¡°La amistad es una especie de filtro para elegir qu¨¦ libros leo¡±
Fabio de la Flor explica c¨®mo y por qu¨¦ decidi¨® meterse en la aventura de fundar la editorial Delirio hace 10 a?os
Fabio de la Flor tiene la seguridad de los gladiadores romanos. Su pelo ensortijado y sus anchas patillas contribuyen a crear la sensaci¨®n de un ser tan compacto como el cat¨¢logo que ha ido configurando desde hace 10 a?os con su editorial Delirio. Ubicado en Salamanca, lejos del meollo cultural madrile?o, Fabio no sabe muy bien c¨®mo ni en qu¨¦ momento surgi¨® el nombre de Delirio para su proyecto ¡ª¡°supongo que fue en alg¨²n bar, como casi todas las cosas importantes¡±, bromea el editor¡ª; lo que s¨ª sabe es que el logo lleg¨® antes que el nombre: una suerte de espiral cuadrada que forma un macizo bloque que se va desplegando.
Antes de que la editorial naciera, Fabio comenz¨® junto a un grupo de amigos a ¡°perpetrar cantidad de locuras y estupideces culturales¡±. Fue director de un festival de poes¨ªa en el medio rural, cre¨® un cementerio de arte contempor¨¢neo, imparti¨® seminarios en la Universidad de Salamanca, fund¨® revistas... ¡°Entonces me di cuenta, en cierta medida, de que la gente que me rodeaba era bastante buena escritora; la mitad del d¨ªa est¨¢bamos ri¨¦ndonos y pas¨¢ndolo bien y la otra mitad poniendo cara de doblar cucharas, concentr¨¢ndonos mucho en la escritura y los estudios¡±, explica Fabio de la Flor. As¨ª pues, ¡°la editorial nace con la meridiana intenci¨®n de canalizar toda esa energ¨ªa en primera instancia, y en segunda, para dotarle de una entidad jur¨ªdica a todo eso¡±.
En Delirio no existe una l¨ªnea editorial marcada: ¡°En cierta medida, la idea de sujetarnos al hecho de s¨®lo editar a autores de mitad del siglo XIX que escriben con la mano izquierda no era algo que nos interesase¡±, comenta el editor ir¨®nicamente. En realidad, ellos se centran en tres grandes ejes que forman sus colecciones: poes¨ªa, narrativa y ensayo. Kr¨¢mpack (los libros de poes¨ªa entre los que destacan obras como la de la poeta Luci Romero y su excepcional poemario Western), Narrativa Ir¨ªa (formada por libros de autores ¡°casi siempre noveles, que tienen un denominador com¨²n: s¨®lo han nacido para escribir¡±), Centros (autores con una obra introvertida, meditada y personal que est¨¢n al margen de los intereses coyunturales), Tragos (una colecci¨®n macarra y fragmentaria en la que cada libro es un navajazo) y, por ¨²ltimo, las colecciones R¨ªo de Oro y Farmacia degli Incurabili (con obras de cine, ensayo y arte).
Fabio entiende su editorial casi como una librer¨ªa o una galer¨ªa de arte: ¡°Hay algo que genera n¨²cleo, un centro de intenci¨®n cultural¡±. En ese sentido, Delirio supone un artefacto algo extra?o dentro de la industria editorial, pues dedican muy poco tiempo para la promoci¨®n de sus libros: ¡°Es una especie de necesidad de no generar ninguna dependencia. Si hago que un libro est¨¦ en la palestra de noticias, tendr¨¦ que hacer ese mismo esfuerzo continuadamente y no quiero¡±. Lo que s¨ª le gusta al editor de Delirio es esa especie de confraternidad que se ha generado entre otros editores a los que admira, como los que comandan los sellos de Dioptr¨ªas, La u?a rota o Gallo Nero: ¡°La amistad es una especie de filtro para elegir qu¨¦ libros leo¡±.
En este tiempo, casi una d¨¦cada, apenas ha encontrado un obst¨¢culo y ese no ha sido otro que el tiempo o, m¨¢s exactamente, la percepci¨®n del tiempo: ¡°La vida editorial es verdaderamente acuciante y necesita de una inminencia total. Tomar conciencia de c¨®mo el tiempo se alarga y al final las cosas terminan llegando y lo ¨²nico que tienes que hacer es esperar, fue un cambio esencial¡±. Del mismo modo, para Fabio, el ¨¦xito es relativo. ?C¨®mo decir entonces cu¨¢les han sido las obras m¨¢s celebradas? ¡°En nuestros inicios fue fundamental la obra Yo matar¨¦ monstruos por ti... de V¨ªctor Balcells Matas, porque nos permiti¨® saber que s¨ª pod¨ªamos llegar a un gran publico; luego, el libro Zurita, de Ra¨²l Zurita es el que nos hizo ser editores por mucha razones pero, sobre todo, editores para los dem¨¢s; por ¨²ltimo, los libros de Rodrigo Cort¨¦s han sido un hito porque han tenido una gran onda p¨²blica en los medios¡±.
Pocas tesis han resultado tan evocadoras como la que Fabio de la Flor ha propuesto para la pregunta final: ?Por qu¨¦ creer en los libros? ¡°Tengo una teor¨ªa personal y, por tanto, es desechable: el libro es el ¨²nico objeto verdaderamente poroso, es decir, una vez que se ha escrito, editado, puesto en las librer¨ªa, vendido, comprado y le¨ªdo no ha empezado m¨¢s que el 20% de toda su vida. El libro en s¨ª va adquiriendo absolutamente todas las fuerzas que se re¨²nen entorno a ¨¦l. El libro va brillando no s¨®lo por c¨®mo se ha escrito, sino por qui¨¦n te lo ha regalado, en qu¨¦ momento lo ha hecho, qu¨¦ polvo se posa sobre ¨¦l, c¨®mo lo pierdes... El libro no discrimina, lo agarra todo, es una esponja¡±. Adem¨¢s, si no creemos en los libros, ?en qu¨¦ demonios vamos a creer?
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