Claudia Pi?eiro: ¡°Todos hablan de pol¨ªtica en Argentina, es el gran entretenimiento¡±
La escritora bonaerense, siempre entre las m¨¢s le¨ªdas en su pa¨ªs y con gran ¨¦xito en otros, lanza su nueva novela, 'Las maldiciones', por primera vez ambientada en el convulso mundo de la pol¨ªtica de Buenos Aires
Nada m¨¢s entrar en una de las m¨ªticas librer¨ªas de Buenos Aires, algo llama la atenci¨®n al lector no argentino. Entre los libros espa?oles, latinoamericanos o anglosajones, hay de todo. Pero entre los locales hay casi unanimidad. Todo gira de una u otra manera en torno a un tema: la pol¨ªtica. Y detr¨¢s hay una gran pregunta recurrente: ?hacia d¨®nde va el pa¨ªs austral? Los libros de ensayo m¨¢s vendidos son de gur¨²s pol¨ªticos, analizan a los poderosos m¨¢s famosos o directamente est¨¢n escritos por ellos, de uno y otro bando. Y en los de ficci¨®n, el trasfondo tambi¨¦n est¨¢ centrado en la pol¨ªtica. Incluso una escritora de novelas de gran ¨¦xito como Claudia Pi?eiro (Burzaco, Buenos Aires, 1960) se ha entregado en su ¨²ltimo libro por primera vez a un vibrante thriller pol¨ªtico con personajes que no son reales, pero lo parecen.
El libro, como sucede siempre con Pi?eiro desde "Las viudas de los jueves", se ha colocado r¨¢pidamente entre los m¨¢s le¨ªdos en Argentina, y los lectores se divierten tratando de poner nombres de la realidad a cada una de las creaciones de la escritora. ¡°Hay muchos personajes que podr¨ªan ser reales pero todos tienen alg¨²n elemento que hace imposible identificarlos con alguno de los m¨¢s conocidos. Muchos me preguntan si el protagonista, Rovira, es Macri. Y claramente no, es otro tipo de persona. Otros me dicen que su asesor, Sylvestre, es con seguridad Dur¨¢n Barba [el gur¨² ecuatoriano de Macri]. Pero todos los pol¨ªticos tienen asesores, podr¨ªa ser cualquiera de ellos¡±, cuenta Pi?eiro.
Pregunta: El libro dibuja una imagen de la pol¨ªtica muy cruel, diferente a la idealista en la que se cri¨® la hija de un comunista espa?ol emigrado como usted. ?Escribe desde la decepci¨®n?
Respuesta: Mi casa era muy pol¨ªtica y mi ¨¦poca tambi¨¦n. Ahora en Argentina y en otros muchos pa¨ªses aparecen estar personas que dicen "como yo s¨¦ manejar una empresa, soy exitoso tambi¨¦n voy a saber manejar un pa¨ªs". Y detr¨¢s de eso no hay un discurso pol¨ªtico, de ideas de peso. Muchos a?oramos ese pol¨ªtico que te hac¨ªa pensar, que hab¨ªa ideas, sustancia. Pasa en todos los partidos. Al principio los discursos de Cristina Kirchner ten¨ªan una contundencia mayor. Cada vez fueron haci¨¦ndose m¨¢s f¨¢ciles.
P. La trama de la novela es descarnada, con pol¨ªticos que cometen los peores delitos para llegar al poder. Pero para el lector argentino parece cre¨ªble.
R. Eso es de lo m¨¢s veros¨ªmil que tiene la novela [se r¨ªe]. Alguien dijo que la literatura no da cuenta de c¨®mo es una sociedad sino de como se ve a s¨ª misma. Nosotros nos vemos as¨ª. Hay una enorme desilusi¨®n con la pol¨ªtica.
P. Hay asesinatos y extorsiones del peor nivel, un pol¨ªtico que cree en maldiciones. ?Eso es Argentina?
R. A veces la novela est¨¢ en el l¨ªmite de la parodia. Yo escrib¨ªa y pensaba: se van a dar cuenta de que esto es un chiste. Pero despu¨¦s ve¨ªa en la televisi¨®n algo similar. La semana pasada, Daniel Scioli [ex candidato presidencial del peronismo, que rompi¨® con su novia 30 a?os menor que ¨¦l y embarazada de tres meses porque le fue infiel con otra y le pidi¨® que abortara] sali¨® en televisi¨®n a decir que todo esto le va a dar m¨¢s fuerza para seguir luchando por su pa¨ªs. Me escribi¨® mucha gente diciendo ?esto se lo escribi¨® Sylvestre! [el gur¨² del protagonista en la novela]. Scioli dijo que la otra chica le hab¨ªa enviado fotos medio desnuda porque estaba promocionando su marca de ropa interior. Yo eso lo habr¨ªa puesto en mi novela en chiste. Y sin embargo ¨¦l le paga a alguien que le ha dicho que le va a ir bien si dice eso. ?Qu¨¦ nos pas¨® como pueblo para aceptar esto?
