Lu¨ªsa Sobral: ¡°Para nosotros Eurovisi¨®n fue una victoria de los dos¡±

Esta joven de sobrado talento que atraviesa con determinaci¨®n la cafeter¨ªa hasta llegar a mi mesa adorna estos d¨ªas muchas de las marquesinas que recorren la Avenida da Liberdade. Aparece en una gran foto abrazada a su hermano Salvador para el que compuso la eurovisiva Amar pelos dois, una de esas canciones que se instalan en la memoria del p¨²blico a los pocos d¨ªas de ver la luz. En junio sale en Espa?a su ¨²ltimo disco, Luisa, donde cohabitan preciosas canciones en portugu¨¦s, franc¨¦s e ingl¨¦s, con ecos de Bob Dylan o Joni Mitchell, que se podr¨¢n escuchar en directo el 24 de julio en el Teatro Real de Madrid. Peque?as historias interpretadas por esta peculiar voz que no cabe confundir con ninguna otra.

-Cant¨¢bamos mucho en casa. Hac¨ªamos tres voces: mi padre, la grave; Salvador, la m¨¢s aguda, y yo, la de en medio. Mi padre toca la bater¨ªa, que no es lo m¨¢s practico para cantar, pero yo comenc¨¦ a acompa?arme con la guitarra y a componer a los 12 a?os. Desde ni?a necesitaba expresar algo propio. Tendr¨ªa 13 a?os cuando grab¨¦ un disco de canciones m¨ªas con mi hermano. Mi padre escuchaba mucho Beatles, Rolling Stones, tambi¨¦n algo de jazz. A ¨¦l le fascinaban las letras. Esa ha sido la raz¨®n por la que las palabras son tan importantes para m¨ª, porque nos contextualizaba la letra, el momento y el por qu¨¦ fue escrita. Mi madre no canta, a ella le dejamos el papel de hacer los v¨ªdeos. Recuerdo que en un viaje a Israel, en la visita a unas catacumbas, hab¨ªa una ac¨²stica tan incre¨ªble que empezamos a cantar los tres. Los turistas nos escuchaban como si estuvieran asistiendo a un concierto. Ella lo filmaba. Fue precioso.

-Mi familia es especial por tener una disposici¨®n a lo art¨ªstico, pero sobre todo porque mis padres siempre han tenido mente muy abierta y nos han criado en un ambiente de mucho amor.

-Me fui a los Estados Unidos con 16 a?os, despu¨¦s de haber participado en el Pop Idol y haberme hecho tremendamente popular. Pero yo deseaba salir de casa, sab¨ªa que ten¨ªa que buscar mi identidad musical. Me fui a un pueblo muy chiquito en el estado de Nueva York, cerca de las cataratas del Ni¨¢gara. Muchas vacas y poca gente. A m¨ª me encant¨® porque la escuela ten¨ªa mil cursos art¨ªsticos: jazz, coro, musicales, teatro.

-Yo nunca fui t¨ªmida. No ten¨ªa miedo, deseaba vivir experiencias distintas. Y mis padres lo entend¨ªan perfectamente.

-Mi profesor de m¨²sica me dijo, si quieres estudiar jazz, el mejor sitio es Berklee College, en Boston. Me admitieron y me encontr¨¦ con todo lo que pod¨ªa so?ar: estudiantes hablando de m¨²sica las 24 horas. Estuve cuatro a?os. Yo, que nunca me hab¨ªa gustado la escuela, me vi convertida en ese tipo de ni?a que hab¨ªa odiado en la infancia, la que buscaba ser la primera de la clase. Hac¨ªa todo lo que me ped¨ªan, r¨¢pida e intensamente. Si me ped¨ªan una canci¨®n de seis segundos de funk, yo entregaba una canci¨®n entera. Y los dem¨¢s me miraban como, ?y esta?, ?de qu¨¦ va? Pero yo lo hac¨ªa porque era insaciable. Aquella intensidad fue necesaria, ahora ya me gusta descansar de la m¨²sica tambi¨¦n.

-Luego fui a NY a trabajar. Tocaba en restaurantes por la noche y por el d¨ªa trabajaba en un caf¨¦. No compuse nada porque estaba todo el d¨ªa trabajando. En los restaurantes, lo t¨ªpico, nadie te escuchaba, estabas de fondo. Es as¨ª. Yo quer¨ªa quedarme, pero cuando volv¨ª a Lisboa result¨® que Universal se mostr¨® interesada en producirme un disco. Hubiera querido seguir la aventura americana, pero la verdad es que el dinero que ganaba era de las propinas. Pens¨¦, si me quedo en Portugal tengo la posibilidad de hacer mi m¨²sica, si me quedo en NY me dedico a servir caf¨¦s. La vida es as¨ª, te abre nuevos caminos. Y volv¨ª despu¨¦s de seis a?os.

-Al principio fue raro y dif¨ªcil, es algo traum¨¢tico el regreso si te has ido con 16 a?os. Pero el trabajo me ayud¨® a readaptarme. Adem¨¢s, la calidad de vida es mejor aqu¨ª. All¨ª compart¨ªa casa, siempre iba corriendo, sent¨ªa una gran confusi¨®n.

-Creo que mi generaci¨®n en Portugal est¨¢ haciendo muy buena m¨²sica, se nota que hemos aprendido mucho. Y somos amigos, colaboramos, nos pedimos letras unos a otros, hay una gran camarader¨ªa.

