Gregory Crewdson: ¡°No hay respuestas en mis im¨¢genes, solo preguntas¡±
El fot¨®grafo exhibe su ¨²ltimo y m¨¢s ¨ªntimo proyecto. Una narraci¨®n a trav¨¦s de la luz y el color sobre la soledad y vulnerabilidad del hombre frente a la naturaleza
En lo m¨¢s profundo de los bosques de Becket, Massachusetts, entre lagos y pinares se reencontr¨® Gregory Crewdson (Nueva York, 1962) a s¨ª mismo. Aquellos parajes que hab¨ªan configurado su ni?ez volv¨ªan a dar sentido a su vida tras el oscuro periodo que sigui¨® a su divorcio. E inspiraban su ¨²ltima serie de fotograf¨¬as, Cathedral of the pines; una nueva incursi¨®n en la soledad del ser humano y en su relaci¨®n con la naturaleza a trav¨¦s de la recuperaci¨®n de los paisajes perdidos del autor.
¡°Decid¨ª no utilizar actores como modelos, sino personas cercanas a m¨ª, amigos, familia o gente de la zona, en un intento de hacer una obra m¨¢s ¨ªntima y personal¡±, se?ala el fot¨®grafo americano. ¡°No es una serie biogr¨¢fica de forma estricta, pero si es mucho m¨¢s personal que el resto de mi trabajo. En ella se difuminan las barreras entre la ficci¨®n y la realidad, entre lo biogr¨¢fico y algo mucho m¨¢s teatral o inventado¡±. La serie toma el nombre de uno de los senderos del bosque, al tiempo que hace referencia a la iglesia metodista reconvertida en domicilio donde habita con su pareja.
Compuesta por 31 im¨¢genes, Cathedral of the pines se exhibe en la Photographers Gallery de Londres. La serie est¨¢ inspirada en la pintura de paisaje del siglo XIX, en concreto en una exposici¨®n que Crewdson visit¨® en el Metropolitan Museum de Nueva York, A room with a view.
¡°La muestra exploraba la relaci¨®n entre los espacios interiores y las vistas del exterior a trav¨¦s de ventanas y puertas¡±, a?ade el artista. ¡°Tuvo gran impacto en mi imaginaci¨®n e influy¨® definitivamente en mi obra¡±. La serie mantiene esa evocadora visi¨®n donde lo cotidiano se confunde con lo extra?o, caracter¨ªstica que ha hecho del autor uno de los fot¨®grafos m¨¢s aclamados del momento. De ¨¦l se ha dicho que ha cambiado el curso de la fotograf¨ªa a trav¨¦s de elaboradas im¨¢genes, cuyo coste de producci¨®n y n¨²mero de miembros del equipo se equipara con el cine.
Al contrario que en las pel¨ªculas, en la fotograf¨ªa los momentos quedan congelados, parados en el tiempo, de ah¨ª que la b¨²squeda de la perfecci¨®n es una constante en la obra de este artista. Supervisa cada m¨ªnimo detalle de esa gran escenograf¨ªa que envuelve a sus inquietantes im¨¢genes. Todo elemento del que se componen tiene su raz¨®n de ser, est¨¢ decidido por el propio autor. Sin embargo, en esta ¨²ltima serie no solo se observa una factura m¨¢s pict¨®rica en las fotograf¨ªas sino una tendencia hac¨ªa la simplificaci¨®n. ¡°Siguen siendo im¨¢genes complicadas de producir, matiza Crewdson, ¡°y sigo trabajando con equipos grandes y enfrent¨¢ndome a complicados retos de posproducci¨®n, pero he pretendido que las im¨¢genes sean en cierto modo m¨¢s elementales y m¨¢s directas en s¨ª misma que en mis anteriores obras¡±.
