¡°Es preocupante que se interiorice en Espa?a la correcci¨®n pol¨ªtica¡±
Siniestro Total regresa con ¡®El mundo da vueltas¡¯, un disco con ocho canciones disponibles en Internet y editado con 600 copias en vinilo
¡°Nadie jode al patr¨®n¡±. Juli¨¢n Hern¨¢ndez (Madrid, 1960) lleva impreso este mensaje en la camiseta que viste, negra y con la cara del narco Pablo Escobar sonriendo desde su pecho. Han pasado m¨¢s de 35 a?os desde que, tras estampar un Renault 12 contra una valla amarilla y el posterior parte que emiti¨® la aseguradora, le dieran nombre al grupo que, pr¨¢cticamente, pari¨® el punk en Espa?a; tanto tiempo despu¨¦s, Siniestro Total conserva, pr¨¢cticamente, los mismos esp¨ªritu y nervio.
¡°Lo que siempre hemos defendido es la libertad absoluta. Nuestro sistema operativo es el humor, vivimos entre el chiste malo y el humor negro¡±, dice Hern¨¢ndez, que regresa con El mundo da vueltas, el primer disco de estudio desde que en 2010 publicaron Country & Western. El nuevo ¨¢lbum, que presentar¨¢n este viernes, 5 de mayo, en el festival Sound Isidro, est¨¢ compuesto por ocho nuevas canciones que han colgado en la Red y que han editado solo en un vinilo de 10 pulgadas, con una tirada de 600 copias.
El a?o pasado, por vez primera en una carrera de m¨¢s de tres d¨¦cadas, los organizadores de alguno de sus conciertos trataron de evitar que interpretaran conocidas canciones de su repertorio. En Tordesillas (Valladolid), donde se celebra el pol¨¦mico Toro de la Vega, por ejemplo, les sugirieron que no tocaran Al¨¦grame el d¨ªa: ¡°Si intentas dar la vuelta al ruedo, la dar¨¢s con los pies por delante¡±, dice la letra sobre un torero. Ocurri¨® justo lo contrario. ¡°Por anarquistas e iconoclastas que seamos, no perdemos ojo de lo que nos rodea; que haya gente hablando de los l¨ªmites del humor es peligroso. ?Cu¨¢ndo pueden empezar a hacerse chistes de muertos? ?Napole¨®n o Atila s¨ª, Franco no? ?Caducan sus derechos antes o despu¨¦s que los de autor?¡±. Hern¨¢ndez siente que lo que hace, lo que siempre hizo, est¨¢ ahora bajo amenaza. ¡°Las condenas de C¨¦sar Strawberry o Cassandra no deber¨ªan haber ocurrido jam¨¢s. Pero, m¨¢s que la salvaje judicializaci¨®n, me preocupa que se interiorice enfermizamente la correcci¨®n pol¨ªtica. No pueden meternos a todos en la c¨¢rcel, pero tampoco har¨¢ falta si todos aceptamos ese juego¡±.
Desde esos primeros a?os tras la Transici¨®n, en que se censuraba en televisi¨®n a Las Vulpes o a Javier Krahe, no hab¨ªa percibido vibraciones tan paralelas. Dice que entonces la pol¨ªtica utiliz¨® la cultura popular, su brillantez, para envolver lo que se vendi¨® como una maravilla y result¨® no serlo. En esos ochenta que, seg¨²n ¨¦l, duraron mucho m¨¢s de una d¨¦cada, Siniestro Total cantaba Mi?a terra galega (con la m¨²sica de Sweet Home Alabama) para ofender el gusto de los que se consideraban modernos; cantaban que quer¨ªan ba?arse en mares de estroncio, uranio y plutonio, asumiendo que cualquiera entender¨ªa la iron¨ªa y que Nuclear s¨ª, por supuesto, era un manifiesto que significaba precisamente lo opuesto. Deliberadamente ten¨ªan intenci¨®n de, a base de decir barbaridades, desterrar clich¨¦s. Y considera Hern¨¢ndez que ahora, como nunca desde entonces, se hace necesario de nuevo provocar, tensar la cuerda que leyes como la mordaza o la de enaltecimiento del terrorismo han ido contrayendo.
A pesar de su veteran¨ªa, de la anomal¨ªa que supone que un grupo respire tant¨ªsimo tiempo encima del escenario, un grupo adem¨¢s cuya evoluci¨®n art¨ªstica sucede, seg¨²n el propio Hern¨¢ndez, a base de cometer errores copiando la m¨²sica que les gusta escuchar ("nosotros no imitamos, robamos, como dec¨ªa Picasso"), su ¨²ltimo trabajo viene de la mano del min¨²sculo sello Trilobite Records. ¡°Es casi autoedici¨®n, nosotros compartimos las canciones en Internet y confiamos en ellos para el vinilo, por su sensibilidad para cuidar el objeto¡±. Dice Hern¨¢ndez que la gran industria discogr¨¢fica est¨¢ muerta, que se extingui¨® por hacerlo rematadamente mal en los a?os de bonanza del CD, y que han condenado con su avaricia a los grupos actuales a no poder disfrutar de vidas profesionales tan largas como la que ellos mismos a¨²n disfrutan.
Sin nombrar herederos, s¨ª pone la vista en algunas bandas ¡°que podr¨ªan no arder en cinco minutos¡±: Pony Bravo, de quienes Hern¨¢ndez compr¨® todos los discos disponibles en un concierto que pudo ver de los sevillanos, y gallegos ¨Cbarriendo para casa¨C como Novedades Carminha o Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro. ¡°Algo hay que hacer para que la cultura vuelva a ser capaz de alterar la sociedad y me temo que el primer paso ser¨ªa reconocer su potencial como industria; una identidad cultural tiene el mismo valor y poder que una identidad de marca: naranjas pueden plantarse en Valencia o en Israel, coches fabricarse en Valladolid o en Corea, pero tan cierto como que nadie pudo escribir el Quijote en otra parte y que significase lo mismo, nadie puede componer hoy una novela de Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mallo ni grabar un disco de Siniestro Total".
Babelia
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