El capitalismo se confiesa
Roberto And¨° recupera la capacidad insidiosa del cine popular italiano para interrogar la realidad pol¨ªtica
Cuando Giovanni Ernani, hermano gemelo y loco del pol¨ªtico Enrico Oliveri, daba su primer discurso en campa?a tras el estrat¨¦gico y urgente acto de suplantaci¨®n que centraba Viva la libertad (2013), decid¨ªa hablar a la militancia recurriendo a un concepto que el preservativo lenguaje electoral suele esquivar: la cat¨¢strofe. Precisamente, en la v¨ªspera del dise?o de una cat¨¢strofe inminente transcurre Las confesiones, nuevo largometraje de Roberto And¨°, un cineasta que es, al mismo tiempo, escritor y hombre de teatro y que recupera la capacidad insidiosa del cine popular italiano para interrogar la realidad pol¨ªtica del modo en que lo hicieron Francesco Rosi, a quien el director considera su maestro, y Elio Petri, que adapt¨® a Leonardo Sciascia, gran valedor del autor de Viva la libertad en los primeros pasos de su carrera literaria.
LAS CONFESIONES
Direcci¨®n: Roberto And¨°.
Int¨¦rpretes: Toni Servillo, Daniel Auteuil, Connie Nielsen, Lambert Wilson.
G¨¦nero: Thriller.
Italia, 2016
Duraci¨®n: 108 minutos.
En Las confesiones, una reuni¨®n confidencial del G8 que va a tener lugar en un lujoso hotel alem¨¢n cuenta, por capricho del director del Fondo Monetario Internacional, con la presencia de tres invitados especiales: una escritora de literatura infantil y juvenil, un cantante vinculado a una ONG y un sacerdote. Roberto Salus, monje certosino que otorga mayor cr¨¦dito al poder de elevaci¨®n m¨ªstica del canto de los p¨¢jaros que al potencial para la degradaci¨®n del sentido de la palabra humana, ha sido convocado para confesar en privado al anfitri¨®n, que aparecer¨¢ muerto a la ma?ana siguiente en el centro de lo que parece una clara escena de suicidio. El secreto de confesi¨®n y el voto de silencio de Salus, al que Toni Servillo, en otro de sus trabajos memorables, encierra en una serenidad m¨¢s sancionadora que inescrutable, parecen proteger el enigma central de esta s¨¢tira pol¨ªtica que se disfrazar¨¢ de an¨®malo whodunit.
Donde Giovanni Ernani dec¨ªa cat¨¢strofe, uno de los personajes de Las confesiones dice destrucci¨®n creativa, delatando el estado de perversi¨®n del lenguaje de un capitalismo terminal que gestiona, sin culpa, el Apocalipsis de los d¨¦biles. And¨°, a ratos, sorrentiniza su imaginario ¨Cla estatua humana levitante, el due?o de hotel con Alzheimer-, pero logra otra s¨®lida pel¨ªcula cuyo ocasional barroquismo estil¨ªstico no deval¨²a su fuerza ¨¦tica.
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