Un teleobjetivo permite atribuir cuatro pinturas a Julio Romero de Torres

En la pel¨ªcula?Blow-Up, de Michelangelo Antonioni, basada en un relato de Julio Cort¨¢zar, el fot¨®grafo protagonista descubre un posible asesinato cuando no deja de ampliar unas fotos que hab¨ªa captado de una pareja en un parque. En la poblaci¨®n jienense de Porcuna, Juan Miguel Bueno Montilla descubri¨® gracias a su c¨¢mara fotogr¨¢fica provista de un teleobjetivo de 400 mil¨ªmetros -¡°como los que usan los paparazzi¡±, apunta- que cuatro pinturas que decoran las pechinas de la c¨²pula de la parroquia son del cotizado artista Julio Romero de Torres. ¡°Al estar muy altas, porque la iglesia es muy grande aunque sea de un pueblo, no se pod¨ªa ver de qui¨¦nes son los cuatro lienzos de los evangelistas. Ahora ya lo sabemos¡±, explica Bueno, curtido fot¨®grafo, pintor y licenciado en Bellas Artes.

Ya se sab¨ªa y estaba documentado que, a principios del siglo XX, Julio Romero de Torres acept¨® el encargo de la citada parroquia de ilustrar el templo con grandes murales que representaban escenas b¨ªblicas. El artista cordob¨¦s (1874 -1930) despleg¨® su virtuosismo en obras conocidas por cualquier experto o aficionado a la pintura del creador, c¨¦lebre sobre todo por sus sensuales retratos de rotundas mujeres andaluzas. Pero se desconoc¨ªa que tambi¨¦n pint¨® cuatro ¨®leos sobre lienzos que fueron colgados en la c¨²pula del templo, inaugurado hace 107 a?os, y olvidados con el paso del tiempo, hasta el punto de que no aparecen atribuidos en los estudios el creador. ¡°Son los cuatro evangelistas y debi¨® pintarlos entre 1903 y 1905¡±, explica Bueno Montilla, que hoy presenta en la poblaci¨®n jienense el libro Julio Romero de Torres en Porcuna, que ha coescrito junto a su padre, el tambi¨¦n pintor y experto en el artista cordob¨¦s, Manuel Bueno Carpio. En la obra, desvela sus hallazgos y relata el paso de Romero de Torres por la localidad olivera, conocida tambi¨¦n por sus esculturas ib¨¦ricas de 2.500 a?os.

Mercedes Valverde, directora de los museos municipales de C¨®rdoba, que incluye el dedicado a Julio Romero de Torres, conoce la atribuci¨®n y certifica su autenticidad, adem¨¢s de destacar su importancia en la obra del artista. Subraya que la tem¨¢tica religiosa estuvo muy presente en la producci¨®n del artista, que realiz¨® unos 500 retratos. Y recuerda que tambi¨¦n pint¨® los murales de la finca de El Plant¨ªo de la familia Oriol y Urquijo y que vivi¨® en Madrid la mayor parte de su vida, con un estudio en un ¨¢tico en el palacio de Longoria, actual sede de la SGAE, que le cedi¨® el ¡°dentista de Alfonso XIII, Florest¨¢n Aguilar, padre de la odontolog¨ªa en Espa?a¡±. ¡°A C¨®rdoba vino a morir, como otros grandes¡±, concluye Valverde.