La feria de los que no llegan al mostrador
Los ni?os toman la Feria del Libro de Madrid. En Espa?a se venden al d¨ªa 79.000 ejemplares de literatura infantil y juvenil
¡°?Una lista de las casetas de infantil? No hay, pero no te preocupes, te las vas a encontrar¡±. La chica de Informaci¨®n de la Feria del Libro tienen raz¨®n: cada pocos estands hay uno m¨¢s colorido que sus vecinos. Por las joyas ilustradas de las estanter¨ªas y porque los libreros y editores de infantil se curran la decoraci¨®n considerablemente m¨¢s que sus colegas. Mariposas de papel, hormigas de fieltro, setas y ¨¢rboles de cart¨®n pueblan estos tenderetes para un p¨²blico exquisito que apenas llega al mostrador. No hay problema: sobre el Paseo de coches del Parque de El Retiro han colocado butacas y escalones para que los ni?os miren y toquen.
Pero adem¨¢s de en las casetas especializadas, los libros infantiles se han colado en todas las dem¨¢s. En la editorial religiosa tienen Mi primera Biblia; en la gastron¨®mica, Cocina para ni?os con Thermomix; en la de autoayuda Tranquilos y atentos como una rana, una gu¨ªa de meditaci¨®n infantil; en la de g¨¦nero y homosexualidad, Daddy, Papa & Me y Mi princesito. Incluso en la sobria caseta del BOE hay un c¨®mic sobre el Retablo de las maravillas de Cervantes. Nadie se quiere perder el tir¨®n de un sector que vende diariamente 79.000 ejemplares en Espa?a y cuya facturaci¨®n creci¨® un 3% en 2014 (hasta 275,2 millones de euros, es decir, un 12,5% de la facturaci¨®n total del sector editorial), seg¨²n los ¨²ltimos datos del Observatorio de la Lectura y el Libro.
La aportaci¨®n de Guillermo, 9 a?os, al macrodato son los 40 euros de su hucha rota. Se ha gastado 12 en Penny Berry,? de 260 p¨¢ginas. "Me gustan los libros gordos", dice el ni?o ante la mirada orgullosa de su madre. "Va de dragones pero en la ¨¦poca actual".
Los hermanos Andreu Alfaro, de 8, 10 y 12 a?os, tienen que elegir un libro cada uno. ¡°Ya no les leemos, pero seguimos leyendo juntos¡±, dicen los padres. Abel, el peque?o lleva una lista con seis que le han interesado, la encabezan Pokemon y Destroza este diario. Su madre preferir¨ªa algo menos?bestseller, pero elegir, elige ¨¦l.
¡°Lo m¨¢s importante es negociar con el ni?o¡ que escoja ¨¦l, pero al mismo tiempo ir inculc¨¢ndole un criterio, cierto gusto¡±, dice Zaida P¨¦rez de la librer¨ªa infantil Liberespacio donde se hacen talleres para beb¨¦s desde 9 meses y asesor¨ªas para construir una primera biblioteca. ¡°Por ejemplo, ¨¦l quiere que le leas la Patrulla Canina, vale, pero negocias, y despu¨¦s le lees algo as¨ª¡¡±, dice mostrando Tomar y Dar una maravilla de dise?o conceptual con piezas troqueladas que se sacan de las p¨¢ginas, obra de la ilustradora francesa Lucie F¨¦lix. ¡°Y una lectura va llevando a otra¡±. ?C¨®mo las drogas? ¡°Yo desde luego, soy una adicta a los libros¡±, se r¨ªe la librera.
En la feria los libros m¨¢s convencionales (letras globo, gamas de colores simples, ilustraciones que parecen sacadas de un banco de im¨¢genes) conviven con fin¨ªsimas obras de autor. Hay ¨¢lbumes dise?ados con mimo y escritos con gusto, y cuentos hechos en serie desde los ochenta. Entre estos ¨²ltimos, priman las princesas y el rosa para las ni?as y los camiones y el azul para los ni?os. Muchos se han convertido simplemente en la excusa que acompa?a a todo tipo de objetos: son pegatinas, un pato de goma, un peluche o un cochecito¡ con un libro pegado. Desde la portada del manual Mi bolso de top model ¨Cque incluye un pintalabios¨C una lolita maquillada mira moh¨ªna por encima de sus gafas de sol.
