Thoreau, el disidente irreductible
El autor de 'Walden' fue un l¨²cido naturalista de gran radicalismo pol¨ªtico. En el 200 aniversario de su nacimiento, brilla en toda su dimensi¨®n
No es posible que un individuo tenga raz¨®n y un Gobierno no?¡±. La pregunta se encuentra en uno de los textos menos citados de Henry David Thoreau (Defensa de John Brown, 1859), pero es central para comprender qui¨¦n fue el autor de Walden. Naturalmente, es una pregunta ret¨®rica: algo m¨¢s de 13 a?os antes, una tarde de julio de 1846, Thoreau hab¨ªa sido detenido por negarse a pagar impuestos y debi¨® pasar una noche en la c¨¢rcel. ¡°Ni por un instante puedo reconocer como ¡®mi¡¯ Gobierno esa organizaci¨®n pol¨ªtica que tambi¨¦n es el Gobierno del esclavo¡±, escribi¨® en Desobediencia civil, uno de esos pocos textos que realmente deber¨ªan ser de lectura obligatoria en los colegios. Una historia ap¨®crifa lo muestra en el momento en que el fil¨®sofo Ralph Waldo Emerson, su amigo y vecino en Concord, lo visita en la c¨¢rcel y le pregunta qu¨¦ hace all¨ª dentro. ¡°?Qu¨¦ hace usted ah¨ª fuera?¡±, le responde Thoreau, perplejo. El Gobierno de Estados Unidos acababa de invadir Texas, continuaba exterminando a las poblaciones nativas, segu¨ªa tolerando la esclavitud y negando derechos b¨¢sicos a las mujeres. ¡°No es por ninguna particularidad del impuesto por lo que me niego a pagarlo. Simplemente deseo retirarle mi apoyo al Estado, apartarme de ¨¦l y mantenerme al margen de una manera efectiva¡±, se justific¨® el autor m¨¢s tarde; pero tambi¨¦n, admiti¨® estoicamente: ¡°Bajo un Gobierno que encarcela injustamente, el verdadero lugar para el hombre justo es la c¨¢rcel¡±.
Acerca de Henry David Thoreau (1817-1862) parece existir una visi¨®n sesgada (y no del todo inc¨®moda para algunos) cuyo origen debe buscarse en la extraordinaria belleza y persuasi¨®n de Walden (1854), su libro m¨¢s famoso; de acuerdo con esa visi¨®n, Thoreau ser¨ªa simplemente un naturalista que habr¨ªa comprendido que la industrializaci¨®n y la religi¨®n del progreso iban a suponer la desaparici¨®n de una vida m¨¢s aut¨¦ntica. No se trata de que esto no sea cierto (lo es), sino de que esta visi¨®n soslaya el hecho m¨¢s importante de la vida del escritor estadounidense: su ejercicio consecuente de una disidencia cuyo sentido, afirma su bi¨®grafo Robert Richardson, era ¡°la emancipaci¨®n interior, pero no a expensas de ignorar el problema de la libertad f¨ªsica y pol¨ªtica¡±. ¡°En su naturaleza hab¨ªa algo de militar y de irreductible, siempre viril, siempre apto, pero rara vez tierno, como si no se sintiera bien m¨¢s que en desacuerdo¡±, escribi¨® Emerson.
¡°En su naturaleza hab¨ªa algo de militar, siempre viril, rara vez tierno, como si no se sintiera bien m¨¢s que en el desacuerdo¡±, seg¨²n su bi¨®grafo
Se sabe que, durante su estancia en Harvard, Thoreau rechaz¨® que los alumnos fueran evaluados tambi¨¦n en su moralidad (como era el caso por entonces) y se neg¨® a ¡°malgastar¡± un d¨®lar en su diploma de final de carrera; su ¨²nico trabajo por cuenta ajena, como maestro, termin¨® abruptamente cuando se opuso a aplicar castigos f¨ªsicos, no acept¨® la idea de que lo sencillo deb¨ªa ser narrado de forma simple (Walden tuvo siete borradores) y tampoco se resign¨® a la idea de que un Gobierno que carece del consentimiento de sus gobernados pueda ser un Gobierno justo, todo ello mucho antes de la noche de 1846 que pas¨® en la c¨¢rcel por negarse a que el dinero de sus impuestos fuese destinado a un fin que no aprobaba.
Aunque resulta tentador pensar en su estancia en prisi¨®n como la bisagra entre el individualismo contemplativo del periodo de Walden y la posterior acci¨®n pol¨ªtica, lo cierto es que uno de los aspectos m¨¢s extraordinarios de la vida y la obra de Thoreau es que en ellas ambas cosas est¨¢n estrechamente vinculadas: por una parte, su encarcelamiento no lo llev¨® a pensar de cierta forma la acci¨®n pol¨ªtica, sino que fue su resultado; por otra, la aspiraci¨®n a una vida de soledad y estudio en los bosques que est¨¢ en el origen de su famosa estancia de dos a?os, dos meses y dos d¨ªas junto al lago de Walden no fue nunca un rechazo abierto a la sociedad, sino un esfuerzo ejemplarizante por encontrar formas de vivir en ella que no anularan al individuo ni supeditasen las leyes superiores de la naturaleza a las creadas por los hombres.