P. ?Por qu¨¦ Argentina est¨¢ tan obsesionada con la pol¨ªtica?
R. Todo el mundo habla de pol¨ªtica en Argentina. Cuando yo era chica, a la hora de la cena en la televisi¨®n estaba la t¨ªpica comedia familiar. Ahora todo son programas de pol¨ªtica. Creo que de alguna manera se ha convertido en un entretenimiento para los argentinos. Y en realidad no hay nada m¨¢s entretenido que un programa de pol¨ªtica, yo a veces cambio de canal y acabo volviendo porque nada puede competir. Creo que tambi¨¦n tiene que ver con esa cosa tan argentina de que nosotros sabemos de todo, y por supuesto tambi¨¦n de pol¨ªtica.
P. ?La realidad argentina es un buen material para una novela?
R. Cuando empec¨¦ a escribir este libro, pensaba en estos dos personajes y su drama, que tiene que ver con la paternidad, con la b¨²squeda de la identidad. Pero como lo met¨ª en el mundo de la pol¨ªtica, me chup¨® todo. Es tan grande, tan poderoso, que se lleva puestas todas las peque?as historias que se me pod¨ªan haber ocurrido. Si me preguntabas antes de escribir de qu¨¦ trataba la novela, te hablar¨ªa de los personajes, del dilema moral y perverso que uno le plantea a otro. Pero al estar en el mundo de la pol¨ªtica se corre todo. Porque en pol¨ªtica, lo peor, incluso ser un asesino, es cre¨ªble. All¨ª todo vale.
P. Estos d¨ªas muri¨® un hombre cercano a los Kirchner de un infarto en la calle y nadie crey¨® la versi¨®n oficial, todos pensaron en una conspiraci¨®n a pesar de que un v¨ªdeo mostr¨® como se desplomaba solo en pleno centro. ?Por qu¨¦ los argentinos nunca creen en la l¨ªnea recta?
R. Lo que pasa es que nos mintieron muchas veces. Hoy hab¨ªa un fiscal que iba en bicicleta, lo atropell¨® un colectivo, y ya. Algunos sospecharon. Ya es demasiado. Es agotador. Pero la realidad muestra que en nuestro pa¨ªs las cosas fueron as¨ª muchas veces. Ahora estoy haciendo el gui¨®n de una biopic de Ra¨²l Alfons¨ªn, y nos estamos viendo con mucha gente de la ¨¦poca. Y no podemos creer lo que estaba por detr¨¢s de un mont¨®n de cosas.
P. Es su primera obra totalmente centrada en la pol¨ªtica.
R. Hice teatro pol¨ªtico varias veces. Tengo una obra sobre el genocidio armenio. Y creo que novelas como Las viudas de los jueves o Betib¨², ten¨ªan un mensaje pol¨ªtico. Pero esta es mi primera novela ambientada directamente en la pol¨ªtica. Yo siempre escribo sobre la realidad argentina, mis personajes est¨¢n en la calle aqu¨ª y ahora. Y aqu¨ª y ahora en Argentina lo que est¨¢ es la pol¨ªtica. Est¨¢ en las panader¨ªas, en las verduler¨ªas, en el supermercado. Y la gente no se cansa. A mi novela le va bien, otros como el libro de Laura Di Marco sobre Macri tambi¨¦n est¨¢n vendiendo mucho. El problema es que no tenemos un pensamiento cr¨ªtico, lo hacemos para entretenernos. En estos programas de televisi¨®n pol¨ªticos, cuando alguien empieza a hablar en serio de un tema, lo cortan para pasar a una discusi¨®n.
P. ?Es muy dif¨ªcil discutir de pol¨ªtica en Argentina?
R. La pol¨ªtica ac¨¢ es muy visceral. Se pierden amigos por discusiones. Los argentinos somos muy duros con nosotros mismos. Pero hay cosas de las que podemos estar orgullosos. Una es la forma en que defendemos los derechos humanos. No en cualquier pa¨ªs habr¨ªa salido tanta gente a la calle contra esa sentencia del dos por uno [que reduc¨ªa las condenas a los represores]. O por ejemplo que la educaci¨®n universitaria sea gratuita y venga gente de toda Latinoam¨¦rica a estudiar ac¨¢.
P. ?Argentina se est¨¢ reinventando otra vez?
R. Somos expertos en hacernos y rehacernos. En 2001 parec¨ªa que se terminaba todo, al punto que no ten¨ªas plata en la billetera para ir a comprar leche. Hab¨ªa mucha gente fuera del sistema. Y sin embargo fue el a?o en que aparecieron varias editoriales independientes, hab¨ªa obras de teatro en las casas de los directores, de los actores, era una ebullici¨®n de resistencia. Hay una capacidad permanente de resurgir de las cenizas. Pero ya estoy harta de que ese sea nuestro capital. Cuando yo trabajaba en Arthur Andersen [fue economista de alto nivel antes que escritora] cuando hab¨ªa crisis en alg¨²n pa¨ªs nos llevaban a los argentinos. Ten¨ªamos una enorme capacidad de explicar el quilombo. Pero estoy harta de volver de las cenizas. En alg¨²n momento deber¨ªamos empezar a construir.
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