Una conversaci¨®n a orillas de la Villa Borghese
La colecci¨®n de La Caixa desembarca en la Galleria Nazionale de Roma con una obra de Juan Mu?oz como eje gravitacional de la muestra
Juan Mu?oz preside la entrada a la gran sala de la Galleria Nazionale con tres de sus inquietantes personajes sin ojos, en corro, cont¨¢ndose algo al o¨ªdo y formando una frontera imaginaria entre ellos y el mundo a trav¨¦s del desd¨¦n que proyectan hacia el exterior. Pese a ese rechazo frontal, la obra se llama Conversation piece?y sirve para dar t¨ªtulo al desembarco de la colecci¨®n de arte de La Caixa en la Galleria Nazionale de Roma, el museo de arte contempor¨¢neo m¨¢s importante de Italia. Un relato construido a orillas de los jardines de Villa Borghese a trav¨¦s de 14 piezas que, pese a que nunca supieron las unas de las otras, dialogan como si estuvieran acostumbradas a pasar juntas otras tardes como esta.
El museo italiano ten¨ªa desde hace tiempo ganas de mostrar obras de Mu?oz, Doris Salcedo, Ignacio Uriarte y Fernanda Fragateiro. As¨ª que, como explica su directora Cristiana Collu metida pleno montaje, propuso un intercambio de piezas con vistas a la exposici¨®n que La Caixa inaugurar¨¢ en julio sobre Giorgio de Chirico. Partiendo de la idea de conversaci¨®n, se opt¨® por abrir varios frentes alrededor de la relaci¨®n entre arquitectura y escultura, del di¨¢logo entre las piezas del minimalismo de Donald Judd y Fernanda Fragateiro, y con la exploraci¨®n de la figura humana a trav¨¦s de obras tan ins¨®litas como la Bailarina de Degas revisitada porJuli?o Sarmento ¡ªimpresora 3D mediante¡ª y convertida en una versi¨®n cronol¨®gicamente m¨¢s avanzada del mismo tama?o, pero con las estr¨ªas sint¨¦ticas del proceso industrial del que, como un replicante, ha sido creada.
Fragateiro, que terminaba anoche de ajustar los detalles de su pieza rodeada de operarios subidos a gr¨²as y empu?ando medidores l¨¢ser, explicaba c¨®mo ha construido una suerte de l¨ªnea flotante de cub¨ªculos de madera de 14 metros de longitud que forma parte de la serie Unbuild. Resulta que eran maquetas que salv¨® de la destrucci¨®n en un estudio de arquitectos ¡ªamigos suyos¡ª que acababan de perder un concurso p¨²blico para urbanizar un barrio. De aquella decepci¨®n e inminente desmembraci¨®n surgi¨® su obra. ¡°Pasaron un par de a?os en mi estudio antes de que la hiciese¡±, recuerda mientras mira de reojo la pieza de Judd, artista que casualmente fue tambi¨¦n inspirador de sus colegas arquitectos.
Los ecos minimalistas resuenan tambi¨¦n al otro lado de la sala con las piezas de madurez de Agnes Martin, uno de los s¨ªmbolos de la colecci¨®n de la entidad bancaria, creada en 1985 con obras estrictamente surgidas a partir de aquel momento ¡ªcomo hizo la Galleria Nazionale en 1883¡ª y que ya alcanza las 1.000 obras. Las bandas horizontales de colores p¨¢lidos contrastan con la austera brutalidad del cuadro de Richard Serra, fogonazo negro, denso y mat¨¦rico, que abre un hueco entre las dos obras. Justo ah¨ª aparecen dos pintores catalanes. Antoni T¨¤pies, que evoca la desnudez y el olvido en un cuadro blanco, y Joan Hern¨¢ndez Pijuan, gran apasionado de la obra de Martin ¡ªal final todo cuadra en el planteamiento de la comisaria, Nimfa Bisbe¡ª, del que ha llegado a la galer¨ªa romana un paisaje monocrom¨¢tico con surcos plateados que evocan algo as¨ª como un mar extraviado.
La Caixa ha hecho una apuesta en los ¨²ltimos a?os por el arte comprometido socialmente. En esta muestra puede verse en la obra de Doris Salcedo, la gran artista colombiana que se dedic¨® durante un tiempo a recorrer aldeas abandonadas por la amenaza de las FARC o los narcos y se llev¨® algunos de los muebles que dejaron atr¨¢s sus inquilinos. Al rellenarlos de cemento, atrapando algunos trozos de tela, cristales u peque?os objetos, el recuerdo que iba a ser borrado, la herida que pod¨ªa haber cicatrizado, permanece de alg¨²n modo abierta.
En una de las salas anexas, fuera del contexto dram¨¢tico y aislada del resto de piezas, el artista espa?ol Ignacio Uriarte expone una obra en v¨ªdeo para terminar el recorrido. Quiz¨¢ para desengrasar el mal cuerpo que deja la obra de la colombiana, en clave de humor, les artista propone una reflexi¨®n sobre la dial¨¦ctica entre el ser humano y la m¨¢quina. Pero lo hace a trav¨¦s de Michael Winslow que, para quien no le conozca, es el agente negro de Loca academia de polic¨ªa capaz de imitar millones de sonidos. Aqu¨ª, por supuesto, vuelve a dar muestra de su talento reproduciendo fon¨¦ticamente ¡ªrecita, dice el t¨ªtulo de la obra¡ª el sonido de 30 m¨¢quinas de escribir distintas, comenzando desde el modelo Barlock de 1895 a la Olimpia Monika Deluxe de 1985. Si no tienen pensado pasar por Roma antes del 17 de septiembre, pueden verlo en Youtube. Y s¨ª, el sargento Larvelle Jones sigue siendo un genio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.