¡®Juego de tronos¡¯, qu¨¦ fuerte

No he visto ni un minuto de Juego de Tronos, pero soy capaz de mantener una conversaci¨®n sobre la serie.

Me explico: m¨¢s de una vez me he visto atrapado en alg¨²n grupo que hablaba del tema o he le¨ªdo comentarios en redes sociales, con lo que al final me he enterado de alguna que otra cosilla. Juego de Tronos ya forma parte del paisaje cultural y, del mismo modo que todos sabemos d¨®nde tiene la cicatriz Harry Potter y c¨®mo se llama el caballo de Don Quijote, es casi imposible no tener al menos cierta idea de por qu¨¦ Hodor solo dec¨ªa "hodor".

Eso s¨ª, cuando en una de esas conversaciones confesaba que no segu¨ªa la serie, los dem¨¢s me respond¨ªan abriendo mucho los ojos e hiperventilando. "?Pero c¨®mo...? ?Pero si es buen¨ªsima!". Y no lo dudo, pero no me ha dado por ah¨ª.

Como no quiero seguir causando microinfartos a amigos y compa?eros, he decidido mentir. Es mucho m¨¢s f¨¢cil. Si me preguntan si he visto el tr¨¢iler de la pr¨®xima temporada, contestar¨¦ que por supuesto. "A ver c¨®mo acaba la serie", a?adir¨¦, alegr¨¢ndole el d¨ªa a mi interlocutor, que me podr¨¢ explicar sus dos o tres teor¨ªas favoritas.

Solo tengo que responder con frases vagas, a?adiendo referencias y nombres, pero sin concretar, para que no me pillen. "Qu¨¦ fuerte lo de Jon Snow"; "lo del incesto no me lo esperaba"; "la duda no es qui¨¦n morir¨¢, sino cu¨¢ndo". Eso s¨ª, con cuidado: a ver si voy a soltar un spoiler sin saberlo.

No tengo nada que reprochar a los seguidores de esta serie. Yo fui igual de pesado (o m¨¢s) con Breaking Bad. Agarraba a desconocidos por la calle y les gritaba cosas sobre Walter White. Cuando pasamos por esos momentos de asombro que nos proporcionan algunas series, necesitamos desahogarnos con alguien, ya sea en persona o en Twitter. Qui¨¦n soy yo para robarle eso a nadie con un triste: "No, yo es que no la veo". Si no me cuesta nada.