Nada m¨¢s lejos de las portadas de la colecci¨®n Peque?a & Grande (Alba) que venden en la Librer¨ªa de Mujeres. Biograf¨ªas ilustradas, en colores neutros y con trazos inocentes, sobre Marie Curie, Frida Kahlo o Diane Fossey. ¡°Este tipo de obras para ni?as est¨¢ en alza, pero todav¨ªa, de cada 15 libros que nos traen los editores, solo nos interesan dos o tres¡±, dice Carmen Acero, que tambi¨¦n vende libros protagonizados por ni?os que hablan de emociones m¨¢s que de veh¨ªculos.
¡°Las fase princesa y camiones est¨¢ ah¨ª y no hay que censurar, pero hay libros maravillosos y diferentes sobre princesas y camiones, solo hay que saber buscar¡±, dicen en la caseta de El drag¨®n lector, Alejandra Camacho y Clara Echevarr¨ªa, con dos librer¨ªas en Madrid. Echando mano de ¡°sentido del humor e intriga¡± la pareja recomienda m¨¢s all¨¢ de la edad, sexo y gustos del ni?o.?Aqu¨ª los libros no van solo de piratas o animales, sino que son ¡°surrealistas¡±, ¡°evocadores¡±, ¡°un poco canallas¡±. A los padres, les explican los conceptos y el formato, ofrecen bibliograf¨ªa de los autores, a?os de edici¨®n, materiales, resistencia, tipo de letra, referencias¡ A los ni?os les explican las historias y les dejan abrir, tocar, mirar, pedir.
Con pasi¨®n y paciencia, los libreros y editores de infantil atienden a dos clientes por cada libro, y su prescripci¨®n es muchas veces mediadora. En Kalandraka, Bel¨¦n Saez tiene un ni?o que se ha prendado de un cuento sobre un cocodrilo con poca letra. La madre quiere algo m¨¢s sofisticado para su nivel lector, as¨ª que Bel¨¦n improvisa un cuentacuentos privado de D¨®nde viven los monstruos, m¨¢s acorde con su edad. Un cuarto de hora despu¨¦s, el joven cliente agradece la narraci¨®n, pero sigue prefiriendo el cocodrilo, gracias, y con un empujoncito de la editora, la madre consiente. ¡°Es precioso que le deje llevarse el que ¨¦l quer¨ªa¡±, dice Saez, ¡°ese libro lo va a leer cien veces¡ Si les pides que elijan hay que ser coherentes¡±.
¡°Lo peor son los padres que insisten en el ¡®?Cu¨¢l te gusta?, ?cu¨¢l te gusta?¡¯, sin darles tregua para que exploren el libro¡±, explica Cristina Peregrina desde la caseta de la editorial Kokinos. ¡°?C¨®mo van a elegir viendo solo la portada?¡±, dice, dejando que Luc¨ªa, de 6 a?os, trastee un buen rato con el on¨ªrico Al final, de Silvia Nanclares e ilustraciones de Miguel Brieva. ¡°?Qu¨¦ te ha parecido?¡±. ¡°Bonito, pero yo quiero uno de Egipto¡±, responde la ni?a.
Un poco m¨¢s all¨¢, disfrazada de hada, corona de flores incluida, Raquel S¨¢nchez Ortiz firma Lasa?a la ara?a. ¡°Es una autoedici¨®n hecha con crowdfunding, as¨ª que los padres a veces ponen cara porque no es un libro tan fino como estos otros, pero a los ni?os les encanta¡±, dice la autora, primeriza en la feria. Yazira, 9 a?os, y su madre se acercan buscando uno de Pokemon. Con desparpajo, la autora les habla del suyo, dirigi¨¦ndose simult¨¢neamente a la hija (¡°es de bichejos y te hago un dibujo¡±) y a la madre (¡°va sobre bullying y es biling¨¹e¡±). Al final, compran los dos. ¡°Mira, te lo est¨¢ dedicando solo para ti, esto es muy importante y solo pasa en la Feria¡±, le dice la madre a? Yazira que asiente encantada. Quiz¨¢s cuando ya haya olvidado los pokemones, aun recuerde la primera vez que un autor le firm¨® un libro en El Retiro.
Babelia
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