Laboratorios de ideas y pol¨¦micas

Han sido dos a?os de titulares. De las t¨²nicas de los Reyes Magos madrile?os que algunos no perdonar¨¢n jam¨¢s a Carmena, a la escultura de Franco decapitado en el Born de Barcelona. Los llamados ¡°Ayuntamientos del cambio¡± llegan al ecuador de sus mandatos arrastrando una ruidosa ristra de pol¨¦micas culturales.

En las siete grandes alcald¨ªas herederas del 15-M y las mareas ciudadanas ¡ªMadrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coru?a, C¨¢diz y Santiago de Compostela¡ª el ¨¢rea de Cultura se ha convertido en un laboratorio de pol¨ªticas experimentales y tambi¨¦n, en un campo de minas simb¨®lico.

Todas estas ciudades comparten un ideario donde la participaci¨®n ¨Cciudadana y de colectivos alternativos¨C es la reina frente a una visi¨®n dirigista de la Cultura desde el poder. Buscan la descentralizaci¨®n. Miran hacia los barrios, huyen de la fanfarria de los grandes eventos, fomentan el talento local y el arte m¨¢s alternativo buscando "nuevos p¨²blicos". Otro objetivo com¨²n es que los ciudadanos "no sean simples consumidores de cultura sino sujetos activos¡±, seg¨²n el concejal coru?¨¦s, Jos¨¦ Manuel Sande. El riesgo de tanta participaci¨®n, seg¨²n algunos profesionales de la cultura, es que se baje el list¨®n: "Me parece bien que se apueste por la cultura de base, pero hay que educar a la gente, no todo vale. Colaboraci¨®n s¨ª, pero con calidad y criterio", opina el pintor gaditano Cecilio Chaves.

Aunque, con diferencias, las siete ciudades se han enfrentado a las consecuencias de la crisis, y la mayor¨ªa han conseguido aun as¨ª incrementar sus presupuestos para el ¨¢rea de Cultura ¡ª23,4% en Madrid, 19% en Zaragoza, 14% en Santiago¡ª conscientes de las ganas de sus votantes de ver los resultados del revulsivo prometido. En campa?a, todas criticaron con dureza el anquilosamiento cultural en unas pocas manos y el dedazo, m¨¢s a¨²n en aquellas donde los alcaldes salientes el 24 de mayo de 2015 llevaban muchas legislaturas a las espaldas (Rita Barber¨¢, 24 a?os en Valencia, Te¨®fila Mart¨ªnez, 20 a?os en C¨¢diz, Juan Alberto Belloch, 12 a?os en Zaragoza¡­). La mayor¨ªa han abierto por ello concursos p¨²blicos y con jurados externos para asignar equipamientos y renovar cargos; en Santiago, el gerente del Auditorio, puesto de libre disposici¨®n desde hace 30 a?os, se eligi¨® as¨ª por primera vez.?

A dos a?os vista, las evaluaciones m¨¢s amables, ¡ªe incluso las cr¨ªticas¡ª, respetan ¡°las buenas intenciones¡±, aunque cuestionan la ejecuci¨®n de las mismas. Para muchos profesionales del sector, se ha notado el cambio, pero no tanto como se promet¨ªa. Lo achacan a la inexperiencia, el exceso de teor¨ªa y un desastroso manejo medi¨¢tico. ¡°Se ha hecho mucha reflexi¨®n pero poca acci¨®n, y adem¨¢s no hemos sabido comunicar nuestras intenciones ni de lejos¡±, admite desde el Ayuntamiento madrile?o Luis Cueto.

Las alcald¨ªas piden paciencia y argumentan que las nuevas f¨®rmulas de gesti¨®n son complejas de implementar, ya que se enfrentan a una burocracia que no las contempla. Estar¨ªan ¡°tramitando unicornios¡±, seg¨²n el sonoro ox¨ªmoron que enfrenta sue?o y realidad, con que el Ayuntamiento de Zaragoza titul¨® unas jornadas sobre nuevas f¨®rmulas de gesti¨®n cultural. "Necesitamos tiempo", dice la concejal de Cultura de C¨¢diz, Eva Tubio. "No hemos venido para hacer fuegos de artificio, sino para hacer un trabajo de ra¨ªz".?

Entre las cr¨ªticas tambi¨¦n las acusaciones son comunes a las siete ciudades. La oposici¨®n siente que se toman decisiones a sus espaldas, con el factor a?adido de que los nuevos gobernantes tra¨ªan el consenso como tarjeta de presentaci¨®n."No ha habido ni transparencia ni di¨¢logo", se queja la portavoz de Ciudadanos en Madrid, Sof¨ªa Miranda. La del PSOE en Zaragoza, Lola Ranera: "Trabajan solo para los suyos".

"?nica y exclusivamente se han dedicado a conmemorar la Guerra Civil y la Rep¨²blica", dice el portavoz del PP en Valencia, Eusebio Monz¨®, apuntando a las decisiones en torno a la Memoria Hist¨®rica que tambi¨¦n han levantado ampollas en Barcelona o Madrid. Desde la oposici¨®n de las siete ciudades se acusa a los nuevos Ayuntamientos de ningunear las expresiones culturales que no son de su agrado, de boicotear actos tradicionales ¡ªcomo las misas o las corridas de toros con presencia institucional¡ª y, en general, de ideologizar la Cultura.