Cuatro dibujos atribuidos a un Picasso adolescente

Pablo Ruiz Picasso fue un autor prol¨ªfico que lleg¨® a pintar varias obras en un mismo d¨ªa, por lo que al fallecer, en 1973, hab¨ªa realizado miles de pinturas, grabados y esculturas. Tambi¨¦n en su ni?ez y adolescencia, ya en su M¨¢laga natal o en A Coru?a o Barcelona, donde su familia se fue a vivir, el ni?o pint¨® con la misma profusi¨®n cientos de ejercicios para ejercitar la mano y conseguir dominar el dibujo, las proporciones y las sombras; unas peque?as obras que no siempre se han conservado. Un estudio realizado por el Centre d'Art d'?poca Moderna (CAEM) de la Universitat de Lleida, que lleva 17 a?os investigando y profundizando en el conocimiento de obras de arte, ha permitido atribuir al artista cuatro dibujos realizados entre 1894 y 1896, durante la etapa en que su familia viv¨ªa en A Coru?a. Los dibujos, a tinta, l¨¢piz de carb¨®n o l¨¢piz de grafito, captan el ambiente dom¨¦stico del ni?o, en el que predominan escenas familiares con su padre, su madre o su t¨ªa en estancias de la casa.

Durante algo m¨¢s de dos a?os, los t¨¦cnicos del CAEM han analizado el tipo de papel, comprobando que es el que se utilizaba en todas las escuelas de artes de Espa?a de finales del siglo XIX y comienzos del XX; se ha comparado el nivel estil¨ªstico de estos dibujos con otras obras que Picasso pint¨® entonces, la mayor¨ªa conservadas en el Museo Picasso de Barcelona. Tambi¨¦n la graf¨ªa de la firma, que es id¨¦ntica a la de las obras firmadas y atribuidas, sin duda, al pintor. Todo ha llevado a los responsables del estudio a asegurar que estamos ante cuatro nuevas obras de Picasso.

"Estoy convencido de que son de 1895, momento en que la familia Ruiz Picasso est¨¢ en A Coru?a, pero eso es accidental, podr¨ªan estar ya en Barcelona. Tras los pinitos que comenz¨® a realizar con su padre pintor, Pablo empez¨® a ir a clases en A Coru?a con Isidoro Brocos, que le instruye en el realismo naturalista, en las escenas costumbristas tomadas de su propio medio y entorno familiar", explica Ximo Company, director del CAEM. De joven y adulto, Picasso era capaz de pintar 10 o 12 dibujos mientras se tomaba un caf¨¦ o una cerveza en Els Quatre Gats. Viendo estos cuatro dibujos podemos imaginarlo tomando apuntes a la vez que su madre o su t¨ªa cos¨ªan o planchaban, mientras la familia estaba reunida en el sal¨®n de casa o su padre pintaba en el estudio.

"Las obras son de un periodo de formaci¨®n, de un periodo madurativo, que, curiosamente, es un poco oscuro, ya que sorprende las pocas que se conservan de ese momento, de las muchas que tuvo que hacer", asegura Company. Seg¨²n la hip¨®tesis del CAEM, esto es as¨ª porque "en este momento, Picasso es uno m¨¢s, a¨²n no se ha revelado toda la grandeza del creador que luego fue y estos dibujos los podr¨ªan haber realizado otros j¨®venes compa?eros de Picasso". "Estoy convencido de que tiene que haber muchos m¨¢s dibujos suyos de este momento, lo que pasa es que la cr¨ªtica ha dudado porque no son lo que se espera de Picasso, confundiendo un genio con un aprendiz de genio".

En este caso no hab¨ªa duda porque estaban firmados "Pablo Ruiz", ya que "Picasso" no aparece hasta mucho m¨¢s tarde. Aunque la firma est¨¢ realizada, explica el investigador, "con una caligraf¨ªa de un ni?o de escuela", pudo ponerse posteriormente. "Es normal y ocurre con otros artistas como Sorolla, Rembrandt o Vermeer, que sus familias las firman despu¨¦s para que no haya dudas de la autor¨ªa". De lo que no hay duda, reitera Company, es que quien firma los dibujos tambi¨¦n firma las obras contempor¨¢neas del Museo Picasso barcelon¨¦s.

Los propietarios de los dibujos "una familia cordial y de una educaci¨®n alt¨ªsima", seg¨²n Company, que no da m¨¢s datos por la confidencialidad a que est¨¢n obligados, se pusieron en contacto con el CAEM para "confirmar si los dibujos eran o no de Picasso". Al terminar se les entreg¨® un informe privado de varios centenares de p¨¢ginas. "Estamos convencidos, pero por humildad y sentido com¨²n en el titulo aseguramos que es posible que sean de Picasso, intentando que la comunidad cient¨ªfica opine y aporte nuevos datos, porque nosotros no tenemos que tener la ¨²ltima palabra. Ser¨ªa una bendici¨®n que los expertos en Picasso se pronunciaran".

Desde el Museo Picasso de Barcelona aseguran que no tienen constancia de la existencia de estos dibujos, ni del trabajo realizado por el CAEM, aunque es la Picasso Administration, empresa con sede en Par¨ªs vinculada a los herederos del pintor, la que tiene la ¨²ltima palabra, desde 1996, para aceptar reproducciones y exposiciones, otorgar licencias para comercializar productos, usar el nombre del artista y verificar que una obra est¨¢ hecha por el pintor.