Rosendo presenta disco y advierte que no tira la toalla aunque se ve mayor

A cuatro pasos del Congreso de los Diputados, donde se debate una moci¨®n de censura que naci¨® fallida, Rosendo presenta en un hotel su nuevo disco, despu¨¦s de cuatro a?os en silencio: ¡°Estamos igual, todos los cambios son para seguir igual¡­ siempre son los mismos dici¨¦ndonos las mismas cosas, y el que manda, manda, y a tragar. Seguimos con la misma cruz a cuestas y el mismo agobio¡±. Ah¨ª queda eso. El cantante promete seguir incordiando siempre que el cuerpo aguante, aunque el suyo da se?ales de agotamiento. Eso dice ¨¦l. El cuerpo le pide vida campestre, pero el esp¨ªritu le habla todav¨ªa de rocanrol: De escalde y trinchera se titula su nuevo trabajo, 10 canciones, entre ellas '?Qu¨¦ bufonada!', quiz¨¢ la ¡°m¨¢s seria¡±, dice, en la que cuenta con la colaboraci¨®n del flautista Jorge Pardo; o 'El Botillo y la pring¨¢', donde no ha necesitado diccionario porque las palabras, dice, son las de siempre: "mucho patriotismo y poca democracia".

Rodeado de c¨¢maras, el carabanchelero (Madrid, 1954) disipa la duda: todav¨ªa no es hora de decir adi¨®s a los escenarios, pero¡­ ¡°No cont¨¦is mucho conmigo, que ya estoy muy mayor¡±. El tono de sus respuestas deja o¨ªr esa letan¨ªa en varias ocasiones. ¡°Ya no tengo la necesidad imperiosa de tocar, pero no puedo vivir de las rentas, lo alargar¨¦ todo lo que pueda, porque, adem¨¢s, disfruto de lo que hago, pero¡­ Los a?os pesan y se siente y se nota¡±.

Cuatro a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo trabajo, Verg¨¹enza torera, a Rosendo le espera una gira por Espa?a que empieza este mismo viernes en Murcia. Estar¨¢ en Barcelona el 1 de julio y el 10 en Madrid, entre otras muchas ciudades. Rosendo se sienta en su taburete frente a los periodistas y espera paciente una larga sesi¨®n de fotos en la que no mueve una pesta?a para, al final, echarse a re¨ªr de buena gana: ¡°Pod¨¦is disparar todo lo que quer¨¢is, no lo vais a conseguir¡±. Camiseta gris sin marca ni mensaje, un sencillo pantal¨®n azul marino y unos zapatos corrientes. Solo la larga melena y el aro en la oreja dejan ver al rockero que est¨¢ dando toda una lecci¨®n de c¨®mo envejecer: con sobriedad, sensatez, cordial y sincero, sin ostentaciones de estilo, muy alejado de lo que ahora llaman postureo.

Agarra el micr¨®fono y da las gracias a la concurrencia: ¡°Tengo disco nuevo. Ya casi pensaba que no, pero tirando de las tripas he sacado una buena colecci¨®n de canciones. Estoy encantado de seguir en activo. Hasta que el cuerpo aguante, aunque cada vez se resiente m¨¢s¡±. El disco, dice, est¨¢ en la misma l¨ªnea de siempre, dando guerra, protestando. La trayectoria del cantante suma ya 22 discos, cinco de ellos en directo, y una banda sonora. De aquellas mallas setenteras a los pantalones algo m¨¢s flojos de ahora; con un cambio de guitarra, la Fender Stratocaster de siempre por una Gibson, pero conservando las pastillas originales. Sus letras guardan el mismo sabor de protesta y provocaci¨®n. ¡°Seguiremos despotricando y pas¨¢ndolo bien: eso es el rocanrol¡±.

Este disco, dice, cuenta lo que siente, como los dem¨¢s, ¡°son todos una especie de biograf¨ªa¡± aunque en los ¨²ltimos trabajos se nota m¨¢s cierto acomodo, quiz¨¢ sumisi¨®n: ¡°Nos vamos acomodando, nos dejamos llevar, nos acostumbramos¡±. Rosendo sigue teniendo cantera: ¡°Los m¨¢s j¨®venes me transmiten energ¨ªa en los conciertos¡±. Echa un capote a los millennials: ¡°Claro que hay rosendos en estas nuevas generaciones, pero a¨²n son j¨®venes, deja que crezcan, hacen rock convencidos y con sentido. Nosotros al inicio d¨¢bamos palos de ciego¡±, asegura.

Rosendo admiraba a Rory Gallagher, que muri¨® hoy hace justo 22 a?os. Le hacen notar al cantante esta casualidad. ¡°Era el m¨¢s grande, el mejor guitarrista que he escuchado y que afortunadamente conoc¨ª. Le tuve envidia y respeto. He querido siempre ser ¨¦l, pero me qued¨¦ en Rosendo¡±.