Apoteosis del rejoneo moderno
Diego Ventura y Leonardo Hern¨¢ndez, con tres y dos orejas, salen a hombros por la puerta grande
El Capea / Ventura y Hern¨¢ndez, mano a mano
Toros despuntados para rejoneo de El Capea, justos de presentaci¨®n, mansos, blandos, nobles, d¨®ciles y descastados.
Diego Ventura: rej¨®n trasero (oreja); rej¨®n muy trasero y ca¨ªdo (dos orejas); pinchazo, rej¨®n trasero y un descabello (ovaci¨®n). Sali¨® a hombros por la puerta grande.
Leonardo Hern¨¢ndez: rej¨®n trasero (oreja); rej¨®n trasero y un descabello (ovaci¨®n); rej¨®n trasero y dos descabellos (oreja). Sali¨® a hombros por la puerta grande.
Plaza de Las Ventas. Decimoctava corrida de feria. 28 de mayo. Lleno (21.767 espectadores).
Ventura y Hern¨¢ndez est¨¢n en la cumbre del rejoneo actual y lo han vuelto a demostrar en la plaza de Las Ventas. Los dos se emborracharon de triunfo y salieron a hombros por la puerta grande (el m¨¢s veterano, por decimocuarta vez).
Fue una tarde apote¨®sica, muy completa y divertida por parte de ambos. A su depurada t¨¦cnica y contrastada maestr¨ªa a?aden dos cuadras de caballos que hacen gala de una doma perfecta y una torer¨ªa que ya quisieran para s¨ª muchos de los que se visten de luces.
Los dos caballeros basan su tauromaquia en las cercan¨ªas, en alcanzar los l¨ªmites del riesgo y en el temple con el caballo cabalgando a dos bandas. Apuran al m¨¢ximo que el toro roce con los despuntados pitones el pecho de las monturas, y se lucen ¡ªy de qu¨¦ manera¡ª acompasando la velocidad de la montura a la del toro, con el primero desplaz¨¢ndose de lado, pegado a tablas, con el fin de llevar la congoja y la emoci¨®n a los tendidos. Y a fe que lo consiguen, y que hacen la suerte con un conocimiento apabullante.
Pero eso no es todo; dominan todos los tercios, lo que les permite jugar al toro m¨¢s que torear a caballo.
Ya se conoce, por otra parte, que el p¨²blico no es muy exigente (no puede serlo quien acude a los toros con dos pollos para regal¨¢rselos a los caballeros en las vueltas al ruedo), y solo pretenden que los rejones y garapullos queden prendidos y la muerte del animal sea r¨¢pida.
En fin, que tanto Ventura como Hern¨¢ndez se divirtieron como en el patio de su casa, y consiguieron el triunfo deseado.
El primero brill¨® a gran altura en su primero, con dos caballos estrellas: Sue?o y Nazar¨ª, toreros de aut¨¦ntica categor¨ªa. Sue?o templ¨® de maravilla y los tendidos rugieron de emoci¨®n; Nazar¨ª es de su misma escuela y compite con su compa?ero en el mismo tercio de banderillas.
Volvi¨® a entusiasmar en el tercero; especialmente, al quiebro, con Fino, y en un par a dos manos sin riendas a lomos de D¨®lar. Y rubric¨® su actuaci¨®n con la primera pareja protagonista y un caballo espectacular llamado Ritz. Mat¨® mal a sus tres toros, pero la muerte de los dos primeros fue r¨¢pida, motivo suficiente para que aparecieran los pa?uelos.
Hern¨¢ndez, por su parte, un punto menos espectacular que su compa?ero, tambi¨¦n se luci¨® sobradamente y templ¨® con suficiencia en su lote; especialmente, a lomos de Despacio, que le permite poner banderillas al quiebro muy cerca del toro, con el que coloc¨® tambi¨¦n banderillas a dos manos. Menos br¨ªo demostr¨® el toro cuarto, lo que enfri¨® los ¨¢nimos del respetable y del propio caballero, que se mostr¨® m¨¢s apagado; y volvi¨® a decir que no quiere perder el tren de cabeza ante el sexto. Mont¨® entonces a Calimocho, un caballo muy torero con el que recuper¨® la intensidad de su actuaci¨®n. Tambi¨¦n mat¨® mal a sus tres toros.
Todo muy bien, pero¡ El pero es que los toros de El Capea parecen programados para el ¨¦xito; nobil¨ªsimos, d¨®ciles, buena gente de verdad, con las fuerzas muy justas, carentes de fiereza y desbordantes de clase. El toreo, aunque sea a caballo, debiera exigir algo m¨¢s de casta.
La corrida de hoy
Toros de Jos¨¦ Luis Pereda-La Dehesilla, para Morenito de Aranda, Iv¨¢n Fandi?o y Gonzalo Caballero.
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