¡°La mayor¨ªa de mis pel¨ªculas nacieron del caos¡±
El veterano cineasta experimental, Ado Arrietta, estrena su 'Bella durmiente', una revisi¨®n del cuento de los hermanos Grimm, y publica un libro de fotograf¨ªas dibujadas

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Ado Arrietta ha cogido carrerilla. Y ahora no piensa detenerse. Esta semana est¨¢ en Se¨²l presentando su Bella durmiente. "No s¨¦ si ir, tal y como est¨¢n las cosas con sus vecinos. ?Qu¨¦ hago?", confesaba hace unos d¨ªas. La pregunta es ret¨®rica, porque el director -nacido como Adolfo Arrieta en Madrid en 1942- est¨¢ feliz de recorrer medio mundo con su nuevo largometraje bajo el brazo. Al menos eso ha hecho en Espa?a durante este mes de abril. "Ha sido una experiencia preciosa, sobre todo para mi ego. Me ha ido tan bien como en Francia".
El nombre de Ado Arrietta -o los de Udolfo Arrieta, Adolpho Arrietta, Adolfo Arrieta o Adorfo Arrietta que con todos ellos ha firmado- remite a un cine de culto, m¨¢s influyente que visto, de muy pocos t¨ªtulos pero con mucho peso. Desde Merl¨ªn (1991) -"Me arruin¨¦ y decid¨ª no volver a implicarme en la producci¨®n"- no hab¨ªa dirigido ning¨²n largo. Solo cortos, documentales y encargos. "No encontr¨¦ dinero, me encanta pintar... Las cosas ocurrieron as¨ª". Fruto de esa otra carrera art¨ªstica es el libro The Thing (Les ?ditions de la Mangrove), en el que a?ade dibujos, puntos y rayas a fotograf¨ªas de Albert Monis, tras un pr¨®logo de Enrique Vila-Matas. Artistas que se han conocido bajo un mismo amor: Francia.
A inicios de 1968, Arrietta se mud¨® a Par¨ªs. Harto de la grisura de la Espa?a franquista, decidi¨® viajar tras su amigo y actor fetiche Javier Grandes: "Mis dos primeros cortos hab¨ªan gustado a los de Cahiers du cin¨¦ma, conoc¨ªa la ciudad, ?para qu¨¦ seguir asfixi¨¢ndome?". As¨ª acab¨® en el Hotel des Pyr¨¦n¨¦es, cerca del bulevar Saint Germain, rodeado de otros amigos exiliados. Malviviendo econ¨®micamente, aunque disfrutando como nunca. "Par¨ªs ha cambiado mucho. Sin embargo, la magia siempre est¨¢ ah¨ª, nunca se acaba", cuenta quien vive entre la capital francesa y Madrid. "Madrid es otra cosa. Tiene su encanto, ya est¨¢". En aquel Par¨ªs del 68, Arrietta pisaba el Caf¨¦ de Flore "para ver a Sartre y a Beauvoir". Y estall¨® mayo en las calles. "Desde el hotel ve¨ªa c¨®mo pasaba la historia. En el cuarto de al lado viv¨ªa un chico alem¨¢n amigo de Daniel Cohn-Bendit, y as¨ª me enter¨¦ de absolutamente todo".
En Bella durmiente se repiten dos elementos fundamentales en la obra de Arrietta: las ruinas y el tiempo, que le une al cine de su maestro inconsciente, Jean Cocteau. "Las ruinas, no s¨¦ porqu¨¦, me fascinan desde siempre. Incluso rod¨¦ una pel¨ªcula [Grenouilles (Ranas, 1983)] en las ruinas de Ampuries. En esta Bella durmiente ten¨ªan que estar porque para m¨ª el cuento es una meditaci¨®n del paso del tiempo, pod¨ªa haberlo escrito Albert Einstein. Y para resaltar la diferencia, para hacerlo m¨¢s divertido, la duermo en 1900 y la despierto en 2000. El salto se nota m¨¢s". ?Despierta en una centuria m¨¢s triste? "No s¨¦, todav¨ªa no ha pasado suficiente siglo XXI como para que juzgue. A la protagonista le tranquiliza la m¨²sica, el swing, que baila como si siempre hubiera estado en su alma, y eso es algo que no cambia". ?No hay ecos a su propia vida? "Me identifico con la bella durmiente de forma fisiol¨®gica. Todos los d¨ªas, cuando me levanto, me siento que me despierto en otro mundo... pero para bien, porque cada d¨ªa es nuevo".
Por segunda vez en su carrera, Arrietta -animal nocturno- ha tenido que levantarse pronto, disciplinarse para un rodaje en el que cont¨® para los personajes protagonistas con Niels Schneider, Mathieu Amalric o Serge Bozon, el irreverente director franc¨¦s. "Solo Flammes, en 1978, la film¨¦ de manera profesional. El resto nacieron del caos. Me gusta trabajar as¨ª, aunque lo de madrugar me cost¨®". A su ritmo se ha adaptado mejor el trabajo en el libro The Thing. "Albert me ense?¨® unas fotos extra?as que ten¨ªa de la playa, y yo busqu¨¦ las sombras de los personajes, los posible sentimientos que les unieran". ?Y ahora? "Ya estoy con un nuevo guion, un musical. Prefiero no hablar de ¨¦l". Si recuerda como le influy¨® La bella y la bestia, de Cocteau, cuando la vio de peque?o, y tanto le importan el tiempo y las ruinas, ?ser¨¢ una pel¨ªcula al estilo Brigadoon? "Puede ser. No digo m¨¢s, que cuando se hablan las cosas, se malogran".
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