Knausg?rd indaga en la faceta m¨¢s desconocida de Edvard Munch
El novelista noruego, autor de la saga autobiogr¨¢fica ¡®Mi lucha¡¯, comisaria una exposici¨®n en Oslo con un centenar de obras, muchas nunca mostradas, del artista
Trajeado y nervioso, Karl Ove Knausg?rd (Oslo, 1968) compareci¨® la semana pasada en el vest¨ªbulo del Museo Munch de Oslo ante medio centenar de periodistas y editores. Esta vez no hablar¨ªa de sus novelas, esa serie de seis libros que reuni¨® bajo el t¨ªtulo de Mi lucha con la que sacudi¨® Noruega entre 2009 y 2011, y con la que se ha convertido en una estrella literaria mundial. Tras aquella controvertida reconstrucci¨®n de su vida en 3.600 p¨¢ginas y el posterior torbellino causado, Knausg?rd se ha detenido en otro intenso y prol¨ªfico artista noruego, el pintor Edvard Munch. ¡°He querido mostrar su trabajo fuera de las obras m¨¢s ic¨®nicas¡±, explicaba al emprender un recorrido por Towards the Forest. Knausg?rd on Munch (Hacia el bosque. Knausg?rd sobre Munch), la exposici¨®n que abri¨® sus puertas el s¨¢bado y que hasta el 8 de octubre re¨²ne la selecci¨®n de m¨¢s de un centenar de piezas del pintor, muchas de ellas nunca antes mostradas.
La quinta lucha
Tiene que llover, la quinta entrega de la saga Mi lucha de Karl Ove Knausg?rd, saldr¨¢ publicada en Espa?a por Anagrama el 17 de mayo. Si en esas p¨¢ginas reconstruye sus dif¨ªciles y atormentados principios como ansioso y bloqueado novelista, ahora el autor trata de sobrevivir a su propio ¨¦xito.
En noviembre el anuncio de la separaci¨®n de su esposa y madre de sus cuatro hijos caus¨® un revuelo medi¨¢tico en Escandinavia. El t¨ªmido escritor mantiene su residencia en el sur de Suecia y parece que trata de compartir su fama y de expiar su pecado literario, apoyando a autores noruegos en el exterior o accediendo a participar en un panel con la princesa Mette-Marit. Las giras promocionales se suceden en su agenda ¡ªpr¨®ximamente en Alemania donde se presenta el ¨²ltimo libro de la serie en el que escribe a fondo de Hitler¡ª y ¨¦l infatigable sigue escribiendo y publicando, por ejemplo, su correspondencia con una amigo escritor durante el pasado mundial de f¨²tbol.
La g¨¦nesis del proyecto se remonta a 2015 cuando Knausg?rd pronunci¨® una conferencia sobre el artista. Desde el Museo Munch (inmerso en la construcci¨®n de una nueva sede dise?ada por Juan Herreros que estar¨¢ lista en 2019) decidieron entonces proponerle comisariar una muestra, seg¨²n explic¨® el director del centro, Stein Olav Henrichsen: ¡°Como Munch, Knausg?rd busca penetrar en la esencia del arte, y es precisamente su esencia no verbal ¡ªy su car¨¢cter emocionalmente vulnerable¡ª lo que ha explorado en su debut como comisario¡±. Ayudado por la conservadora Kari J. Brandtz?g, el novelista se sumergi¨® en los archivos del museo y revis¨® cerca de mil obras, decidido a mostrar un Munch ajeno a su Grito, sin referencias biogr¨¢ficas, ni cronol¨®gicas. ¡°Me interesaban aspectos de su arte que estaban presentes cuando ten¨ªa 16, 20, 40 y 80 a?os. Quer¨ªa que eso fuera lo importante¡±, explicaba el novelista en una entrevista tras concluir el recorrido. ¡°Aunque el arte es muy visual, cuando entro en una exposici¨®n lo primero que hago de forma instintiva es leer el t¨ªtulo de la obra y el a?o. Yo no quer¨ªa que la obra quedara acotada, sino que estuviese abierta¡±.
