas emprendidas por Matteo Renzi para atajar el clientelismo y el inmovilismo de su administraci¨®n, y eso honra a sus responsables, pues justamente as¨ª debe ser el cine popular: oportuno. Es en ese espacio donde Nunziante est¨¢ a punto de enlazar con el estilo, el atrevimiento (los dos mejores chistes tienen que ver con discapacitados) y la clarividencia de las grandes comedias all'italiana sobre temas semejantes, e incluso de dramas como Un burgu¨¦s, peque?o, muy peque?o (Mario Monicelli, 1977). Pero es salir de Italia y la pel¨ªcula se extrav¨ªa, instal¨¢ndose en el t¨®pico m¨¢s f¨¢cil, lineal y sin gracia.
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