Lena Dunham, el furor de la diva ¡®millennial¡¯
La actriz y escritora ha mostrado en la serie de televisi¨®n ¡®Girls¡¯ la cara b de ¡®Sexo en Nueva York¡¯
Ni siquiera la nota de 2013 que la revista The New Yorker dedicaba al 80? cumplea?os del escritor Philip Roth se salv¨® de la fiebre. Al pol¨¦mico y brillante novelista, eterno candidato al Nobel, le comparaban con Lena Dunham, la joven neoyorquina, que a sus entonces 26 a?os, se hab¨ªa convertido en una descarada estrella gracias a la serie televisiva Girls que ella misma escrib¨ªa, dirig¨ªa y protagonizaba. En el primer episodio, estrenado un a?o antes, su personaje y alter ego, Hannah Horvath, hac¨ªa frente a sus padres que amenazaban con cortar el grifo econ¨®mico (ya era adulta y era hora de que se sacara las casta?as del fuego) alegando que ella sent¨ªa que era ¡°la voz de su generaci¨®n¡± o al menos, insist¨ªa, ¡°una voz¡±: no pod¨ªan dejarla en la estacada. La impertinente menci¨®n en la nota sobre el cumplea?os de Roth, apuntaba que ¨¦l tambi¨¦n era, como Hannah, la voz de la suya.
El triunfo de Dunham nunca he estado exentod e cr¨ªticas, sus 'Girls' han sido tildadas de ni?atas privilegiadas
Dejando a un lado lo apropiado de la comparaci¨®n, lo cierto es que desde su debut televisivo la precoz Dunham (Nueva York, 1986) cop¨®, y de qu¨¦ manera, la prensa estadounidense. No hab¨ªa art¨ªculo, desde sesudos an¨¢lisis sociol¨®gicos hasta fr¨ªvolas notas, en el que no fuese mencionada ella o la serie. El t¨¦rmino hipster, usado hasta entonces para describir a enrollados veintea?eros asentados en Brooklyn, fue sustituido por una menci¨®n a Girls (esto o lo otro pas¨® a ser ¡°muy Girls¡± en lugar de hipster). Hab¨ªa llegado la primera diva millennial, que no tem¨ªa mostrar desafiante sus michelines y tatuajes ante la c¨¢mara, retratar desafortunados encuentros sexuales, colgarse de los tutoriales de Youtube y exponer su, por momentos, exasperante narcisismo posadolescente. Amada y odiada a partes iguales, Dunham no ha dejado a nadie indiferente.
Cachorra del c¨ªrculo creativo de Tribeca, Lena es hija de la artista Laurie Simmons y el pintor Carroll Dunham. En los coloridos y enormes lienzos de su padre ¡ªgran parte de ellos centrados en la anatom¨ªa femenina¡ª puede que se esconda alguna de las claves de su desinhibici¨®n. Se form¨® en el exclusivo colegio de artistas y bohemios St Ann¡¯s School donde era compa?era de Jemima Kirke, una de las protagonistas de su serie, y de Vito Schnabel. El primer corto que rod¨® en aquella escuela trataba sobre una cl¨ªnica de abortos. Dunham empez¨® pronto ¡ªha contado que los siete a?os ya iba a terapia¡ª pero no fue hasta sus a?os universitarios en Oberlin, un college liberal y art¨ªstico que fue el primero en aceptar a estudiantes negros y promover la educaci¨®n mixta, cuando se hizo famosa. Fue gracias a un v¨ªdeo ¡ªque acab¨® colgando y m¨¢s tarde retirando de Youtube¡ª en el que se desnudaba y se lavaba en la fuente del campus. La soltura con la que mostraba su cuerpo, francamente alejado de los c¨¢nones de belleza, la ha marcado desde entonces. De la inseguridad sac¨® fuerza e hizo fortuna.
De vuelta en Nueva York la venitea?era rod¨® la pel¨ªcula Tiny Furniture (2010) en el loft de sus padres, un largometraje que ella misma protagonizaba y en el que actuaban su madre, haciendo de madre de la protagonista, su hermana, haciendo de hermana, y varios amigos, que tambi¨¦n se interpretaban a s¨ª mismos. Hab¨ªa un guion pero la historia biogr¨¢fica, sobre el momento de confusi¨®n que atraviesa Lena al volver a su ciudad despu¨¦s de cuatro a?os en un id¨ªlico campus, retorc¨ªa inteligentemente la frontera entre realidad y ficci¨®n. Tierno, divertido y descarado, aquel largometraje fascin¨® al director y productor Judd Appatow, quien le propuso hacer la serie con la cadena HBO. Y en plena resaca de la Gran Recesi¨®n salieron las Girls de Dunham a mostrar la cara b de aquel opulento Sexo en Nueva York con el que hab¨ªan triunfado una d¨¦cada antes Carrie Bradshaw y sus amigas.
La aspirante a escritora con poco sentido de la elegancia, Hannah, la consentida Marnie, la bohemia Jessa y la resuelta Shoshanna, romp¨ªan unos clich¨¦s y reforzaban otros. Sus mayores fans: los hombres de cuarenta para arriba seg¨²n los ratings de las primeras temporadas. Mientras tanto, Dunham se iba alejando de su personaje ocupando las portadas de revistas de moda y pisando las alfombras rojas del brazo de su novio el guitarrista de Fun (ex de Scarlett Johansson). Pero el triunfo de Lena nunca ha estado exento de cr¨ªticas: sus personajes eran unas ni?atas, no hab¨ªa ninguna diversidad racial ni social en sus historias. Esas girls viv¨ªan ajenas a la realidad que Dunham dec¨ªa que pretend¨ªa retratar. Ella ha encajado los golpes sin despeinarse y ha aprovechado el tir¨®n de la pol¨¦mica. En No soy ese tipo de chica escribe al respecto: ¡°A pesar de lo lejos que hemos llegado y lo duro que hemos trabajado, a¨²n hay un mont¨®n de fuerzas conspirando para decirnos a las mujeres que nuestras preocupaciones son insignificantes, nuestras opiniones innecesarias, y que nos falta el gravitas necesario para que nuestras historias importen¡±. El contrato para ese libro super¨® los tres millones de d¨®lares y, cuando finalmente sali¨®, Dunham lanz¨® una convocatoria en Youtube para que artistas j¨®venes la acompa?aran por EE UU en su tour-circo. No ten¨ªa pensado pagarles, pero supo dar marcha atr¨¢s a tiempo.
Comprometida con los derechos de los homosexuales, con causas feministas y con la campa?a de Hillary Clinton, el chorreo que Lena ha padecido ha sido notable. Para los sectores conservadores representa lo que m¨¢s odian de las nuevas generaciones, para los cr¨ªticos liberales siempre acaba qued¨¢ndose corta o simplemente centr¨¢ndolo todo en s¨ª misma.
Han pasado cinco a?os desde que lleg¨® a la televisi¨®n, Hannah y Lena ya han llegado a la treintena y la ¨²ltima temporada de Girls, la sexta, ha tocado su fin. Antes de cerrar la historia ¡ªcon la protagonista tan neur¨®tica y ansiosa como siempre pero con un beb¨¦ en el regazo y a muchos kil¨®metros de Nueva York¡ª, en el episodio American Bitch Dunham hace un gui?o mal¨¦fico a Philip Roth. Ah¨ª est¨¢ la joven y talentosa escritora Hannah invitada a casa de un gran novelista, acusado de acosar a sus alumnas. ?l alaba su sentido del humor y le regala una novela de Roth: Cuando ella era buena.
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