Una cr¨®nica de los duelos de la vida
La periodista Pepa Roma recrea en ¡®Una familia imperfecta¡¯ el infierno detr¨¢s de las casas
Anda estos d¨ªas Pepa Roma surfeando la cresta de una ola que parece eterna pero que, como todas, romper¨¢ y se har¨¢ a?icos alg¨²n d¨ªa. Una ola de dolor y de calor y de agradecimiento que la tiene en carne viva. Se debate en la monta?a rusa de emociones de haber reci¨¦n enterrado a su marido y maestro, el periodista Miguel ?ngel Bastenier, y de haber presentado, esta noche de martes su propia y nueva criatura literaria. Una cr¨®nica de los secretos y mentiras que habitan tras las puertas de las casas. Un retrato de tres generaciones de una familia que no tiene por qu¨¦ ser la suya, pero que pudiera ser la de cualquiera. Una cr¨®nica de las p¨¦rdidas y los duelos que, ley de vida, nos esperan implacables en los recodos del camino y que a ella misma, ¡°eterna adolescente viajera¡± hasta casi los 60, la han puesto de golpe, como nos pondr¨¢n a todos, en su sitio.
Todo el mundo cree que todas las familias son felices menos la suya. Ese es el origen del t¨ªtulo Una familia imperfecta (Espasa) -esa redundancia- de la nueva novela de la escritora y periodista Pepa Roma, nacida y criada Sant Gervasi, el barrio bien de la burgues¨ªa de Barcelona que, tras sus elegantes fachadas, esconde, como todos, lo mejor y lo peor de la condici¨®n humana. C¨¢ndida, la hija pr¨®diga y exitosa afincada en Madrid, vuelve a casa a ocuparse de su madre y de su hermano enfermos y se encuentra con una familia y una ciudad que ya no es la que era. O s¨ª, pero que en la decadencia y el impudor y la intimidad extrema de la enfermedad y la muerte ense?an su verdadera cara.
Pertenece Pepa Roma a una generaci¨®n de mujeres que fueron a la vez alentadas y reprobadas por sus madres. Recibieron de ellas, que apenas lo estrenaron en la Rep¨²blica para despu¨¦s sufrir su amputaci¨®n por la dictadura, el mandato de ser libres, pero sin olvidar que en su casa, penando, hab¨ªa una m¨¢rtir que no pudo. ¡°Muchas de nosotras, para crecer, tuvimos, adem¨¢s de los hombres, que independizarnos de nuestras madres¡±. As¨ª explica Roma el ¡°ajuste de cuentas¡± con su pasado que supone su novela, a la vez que define la orfandad como la verdadera frontera entre la adolescencia y la edad adulta. Esa que estrenar¨¢, supone, cuando la ola en la que se halla estos d¨ªas rompa por fin en espuma y la deje frente a la nueva playa de su vida.
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