El ¡®goya¡¯ que se escond¨ªa en el almac¨¦n
Sali¨® de Zaragoza hacia los talleres del Museo del Prado como un cuadro atribuido a Francisco Bayeu. El seguro de transporte lo valor¨® en 20.000 euros en el viaje de ida. A la vuelta, la p¨®liza era de seis millones
Sali¨® de Zaragoza hacia los talleres del Museo del Prado como un cuadro atribuido a Francisco Bayeu y volvi¨® como un goya. El seguro de transporte lo valor¨® en 20.000 euros en el viaje de ida. A la vuelta, la p¨®liza era de seis millones. El ¨¦xtasis de San Antonio Abad, un peque?o ¨®leo de 67 por 46 cent¨ªmetros, llevaba m¨¢s de dos d¨¦cadas en los almacenes del Museo de Zaragoza. Decidieron retirarlo de la exposici¨®n porque no estaba en condiciones y al evaluar su posible limpieza empezaron las sospechas. ?Y si era un goya?
La pregunta, contra lo que pueda parecer, no es extra?a en Zaragoza, donde un traslado de muebles en una sacrist¨ªa, la catalogaci¨®n de una herencia en una familia venida a menos o la restauraci¨®n de una capilla hacen saltar las alarmas goyescas con relativa frecuencia. El pintor, nacido en Fuendetodos, vivi¨® en la ciudad hasta su traslado a Madrid en 1775 y quedan por descubrir algunos trabajos religiosos menores, a los que se dedic¨® en sus primeros a?os. Obras que, como El ¨¦xtasis de San Antonio Abad, acabaron en oratorios particulares, casonas de la aristocracia y parroquias. Sin firma, sin catalogar, son el sue?o de muchos cazadores de goyas que a¨²n esperan cobrarse su pieza en una almoneda. Pero rara vez se confirman las alarmas. Los expertos suelen desinflar las ilusiones y atribuyen esos cuadros, a menudo, tras dos vistazos, a los Bayeu, a Luz¨¢n o a cualquiera de los pintores zaragozanos coet¨¢neos de Francisco de Goya.
Con El ¨¦xtasis de San Antonio Abad, sin embargo, no hubo escepticismos. ¡°Desde el principio, el cuadro ol¨ªa mucho a Goya¡±, cuenta Isidro Aguilera, director del Museo de Zaragoza, ¡°as¨ª que, un d¨ªa en que vino Manuela Mena [jefa de conservaci¨®n del siglo XVIII y Goya en el Prado], se lo ense?amos, confirm¨® nuestras sospechas y se ofreci¨® a llevarlo al Prado para estudiarlo¡±.
El lienzo lleg¨® a lo que entonces se llamaba Museo Provincial de Zaragoza en 1925, procedente de una donaci¨®n an¨®nima. ¡°Quiz¨¢ estuvo en un oratorio, pues unas velas hab¨ªan deteriorado el barniz¡±, aventura Aguilera. Nada o muy poco se sabe de la pieza, salvo que debi¨® pintarse en torno a 1780, pues es una versi¨®n de un cuadro del pintor italiano Corrado Guiaquinto, expuesta en la iglesia romana de San Giovani Calibita, que Goya copi¨® in situ en 1771 durante su viaje a Roma. Qu¨¦ pas¨® en los 145 a?os que van desde su ejecuci¨®n hasta que un donante lo dej¨® en el museo en 1925 es un misterio.
La cuna del pintor
No es extra?a la excitaci¨®n por el hallazgo, que fue presentado ayer por el presidente de Arag¨®n, Javier Lamb¨¢n. No solo por lo que tiene de novelesco en s¨ª, ni por la relevancia del autor, sino porque Zaragoza, que pasa por ser la verdadera cuna de Francisco de Goya y el lugar donde se gest¨® el genio y con el que mantuvo toda su vida una relaci¨®n de pasi¨®n y distancia, est¨¢ sediento de goyas. Al margen de las grandes pinturas murales, como la c¨²pula Regina Martyrum de la bas¨ªlica del Pilar y los frescos de la Cartuja de Aula Dei, en las afueras de la ciudad, entre otras, no hay mucha obra de Goya en Zaragoza. El Museo Goya, propiedad de Ibercaja, expone 14 pinturas, un dibujo y las cinco series de grabados. En el Museo de Zaragoza, adem¨¢s de El ¨¦xtasis, se pueden ver algunos lienzos de juventud, del Goya antes de Goya, y una obra crepuscular y enigm¨¢tica, Mujer con mantilla (1825).
Todo junto, aun siendo un corpus interesante, no suma para crear un gran centro de arte dedicado al artista, viejo proyecto del gobierno auton¨®mico que se ha visto frustrado varias veces y con el que su tierra natal pretende desmentir definitivamente la leyenda del desprecio, la que cuenta que el genio sali¨® de Arag¨®n harto y renegado. La atribuci¨®n de El ¨¦xtasis de San Antonio Abad y su exposici¨®n en el Museo de Zaragoza es el ¨²ltimo gesto de desagravio.
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