De Ziggy Stardust al Duque Blanco
David Bowie protagoniza una gran exposici¨®n inmersiva en el Museo del Dise?o de Barcelona
David Bowie (Londres, 1947-Nueva York 2016) muri¨® joven, a los 69 a?os, pero su carrera musical y art¨ªstica fue larga y llena de ¨¦xitos que le llevaron a convertirse en un fen¨®meno a escala mundial durante d¨¦cadas. Capaz de reinventarse con m¨²ltiples im¨¢genes, todas innovadoras y rompedoras ¡ªa ¨¦l mejor que a nadie se le puede aplicar lo de art¨ªsta camale¨®nico¡ª, cultiv¨® todos los estilos que lo convirtieron en un m¨²sico capaz de colarse en la listas de ¨¦xitos de medio mundo como el que obtuvo con Let¡¯s Dance, en 1983, que inclu¨ªa otro de sus ¨¦xitos m¨¢s comerciales, el sencillo China Girl, adem¨¢s de ser venerado como el creador de piezas underground. A este personaje poli¨¦drico y multidisciplinar, capaz de participar en m¨¢s de 20 pel¨ªculas, como en Feliz Navidad, Mr. Lawrence, en el que era uno de los protagonistas, o participando con peque?os papeles o cameos como el de Poncio Pilatos en La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo, de Martin Scorsesse; est¨¢ dedicada la exposici¨®n que abre sus puertas hoy en el Museo del Dise?o con la intenci¨®n de dar a conocer el rico universo de David Bowie.
Las muestras dedicadas a un personaje tienen la virtud de escrutar los mil y un aspectos de sus vidas, de forma cronol¨®gica o a partir de una serie de conceptos y temas. La exposici¨®n David Bowie is, que se inaugur¨® en 2013 en el Victoria & Albert Museum de Londres y que ha recorrido nueve ciudades y visto un mill¨®n y medio de personas, pasa de cronolog¨ªas y conceptos. La muestra, que ocupa 3.000 metros cuadrados de la sala multiusos del Museo del Dise?o, el enorme museo de la Plaza de les Gl¨®ries, explica al personaje de forma inmersiva, gracias a la tecnolog¨ªa que consigue que la m¨²sica, las canciones y la propia voz de Bowie hablen y acompa?en a cada uno de los visitantes a lo largo del recorrido ¡ªprevisto de una hora y media¡ª en el que pueden verse 300 objetos relacionados con El Duque Blanco.
El cantante recibe, explica y comparte su vida y su trabajo, muestra sus or¨ªgenes, c¨®mo su padre le regal¨® un saxof¨®n en 1962; los grupos que le influyeron como The Platters, Fats Domino, Elvis Presley, Chuck Berry y Little Richard. Actores como Lindsay Kent, con el que se form¨® como actor y mimo entre 1867 y 1968, escritores como William Burroughs y artistas como Andy Warhol, al que le dedic¨® una canci¨®n en Hunky Dory, su cuarto disco de estudio lanzado en 1971, y que lleg¨® a encarnar en Basquiat, pel¨ªcula dirigida por Julian Schnabel en 1996.
Tambi¨¦n repasa cu¨¢les fueron sus comienzos en 1962 todav¨ªa con su nombre real, Davie Jones, y sus primeras bandas, los Kon-rads y The King Bees; c¨®mo creaba sus partituras y sus canciones, recortando y pegando frases y palabras, primero literalmente y luego con ayuda de un programa inform¨¢tico, el Verbasizer, creado ex proceso para ¨¦l; las car¨¢tulas de algunos los 27 ¨¢lbumes de estudio, nueve en directo y 46 recopilatorios, adem¨¢s de seis EP, 110 sencillos y tres bandas sonoras, de los que vendi¨® 135 millones de copias. Entre todos, dos: el sencillo Space Oddity de 1969, que coincidi¨® con la llegada del hombre a la Luna y a ¨¦l lo llev¨® al top brit¨¢nico y su ¨²ltimo trabajo, Blackstar, publicado dos d¨ªas antes de su fallecimiento en 2016 que ha sido reconocido como uno de los mejores del a?o pasado, superando al ¨²ltimo trabajo de la cantante Adele.