Una mujer desnuda se sit¨²a frente al espejo, sin embargo no se mira, evocando la desconexi¨®n entre el cuerpo y la mente; una madre y una hija comparten sof¨¢ absortas en sus pensamientos; un hombre languidece en su cama, mientras su apesadumbrado hijo le acompa?a en su dolor. Son silenciosos momentos de alienaci¨®n, de pesadumbre, pero quiz¨¢ tambi¨¦n de esperanza, cargados de tensi¨®n psicol¨®gica y misterio. De ese suspense visual en el que Crewdson sumerge al espectador con ¨¦xito, transmiti¨¦ndole la misma zozobra de la que son presos sus protagonistas, sin pista alguna de lo que ha ocurrido antes o despu¨¦s de la escena. ¡°Intento que mis im¨¢genes no revelen su significado de forma r¨¢pida. Creo que el misterio forma parte del arte ¡°, dice el fot¨®grafo. ¡±No hay respuestas en mis im¨¢genes, solo preguntas¡±.
¡°Mi padre era psicoanalista. Tuvo una gran influencia en mi desarrollo¡±, destaca el fot¨®grafo. Viv¨ªan en Brooklyn, Nueva York. Su padre pasaba consulta en el s¨®tano de su domicilio. Aquello que ocurr¨ªa all¨ª era un secreto, un misterio que manten¨ªa en vilo al joven Crewdson, quien intentaba escuchar a escondidas las sesiones. Una met¨¢fora de lo que hace como fot¨®grafo. ¡°Intento proyectar mis fantas¨ªas, aquello que est¨¢ prohibido o es secreto, aquello que se encuentra por debajo de la superficie de las cosas¡±, afirma el fot¨®grafo en el documental Brief encounters.
Fue tambi¨¦n su padre quien le llev¨® con diez a?os por primera vez a una exposici¨®n de fotograf¨ªa: una retrospectiva de Diane Arbus celebrada en el MoMA. ¡°El efecto fue grande en m¨ª. Definitivamente me rescat¨® como artista. Aunque no comenc¨¦ a practicar la fotograf¨ªa hasta a?os m¨¢s tarde, pero fue una temprana expresi¨®n de lo poderosas que pueden ser las im¨¢genes¡±. La dislexia fue el otro factor que lo lanz¨® al mundo de las im¨¢genes. ¡°Me costaba mucho leer y escribir, as¨ª que la primera vez que vi una imagen surgir de una cubeta me percat¨¦ que hab¨ªa algo en la fotograf¨ªa que daba sentido a mi vida; una imagen singular que yo pod¨ªa leer y comprender¡±, recuerda el fot¨®grafo. Al tiempo le cautivaba el mundo del cine. Lleg¨® a estudiar teor¨ªa cinematogr¨¢fica antes de finalizar sus estudios de fotograf¨ªa. Esta se impuso como una puerta abierta a la narrativa, una forma muy particular de contar historias. ¡°Todo artista tiene una historia central que contar. Aunque no sepa exactamente de que trata esa historia¡±, mantiene Crewdson. ¡°As¨ª, trabaja para intentar comprender cual es esa historia central, y cambia de vez en cuando. Pero aunque el cambio sea dram¨¢tico, permanece una constante, una continuidad¡±.
Resulta muy evidente la influencia de Edward Hopper en su obra. Pero el artista cita tambi¨¦n a Walker Evans, Stephen Shore, as¨ª como a David Lynch, Hitchcock y Spielberg o el escritor Raymond Carver como otras de sus grandes referencias. Algunos cr¨ªticos han visto en la silenciosa desesperaci¨®n de los protagonistas de su obra una implicaci¨®n pol¨ªtica, un retrato del descontento de Am¨¦rica. ¡°No hay ninguna motivaci¨®n pol¨ªtica detr¨¢s de mi obra¡±, aclara Crewdson. ¡°Aun as¨ª, las im¨¢genes tienen una vida propia. Una vez realizadas y puestas en circulaci¨®n por el mundo adquieren su propio significado¡±.
Cathedral of the pines. The Photographers Gallery. Londres. Hasta el 8 de octubre.
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