Cuando Super Mario fue tiranosaurio
EL PA?S prueba el nuevo juego de Super Mario para Nintendo Switch
Mario tira su gorra con un floreo. Como todo en este fontanero bigotudo, es mucho m¨¢s que una gorra. Se llama Cappie (del ingl¨¦s cap, gorra) y tiene dos ojos saltones y mucha personalidad. Y adem¨¢s una magia secreta. La magia de invadir cualquier cosa, sea un ente animado o inanimado, vivo o inerte. As¨ª que Mario ha decidido la invasi¨®n suprema. Su gorra vuela para invadir al mayor de todos los depredadores. Mario va a ser, en cuesti¨®n de instantes, un Tiranosaurio Rex. Con mostacho.
EL PA?S ha podido probar en exclusiva para Espa?a Super Mario Odyssey, el nuevo t¨ªtulo para Nintendo Switch de un personaje tan importante como Mickey Mouse o el Pato Donald en moldear el imaginario infantil. De sus m¨¢s de doscientos juegos, Mario ha vendido ya m¨¢s de 570 millones de copias. Volver¨¢ a batir r¨¦cords a partir del pr¨®ximo 27 de octubre. Porque el juego que hemos probado, invitados por la compa?¨ªa ?a los ?ngeles, es m¨¢gico. Una caja de sorpresas constante cuidada en cada detalle. Un claro candidato a competir con el hasta ahora intocable del a?o, The legend of Zelda. Breath of the wild. Tambi¨¦n de Nintendo.
Nintendo es una compa?¨ªa japonesa hasta el tu¨¦tano. Tanto que gusta de sacar pecho con lo japon¨¦s incluso cuando se introduce en un g¨¦nero desconocido. Mario y Zelda, sus dos creaciones m¨¢s c¨¦lebres, se han pasado al sandbox, el g¨¦nero de moda en el videojuego del presente. Pero cuando Yoshiaki Koizumi (productor del juego) y Kenta Motokura (director) comenzaron a hablar de Odyssey, eligieron un concepto japon¨¦s: hakoniwa, el arte de cultivar y dise?ar jardines en miniatura.
¡°En la saga Zelda tiene sentido dise?ar un gran mundo con enormes espacios abiertos. Porque es una aventura. Pero Mario es un juego de acci¨®n. As¨ª que nuestros escenarios son mucho m¨¢s compactos, pensados para que cada elemento dentro de ellos aporte riqueza y sorpresa. Como en un jard¨ªn en miniatura¡±, afirm¨® Koizumi. Esta densidad de sorpresas era evidente en cualquiera de los dos escenarios que pudimos jugar durante media hora, dos jardines a la medida de los arquetipos visuales de M¨¦xico y Nueva York. En el primero, meterse en una tuber¨ªa transformaba de pronto al fontanero bigotudo en su versi¨®n pixelada de 1985, la de su debut. La nostalgia duraba menos de un minuto de un ingenioso nivel cl¨¢sico desplegado sobre un muro. En la gran ciudad, el subirse a una scooter que vibraba como tal (confirmado por un italiano presente en el evento) permit¨ªa encontrar una ruta secreta entre andamiajes y una secci¨®n de plataformas de lo m¨¢s alocada. Sorpresas en cada esquina.
Nintendo quiere seguir explorando c¨®mo se juega con el cuerpo. En Odyssey los gestos naturales del cuerpo, por ejemplo, el de lanzar un sombrero, es la manera m¨¢s efectiva de controlar el personaje. Esto permite una hibridaci¨®n de mec¨¢nicas muy sugerente. El jugador tiene los dedos en el mando de toda la vida y pulsar un bot¨®n hace que Mario salte e inclinar la palanca de un joystick lo hace correr. Pero el poder integrar los gestos naturales del cuerpo en la partida de manera constante hace que el jugador tenga dos dimensiones de interacci¨®n con el mundo. Adem¨¢s, la sorpresa es constante porque lanzar a Cappie contra cualquier objeto, enemigo o criatura tiene resultados imprevisibles.
Odyssey tendr¨¢ una historia y hasta una canci¨®n. El momento m¨¢s surrealista de la presentaci¨®n sucedi¨® cuando Motokura, director del juego, anim¨® a toda la concurrencia a dar palmas y se arranc¨® a bailar una danza entre lo rid¨ªculo y lo elegante. El huesudo dise?ador mene¨® sus largas articulaciones tocado con un sombrero de copa blanco, el que lleva Mario en uno de sus m¨²ltiples trajes en su viaje por el mundo. El objetivo de esta odisea es, una vez m¨¢s, rescatar a la princesa Peach, un arquetipo de la mujer en apuros al que ha criticado feministas del videojuego como Anita Sarkeesian. Es m¨¢s, es un rescate nupcial, porque Mario compite con el draconiano Bowser, su villano de siempre, por la mano de la princesa.
EL PA?S plante¨® la pregunta sobre este asunto: ¡°Ahora que la mujer est¨¢ teniendo un rol cada vez m¨¢s protagonista en m¨²ltiples videojuegos, ?tendr¨¢ la princesa Peach la oportunidad de ser algo m¨¢s que la mujer a rescatar y desposar en este juego?¡±. La respuesta de Koizumi: ¡°Claro que vemos a la princesa Peach como un personaje fuerte. De hecho, en el anterior juego, Super Mario World 3D, sabemos que muchos jugadores la eleg¨ªan para la aventura. Y en Super Smash Bros es una de las luchadoras m¨¢s aguerridas. Aunque bueno, la gente tambi¨¦n necesita que la rescaten de tanto en tanto, pero ella estar¨ªa mucho m¨¢s capacitada por s¨ª misma para librarse del secuestro que por ejemplo yo¡±. Fuera como fuere, con Peach como mujer florero o como algo m¨¢s, este nuevo Mario huele a leyenda, a una nueva demostraci¨®n de que la orfebrer¨ªa del dise?o y arte de Nintendo est¨¢n un paso por delante. 32 a?os despu¨¦s, Super Mario sigue sorprendiendo. No es para menos. Ha pasado de fontanero a Tiranosaurio.
1UP, la secci¨®n de videojuegos de EL PA?S, ha realizado la cobertura del E3 invitado por Nintendo Espa?a.
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