¡®La casa de papel¡¯ se atreve
La nueva serie de Antena 3 demuestra que quiere sumar. Es osada, descarada y entretenida
Las series espa?olas necesitan de vez en cuando que alguien les d¨¦ un empuj¨®n. Que alguien d¨¦ un paso adelante y lo intente. El Ministerio del Tiempo lo est¨¢ haciendo. Vis a vis lo hizo. Otros prefieren jugar sobre seguro. Es normal. Pero triste y aburrido. La casa de papel quiere ser de los que dan alegr¨ªa a la televisi¨®n. Para ser m¨¢s exactos, alegr¨ªa, fiesta e ilusi¨®n, como dice Nairobi / Alba Flores en la serie.
Para ello, ha tirado de ritmo y de acci¨®n con un arranque muy potente. Es el golpe perfecto. No robas a nadie. Entras, haces tu propio dinero y te vas. Ese es el plan con el que empieza La casa de papel. Pero el plan, como es de imaginar, no tardar¨¢ en hacer aguas. El primer cap¨ªtulo presenta la situaci¨®n y los personajes con unos sobresalientes minutos iniciales. Poco despu¨¦s tenemos a los ladrones y los rehenes dentro de la F¨¢brica Nacional de Moneda y Timbre. Y a los polic¨ªas fuera rodeando el edificio. Ahora toca jugar la partida.?
La casa de papel se aprovecha de algunos de los hallazgos de su predecesora Vis a vis. Como la apuesta por un color (antes el amarillo, ahora el rojo), que tan buen resultado vuelve a dar en su identidad visual. O la coralidad del reparto. Tiene fuerza visual y narrativa y una muy buena direcci¨®n, adem¨¢s de actuaciones solventes entre las que destacan, de momento, Pedro Alonso e Itziar Itu?o. Es pronto para saber cu¨¢l ser¨¢ el resultado, quedan muchos cap¨ªtulos por delante (18 en total divididos en dos partes), aunque promete bastante.
Pero no es oro todo lo que reluce. La narraci¨®n de la voz en off no parece necesaria. En ocasiones, era complicado entender los di¨¢logos por el sonido y la m¨²sica de fondo. En otras ocasiones, casi era mejor no entender unos di¨¢logos no demasiado afortunados. Pero son cosas que se pueden perdonar por la eficacia del conjunto y la ambici¨®n que demuestra, tanto que incluso se atreve a colar homenajes cinematogr¨¢ficos como el de Reservoir Dogs en la elecci¨®n de los nombres de los atracadores.
La casa de papel al menos demuestra que quiere sumar. Es osada, descarada y entretenida, al menos en su arranque. Ahora tenemos ganas de m¨¢s, que no es poco.?
"Quiero las m¨¢quinas funcionando las 24 horas, como si esto fuera una rave de Pocholo. Chiki pun chiki pun". Ah, y m¨¢s Alba Flores, por favor.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.