Se sabe que durante su estancia en Harvard rechaz¨® que los alumnos fueran evaluados tambi¨¦n en su moralidad (como era el caso entonces)
¡°La civilizaci¨®n que ha estado mejorando nuestras casas no ha mejorado igualmente a quienes las habitan¡±, constat¨® Thoreau, quien se empe?¨® rabiosamente en probar la posibilidad de una vida m¨¢s simple y digna cuyo sentido fuera ¡°vivir profundamente y extraer todo lo maduro de la vida, vivir tan vigorosa y espartanamente como para infligir una derrota a todo lo que no fuese vida¡±. Una de las razones por las que su Defensa de John Brown es citada tan poco en su bibliograf¨ªa es que el autor no se muestra all¨ª como un observador de p¨¢jaros (John Brown hab¨ªa intentado poner fin a la esclavitud iniciando una rebeli¨®n armada en Virginia Occidental, pero fue capturado por las autoridades y ahorcado, y Thoreau estaba furioso), sino como un radical cuyo punto de vista es que ¡°un Gobierno que presta su fuerza a la injusticia¡± no debe ser obedecido. Al intentar responder a la pregunta de c¨®mo se debe vivir (es decir, a la pregunta de qu¨¦ es una vida justa y buena), Thoreau hab¨ªa trazado un recorrido que va desde la vida contemplativa a la resistencia pasiva al mal gobierno, y de all¨ª a la convicci¨®n de que ninguna ley que niegue la vida debe ser obedecida: sin ese recorrido no habr¨ªan tenido lugar la Marcha sobre Washington de Martin Luther King, el Black Mountain College, el land art, la emergencia del rock and roll como forma de disidencia, la literatura de escritores como Henry Miller (quien lo llam¨® ¡°el tipo de persona que, de haber proliferado, hubiera provocado la desaparici¨®n de los Gobiernos por innecesarios¡±), los beat, Richard Brautigan y Robert M. Pirsig, el ecologismo pol¨ªtico, las trayectorias singulares de Lenny Bruce, Nina Simone, Bob Dylan, Miles Davis y Grandmaster Flash o el movimiento #BlackLivesMatter.
Su certeza de una correspondencia inevitable entre la vida exterior y la vida interior de una persona y de que ¡°lo que puede expresarse con palabras puede expresarse con nuestra vida¡± son soslayadas a menudo a favor de una visi¨®n despolitizada del autor de Walden (tambi¨¦n en las celebraciones recientes del bicentenario de su nacimiento por parte de la prensa); pero ¨¦ste dijo de John Brown que ¡°habr¨ªa colocado al rev¨¦s un acento griego, pero habr¨ªa ayudado a levantarse a un hombre ca¨ªdo¡±, y no parece haber definici¨®n mejor de lo que una vida justa podr¨ªa ser en unos tiempos de ¡°tranquila desesperaci¨®n¡± que, como los nuestros, necesitan como nunca antes a Thoreau en su totalidad, tambi¨¦n (o particularmente) en todo su irreductible radicalismo pol¨ªtico.
Elogio de la resistencia
Selecci¨®n de t¨ªtulos publicados en los ¨²ltimos cinco a?os y solo en espa?ol.
- Sobre el autor: Thoreau, la vida sublime, de Maximilien Le Roy y A. Dan (traducci¨®n de Olalla Garc¨ªa; Impedimenta, 2013); El triunfo de los principios: c¨®mo vivir con Thoreau, de Toni Montesinos (Ariel, 2017), y Thoreau. Biograf¨ªa de un pensador salvaje, de Robert Richardson (traducci¨®n Esther Cruz Santaella; Errata Naturae, 2017).
- Del autor: Un yanqui en Canad¨¢ (traducci¨®n de Paloma Rodr¨ªguez Esteban; Baile del Sol, 2012), Cartas a un buscador de s¨ª mismo (traducci¨®n de Antonio Garc¨ªa Maldonado; Errata Naturae, 2012), Musketaquid (traducci¨®n de Miguel Ros Gonz¨¢lez; Errata Naturae, 2014), Un paseo invernal (traducci¨®n de Marcos Nava; Errata Naturae, 2014), Desobediencia. Antolog¨ªa de ensayos pol¨ªticos (traducci¨®n de Laura Naranjo, Carmen Torres y Marcos Nava; Errata Naturae, 2015), Walden (traducci¨®n de Marcos Nava y pr¨®logo de Michel Onfray; Errata Naturae, 2017); El Diario (1837-1861), volumen I y II (traducci¨®n de Ernesto Estrella; Capit¨¢n Swing, 2013 y 2017); Qu¨¦ aprovechar¨¢ el hombre. La vida sin principios (traducci¨®n de Macarena Sol¨ªs y pr¨®logo de Diego Mellado G¨®mez; Alquimia, 2015), El para¨ªso ¡ª?que merecer ser¡ª recobrado (traducci¨®n de Javier Rodr¨ªguez Hidalgo; El Salm¨®n, 2016), Volar (edici¨®n de Antonio Casado da Rocha y Jos¨¦ Ignacio Foronda; traducci¨®n de Eduardo Jord¨¢; Pepitas de Calabaza, 2016), Cape Cod (traducci¨®n de H¨¦ctor Silva; Baile del Sol, 2015), Los bosques de Maine (traducci¨®n de H¨¦ctor Silva; Baile del Sol, 2014), Todo lo bueno es libre y salvaje (traducci¨®n de varios autores; Errata Naturae, 2017).
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