Los storyboards, sus actuaciones, sus giras mundiales, como las tres que le trajeron a Catalu?a: Spider Glass Tour el 7 y 8 de julio de 1987 en el Miniestadi, el 16 de septiembre de 1990 en el Estadi Olimpic, dentro de la gira Sound & Vision y el 12 de julio de 1996 a Escalarre, en el primer Doctor Music Festival, en el que present¨® su disco Earthling.
Y sobre todo a trav¨¦s de 60 de los trajes que utiliz¨® en sus conciertos y actuaciones; como los monos de uno de los primeros personajes que cre¨®, Ziggy Stardust en 1972, en plena ¨¦poca glam rock, las extravagantes creaciones de Kansai Yamamoto, el magn¨ªfico abrigo con la bandera brit¨¢nica ajada dise?ado por el propio Bowie y Alexander McQueen; adem¨¢s de trajes de corte impecable como el que utiliz¨® en el video promocional de Life on Mars?, de 1971, en el que no dud¨® en acompa?arlo con zapatos de tac¨®n o sombra de ojos japonesas; lo m¨¢s liviano de unos maquillajes extremos que cultiv¨® a partir de los a?os setenta y que no dejaron indiferentes a nadie.
Tras inaugurarse en Londres en 2013 la exposici¨®n llega a Barcelona (la ¨²nica ciudad espa?ola donde podr¨¢ verse) con una gran expectaci¨®n: ya se han reservado m¨¢s de 15.000 entradas. La muestra se inaugura despu¨¦s de un mes y medio montando la compleja estructura multimedia que conlleva para que todos los dispositivos funciones correctamente.
Como si fuera un recorrido ritual, en el que al final se alcanza un climax, la exposici¨®n concluye, ya sin cascos, inmersos en un concierto en directo en el que Bowie y sus m¨²sicos envuelven al visitante por completo. Es la magia de la tecnolog¨ªa y de m¨¢s de treinta enormes pantallas que rodean al espectador 360 grados.
Geoffrey Marsh, comisario de la muestra, junto a Victoria Broackes y conservadores del Victoria & Albert Museum, han seleccionado los objetos de la exposici¨®n tras tener acceso a los 75.000 objetos que conserva el archivo de Bowie en Nueva York. Marsh explic¨® que Barcelona ¡°encaja a la perfecci¨®n con el cantante por ser una ciudad creativa y con muchos intercambios¡±. Tambi¨¦n por el gran n¨²mero de festivales de m¨²sica que se programan en la ciudad coincidiendo con la celebraci¨®n de la exposici¨®n (abierta hasta el 25 de septiembre) y que seguro que arrastrar¨¢ a muchos visitantes.
Bowie vivi¨® en Londres, Nueva York, Los ?ngeles, Berl¨ªn, donde se refugi¨® para desintoxicarse de las drogas y cargarse de energ¨ªa renovada y disfrut¨® del anonimato que no le daba las ciudades americanas. All¨ª cre¨® ¨¢lbumes como Low, Heroes y Lodger, ente 1977 y 1979, a los que Bowie llam¨® su ADN. ¡°Es una ciudad donde es f¨¢cil perderse y tambi¨¦n encontrarse as¨ª mismo¡±. La exposici¨®n le dedica un espacio a esta ciudad en la que se incluyen las llaves de su apartamento berlin¨¦s. ¡°Pero hubiera vivido en Barcelona si hubiera podido¡±, sentenci¨® Marsh. Los comisarios desvelaron que el m¨²sico no se implic¨® en la decisi¨®n de qu¨¦ ciudades se ver¨ªa la muestra o no.
En todo caso, para Barcelona y el Museo del Dise?o es una gran oportunidad, tal y como reconoci¨® su directora Pilar V¨¦lez, que destac¨® la importancia de Bowie para la cultura durante todo el siglo XX, ya que fue ¡°capaz de crear su propia obra, siendo, adem¨¢s, un referente para el futuro que sirve de modelo de inspiraci¨®n de otros artistas¡±; un gran influencer en un momento en el que no exist¨ªan las redes sociales.
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