Estructurada en cuatro salas, el recorrido propuesto en Oslo avanza desde la luz de El sol, el ¨²nico cuadro famoso incluido en la muestra, y las escenas luminosas y campestres, hacia el bosque propiamente dicho, con cuadros donde las personas van desapareciendo, para desembocar en el caos y energ¨ªa, la tormenta interna, la tensi¨®n de la pareja, y terminar con los retratos, muchos de ellos de cuerpo entero, de personas cercanas al artista. La luminosidad se va oscureciendo y los cuadros, sin cartela, van creando sucesivas atm¨®sferas y estados de ¨¢nimo que muestran la particular lucha de Munch con el pincel, su camino alternativo y su infatigable observaci¨®n. ¡°El bosque no es el lugar donde arrancar, hay demasiadas cosas en una persona joven e inexperta que desea triunfar y que necesita salir al mundo, hay demasiadas cosas que se agitan, que brillan y queman¡±, escribe Knausg?rd en el texto del cat¨¢logo.
Contra los t¨®picos
De la inmersi¨®n en el intenso mundo de Munch, el novelista ha sacado tambi¨¦n un libro, So Much Longing in Such Small Surface (Tanto anhelo en tan poca superficie), que acaba de editarse en Noruega y que pronto aparecer¨¢ en Estados Unidos. ¡°He entrevistado a muchos artistas, cineastas y escritores sobre su visi¨®n de Munch. El tema es qui¨¦n es hoy. No quer¨ªa que todo fuese sobre m¨ª, y lo mismo con la exposici¨®n¡±, apuntaba Knausg?rd. Lo cierto es que el estudio y la aproximaci¨®n a Munch han cambiado notablemente en los ¨²ltimos a?os, con muestras como la que acogi¨® el Museo Thyssen en 2015, Arquetipos, y la que se mont¨® en Londres sobre la influencia del cine y la fotograf¨ªa en su trabajo, que trataron de superar el estereotipo de artista atormentado, inestable y rom¨¢ntico.
La nueva muestra crea un di¨¢logo ¨ªntimo que trata de ir a la esencia. Munch retrat¨® durante a?os lo que le rodeaba, y Knausg?rd ha compaginado su trabajo en esta exposici¨®n con un proyecto en el que cada d¨ªa durante un a?o escribi¨® un texto breve sobre un objeto, algo tangible que tuviera a mano. ¡°Me di cuenta de que ¨¦l tambi¨¦n hac¨ªa eso¡±, se?alaba. ¡°Lo que he aprendido de ¨¦l tiene que ver con las cosas que no acaba, con los esbozos que abandona, como si no importara porque es otra cosa lo que importa. Tambi¨¦n su perseverancia y su valent¨ªa: ¨¦l ten¨ªa la f¨®rmula del ¨¦xito y lo dej¨® atr¨¢s. Decidi¨® no hacer m¨¢s piezas maestras porque le interesaba el proceso. Es muy raro todo lo que tiene que ver con Munch , pero creo que es muy ¨²til en relaci¨®n con la escritura. A veces vaciaba el cuadro, lo sacaba todo excepto algo peque?o y el resultado sigue siendo potente¡±.
La selecci¨®n personal de cuadros
El montaje de la exposici¨®n trata de no subrayar ninguna obra en particular sino de poner los cuadros a dialogar entre s¨ª. A pesar de ello tanto en la visita guiada como en los textos del cat¨¢logo el escritor se detiene en las siguientes obras:
El sol (1910).
Ni?os ba?¨¢ndose (1897-98).
Pintor junto a la pared (1942).
Bosque de olmos en primavera (1923-25).
Paisaje nevado, Thuringia (1906).
Bajo las estrellas (1900-1905).
Hacia el bosque (1897).
Celos (1913-1915).
Cascada de sangre (1915-16).
Retrato de Aase Norregaard (1902).
Ingre bajo el sol (1888).
Babelia
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