-Mi maternidad cay¨® en un periodo perfecto. Hab¨ªa compuesto un disco para ni?os (Joao es muy popular en Portugal) y hab¨ªa dejado grabado este ¨²ltimo, Lu¨ªsa, que grab¨¦ embarazada. Lo dej¨¦ todo listo para estar tranquila cuando tuviera al beb¨¦. A lo largo del embarazo, mi madre me grab¨® un v¨ªdeo que hice pensando en mi hijo. Pobre, tuvo mucha paciencia conmigo. Esa canci¨®n s¨®lo existir¨¢ en ese v¨ªdeo. No la voy a grabar.

-Compuse ¡°Amar pelos Dois¡± con la idea de que la cantara Salvador. Yo no quer¨ªa cantarla, no quer¨ªa exponerme demasiado. La voz de mi hermano es la que conozco mejor, la que m¨¢s me gusta en Portugal, as¨ª que¡­ ?por qu¨¦ no propon¨¦rselo? Yo siempre he sabido que mi hermano es incre¨ªble, tiene una voz que llega al coraz¨®n as¨ª, directo, pero la gente no lo sab¨ªa. Su disco no se hab¨ªa escuchado demasiado, no tuvo repercusi¨®n y yo quer¨ªa ayudar porque intu¨ªa que con un empuj¨®n medi¨¢tico el p¨²blico lo iba a adorar. Y lo hemos conseguido.

-La experiencia eurovisiva fue curiosa en el sentido de que hicimos todo como quer¨ªamos. Y nos dejaron porque se dieron cuenta de que nos sal¨ªamos de la norma. Desde el inicio fue distinto, porque ¨¦l no pod¨ªa acudir a los ensayos y tuve que hacerlos yo. Y cuando gan¨® yo sal¨ª a cantar con ¨¦l. No lo hab¨ªamos avisado. Fue as¨ª, natural: ¨¦l me dijo, vamos a cantar juntos. Porque para nosotros era una victoria de los dos. Ahora hay gente que dice, mira, ella le quiso robar el protagonismo. Y yo, pero qu¨¦ dices, por Dios, es mi hermano, estamos muy unidos. Cuando escucho cosas as¨ª, pienso, ?por qu¨¦ hay gente que puede pensar que yo necesito protagonismo? Cuando subimos al escenario yo ni siquiera me escuchaba, pod¨ªa haber desafinado, pero no me importaba, deseaba estar con ¨¦l, no quer¨ªa perderme la emoci¨®n de estar ah¨ª. Pensar en otra raz¨®n es rid¨ªculo. Pero siempre hay gente que cuando pasa una cosa buena tiene que a?adir algo feo, algo mezquino.

-Nuestras voces quedan muy bien juntas. Con los hermanos que han cantado desde ni?os pasa eso, son voces que han crecido juntas.

-Yo hab¨ªa escuchado mucho una canci¨®n de Sting, Practical Arragement, que habla de un chico que le dice a una chica, tu hijo y t¨² pod¨¦is venir a vivir conmigo, no tienes que prometerme que me vas a querer como yo te quiero a ti. Me parec¨ªa tan bonito eso, esa falta de orgullo. Si amas a alguien hay algo de eso, de esa entrega generosa. Esa idea se me qued¨® aqu¨ª y la canci¨®n surgi¨® con ese argumento: s¨¦ que no me quieres, pero mi amor es tan grande que yo puedo hacerlo por los dos.

-Lo mejor que le puede ocurrir a un compositor es ver c¨®mo, de pronto, la canci¨®n que compuso deja de ser suya. Y eso es lo que ha ocurrido: el p¨²blico ha hecho suya Amar pelos Dois porque siente que habla de su vida. Esa es la maravilla de las canciones, que hablan de ti. La cant¨¦ en mi ¨²ltimo concierto y la gente se puso de pie, la cantaba, y yo dec¨ªa, ay, ya voy a llorar otra vez. No pod¨ªa terminarla.

-Estos d¨ªas pasados fueron muy intensos. Yo estaba muy vulnerable. Creo que llor¨¦ m¨¢s en estos d¨ªas que en toda mi vida. Cuando llegamos al aeropuerto de Lisboa y estaba esperando toda esa gente, me daba pena no poder pararme a hablar con ellos, y tambi¨¦n sent¨ªa orgullo. Al meternos en el coche, nos pusimos los dos a llorar. Todo muy loco.

-Mis padres fueron con nosotros a Kiev, ellos se ocupaban de las cosas pr¨¢cticas. Mis padres son incre¨ªbles, enseguida hacen que todo sea muy natural. La gente me dec¨ªa: se comportan como si hubierais ganado un concurso en el colegio. Al d¨ªa siguiente del regreso a Lisboa estaban viendo las noticias y mi madre le dijo a mi padre, f¨ªjate, llevan treinta minutos hablando de nuestros hijos. Ellos siguen su ritmo, trabajando mi padre de anticuario y mi madre en su estudio de costura. Ella me hizo la ropa para el festival. Colgu¨¦ una foto en Instagram para publicitar un poco su taller y ahora la gente va ah¨ª buscando entrevistas. La pobre se esconde, le dice a su compa?era, diles que no estoy. Est¨¢n muy orgullosos, claro, compran la prensa y guardan todo lo nuestro, pero cuando llegamos a casa son capaces de hablarnos de otras cosas. Y nosotros necesitamos eso. Necesitamos estabilidad emocional. Mi hermano me lo dice, oye, ya no puedo hablar m¨¢s de Eurovisi¨®n, estoy harto.

Algunos coleccionistas de buenas canciones tenemos desde hace tiempo un lugar preferente para las de Luisa Sobral. Es urgente que esta artista portuguesa se mueva en nuestros escenarios como lo hace en los suyos. Se lo merece ella, nos la merecemos nosotros.

?