El ¨²ltimo gran vaquero de Texas
Aaron Watson, cabeza de cartel del Huercasa Country Festival, ha hecho historia en el 'country' desde la independencia discogr¨¢fica
Hace dos a?os Aaron Watson (1977, Amarillo, Estados Unidos) hizo historia. Su disco, The Underdog, se convirti¨® en el primer ¨¢lbum autoeditado, de forma independiente y sin apoyo de ninguna discogr¨¢fica, en alcanzar en la primera semana el n¨²mero 1 de las listas de ventas del country. Un hito. M¨¢s cuando se trata de un negocio tan controlado como el que mueve a este g¨¦nero musical que forma parte del ADN de Estados Unidos. ¡°Todav¨ªa creo que es todo irreal, pero me siento muy orgulloso del logro¡±, reconoce Watson, que responde a las preguntas de este peri¨®dico desde su casa de West Texas durante una semana de vacaciones, despu¨¦s de acabar la intensa promoci¨®n de su nuevo trabajo Vaquero y antes de meterse de lleno en una gira de verano que le traer¨¢ por primera vez a Espa?a como cabeza de cartel del Huercasa Country Festival, que se celebra este viernes y s¨¢bado en Riaza, Segovia. ¡°Mi ¨¦xito no fue una cosa que llegase de la noche a la ma?ana, sino que es fruto de muchos discos y muchas giras, de mucho trabajo duro¡±, apostilla.
Su disco de debut, A Texas Caf¨¦ (2001) era una deliciosa oda al ambiente del estado de la estrella solitaria y con el siguiente, Shuttupanddance (2002) alcanz¨® el ¨¦xito regional, algo m¨¢s complicado de lo que parece en el poblado circuito de Texas, repleto de cowboys de bar, de esos ¡°chicos de Texas¡±, tal y como se define, que buscan dedicar su vida a cantar con una guitarra relatos de carretera. Desde que registraron sus primeras grabaciones, all¨¢ por mediados del siglo pasado, Ernest Tubb, George Jones o Jim Reeves, Texas es tierra santa del country. Un lugar que cada d¨¦cada ve nacer a grandes songwriters, de esos que marcan a una generaci¨®n. Y Watson, due?o de una poderosa garganta y mucho car¨¢cter encarando las canciones, se ha ganado entrar en esta categor¨ªa. De hecho, cont¨® con la colaboraci¨®n de Willie Nelson, el gran icono del country tejano, para su m¨¢s que notable disco, The Honky Tonk Kid. Como reza el t¨ªtulo de ese trabajo, Watson, ya desde ni?o, estaba destinado a hacer algo grande en el country.
¡°Sol¨ªa jugar al b¨¦isbol como todos los ni?os pero cog¨ª una guitarra para impresionar a las chicas. Al menos durante un tiempo¡±, r¨ªe. ¡°A decir verdad, estaba rodeado de m¨²sica en esta tierra. Mi padre ten¨ªa una gigantesca colecci¨®n de vinilos. De ni?o escuchaba a Willie Nelson, Merle Haggard y Waylon Jennings. C¨®mo no iba a estar influido. Luego, en el instituto no par¨¦ de escuchar a George Strait, Alan Jackson y Brooks & Dunn. Me bastaba mirar a los lados para ver lo que hab¨ªan hecho tipos como Guy Clark, Townes Van Zandt y Rodney Crowell¡±. Salido de toda esa estirpe tejana, este m¨²sico, que reconoce que adora la vida familiar con su mujer y sus hijos en Amarillo m¨¢s all¨¢ de kil¨®metros de carretera que se hace cada a?o, decidi¨® que era mejor labrarse su carrera desde la independencia, sin caer en los caprichos de la estricta industria del country actual. ¡°Texas siempre ha tenido un estupendo esp¨ªritu independiente. De esos de ¡®monta en la caravana y l¨¢rgate a buscarte la vida¡¯¡±, cuenta. Watson cre¨® su sello discogr¨¢fico y le hizo un corte de mangas al negocio de Nashville, ese entramado de grandes multinacionales, televisiones, ejecutivos y esteticistas. ¡°Hay cosas buenas y malas en todas partes. Solo intento centrarme en hacerlo bien y no creo que pase por ese aspecto demasiado comercial que predomina all¨ª. Es un negocio diferente al country, tal y como lo concibo. Pero Nashville sigue siendo un gran lugar, de donde salieron algunos de mis ¨¢lbumes favoritos de Waylon Jennings y Alan Jackson¡±.
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