Bernie Gunther: el gran superviviente de la novela negra
El personaje creado por Philip Kerr est¨¢ en plena forma tras 10 novelas
En la novela negra se habla mucho de la serializaci¨®n, de c¨®mo se enganchan los lectores a un personaje, de c¨®mo, a veces, ese personaje es solo una repetici¨®n de s¨ª mismo, y otras un ser complejo en constante evoluci¨®n. Bernie Gunther, el detective de la ¨¦poca nazi creado por Philip Kerr, es, posiblemente, uno de los m¨¢s complejos de la novela negra contempor¨¢nea. Ya hemos hablado aqu¨ª de sus temores nazis, de su moral, at¨ªpica por decirlo de manera amable, de su cinismo, s¨®lo superado por su capacidad de supervivencia. Ahora llega a Espa?a La dama de Zagreb (RBA, traducci¨®n de Eduardo Iriarte) y el miedo a que el personaje estuviera agot¨¢ndose, se repitiera o simplemente cayera en la parodia de s¨ª mismo se ha evaporado. Con una trama que mezcla como nunca antes los esp¨ªas, las aventuras, la historia y el crimen, Philp Kerr nos deja la mejor novela de Gunther. Y es la d¨¦cima de la serie. Y no lo digo yo, lo dice alguien que sabe m¨¢s de nazis y de literatura que yo.
En La dama de Zagreb Gunther trabaja para Goebbles como antes lo hizo para Heydrich: obligado, jug¨¢ndose el pellejo, pero al mismo tiempo salv¨¢ndolo al lado de los miserables. El temible ministro de Propaganda de Hitler quiere que Gunther rescate para ¨¦l a una maravillosa actriz, Dalia Dresner, personaje con reminiscencias claras de la genial Hedy Lamaar, y la traiga de vuelta a Alemania como acicate para una moral nacional en franco declive ante la inminente derrota en el frente del Este. La petici¨®n llevar¨¢ a Gunther a un descenso a los infiernos de la II Guerra Mundial y el genocidio en Croacia, a una Suiza falsamente neutral y tremendamente hip¨®crita, y a un juego de traiciones, muerte y espionaje fascinante.
All¨ª aparecen Allen Dulles con su germen de la CIA, el esp¨ªa alem¨¢n y general Walter Schellenberg o el gran Mufti de Jerusal¨¦n, un antisemita de la peor cala?a. Las figuras hist¨®ricas est¨¢n tan bien ensambladas con las de ficci¨®n como lo est¨¢n en la narraci¨®n las referencias a otras novelas, tremenda la historia de P¨¢lido criminal, que tanto agradecemos los fans de la serie.
Pero si hay algo de verdad interesante en la novela es la evoluci¨®n de Gunther, su inacabable torrente de reproches, su infinita capacidad de supervivencia. Y Kerr consigue hacerlo de nuevo sin aburrir al lector. ¡°En mis miserables esfuerzos por seguir con vida a cualquier precio, yo a¨²n pod¨ªa hacer da?o y salir herido al mismo tiempo¡± asegura al inicio de la obra para preguntarse poco despu¨¦s: ¡°?A qui¨¦n tendr¨¢s que lamer el culo hoy para salvar tu pellejo?¡±?
Berl¨ªn y los nazis parecen el fin de la moral, de las reglas, de la civilizaci¨®n. Y lo son. Pero Gunther hace una especie de viaje al centro de la noche por los Balcanes y ese periplo cambia la forma de ver el mundo del personaje, acent¨²a su cinismo, le hunde m¨¢s en su infierno personal del que solo saldr¨¢ gracias al amor. S¨ª, porque esta vez Gunther se ha enamorado y se la juega por ello.
En un momento de sus aventuras por Suiza, el escritor y militar Meyer le dice: ¡°Es usted un excelente detective, pero deja mucho que desear como nazi. Me pregunto c¨®mo ha conseguido seguir con vida tanto tiempo¡±. Yo tambi¨¦n me lo pregunto. A veces, creo saber la respuesta, pero prefiero no indagar demasiado.
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