Cinecitt¨¤ quiere ser el plat¨® de Europa
El Gobierno de Gentiloni recupera el control de los legendarios estudios italianos para construir un ambicioso proyecto p¨²blico de producci¨®n, formaci¨®n y gesti¨®n audiovisual
Una pasarela imaginaria uni¨® durante d¨¦cadas la cabeza de Federico Fellini y las cuatro paredes donde edific¨® un reino de voluptuosas estanqueras, paparazzi, curas, videntes y forzudos de feria. El sacrosanto Teatro 5 de Cinecitt¨¤, un monumento vintage a aquellos a?os de esplendor, se llena de turistas cada ma?ana en busca de un pedazo del relato que configur¨® la historia de Italia en las pantallas de todo el mundo. Pocos instrumentos refuerzan mejor que el cine la identidad de un pa¨ªs. Lo sab¨ªa Benito Mussolini en 1937 cuando fund¨® el complejo y no tiene ninguna duda hoy el ministro de Cultura, Dario Franceschini. Se cumplen 80 a?os e Italia recupera el control de los legendarios estudios de Cinecitt¨¤ para convertir el melanc¨®lico monstruo de cemento de la Via Tuscolana en un ambicioso proyecto p¨²blico de producci¨®n audiovisual.
Cinecitt¨¤ tiene ese aire a viejo parque de atracciones abandonado donde todav¨ªa resuena el eco de un mundo que vivi¨® al margen de los conflictos y sus miserias pol¨ªticas. Fueron m¨¢s de 3.000 pel¨ªculas, 47 premios Oscar... Todo es cine, pero la mayor¨ªa formulado en pasado. Incluso el responsable de prensa que atiende al periodista se llama Marlon, ¡°como Brando¡±, aclara ¨¦l. La empresa estaba dividida hasta el lunes en dos: una parte de 400.000 metros cuadrados con 22 estudios, que hab¨ªa pasado a manos privadas en 1997, y el Istituto Luce, organismo del Estado que gestiona la vertiente administrativa, el archivo y algunos departamentos de formaci¨®n.
Cinecitt¨¤ tambi¨¦n se centrar¨¢ en la producci¨®n de series televisivas tendr¨¢ un centro de formaci¨®n
Ambos mundos se fusionar¨¢n para construir una maquinaria p¨²blica que recupere aquella vieja idea del Hollywood del T¨ªber donde se rodaron algunas joyas nacionales de Scola, Tornatore o Pasolini, pero tambi¨¦n blockbusters como Ben Hur, Quo Vadis o Cleopatra. Esta vez deber¨¢ adaptarse a los tiempos con la producci¨®n de series para Sky TV, RAI o, incluso Netflix, se?alan sus nuevos responsables. Tambi¨¦n centralizando la parte administrativa de subvenciones, permisos o gesti¨®n. ¡°Los dos primeros a?os servir¨¢n para sentar las bases del plan, pero ya hay algunos proyectos en marcha¡±, se?ala el presidente del nuevo grupo, Roberto Ciccuto, productor de arriesgados proyectos como el documental Fuocoammare, ganador del Oso de Oro en Berl¨ªn.
El asfalto de sus callejones arde el lunes por la tarde y los restos de decorados de algunas viejas producciones esperan despendolados el pr¨®ximo evento de empresa que exprima su desconchada rentabilidad. ?El futuro? Algunos deslizan aqu¨ª que Steven Spielberg rodar¨¢ su nueva pel¨ªcula, que le encanta el lugar. Pero el proyecto, con la voluntad de atraer a gran parte de la producci¨®n europea ¡ªm¨¢s despu¨¦s del Brexit¡ª, se basa tambi¨¦n en el buen momento que atraviesa el cine italiano y en su renacida presencia internacional gracias a directores como Paolo Sorrentino y, sobre todo, a series como Young Pope, Romanzo Criminale o Gomorra. ¡°Hay cantera, proyectos interesantes, vuelven a llegar buenos guiones¡±, se?alan fuentes de la nueva empresa. Los n¨²meros y el ¨¦xito de algunas cintas de 2016 como Perfetti Sconosciuti tambi¨¦n confirman el resurgimiento.
El a?o pasado se alcanzaron 29,9 millones de espectadores, frente a los 21,2 de 2015, seg¨²n el propio ministerio. La recaudaci¨®n de las 142 pel¨ªculas que se estrenaron ¡ªuna cifra por encima de la media europea¡ª tambi¨¦n creci¨® de 132,1 millones a 190,4 en 2016. Pero el proyecto, subrayan a EL PA?S fuentes del ente p¨²blico, no ser¨ªa viable sin la nueva ley del cine italiano, que prev¨¦ un fondo de apoyo de unos 400 millones y la reinversi¨®n de parte de los impuestos recaudados en el propio sector. Adem¨¢s, se espera que la RAI entre en la operaci¨®n y traslade ah¨ª parte de su centro de producci¨®n cinematogr¨¢fica. Nada confirmado.
El Gobierno quiere aprovechar el buen momento del cine italiano y el tir¨®n de directores como Sorrentino para atraer rodajes extranjeros
No ser¨ªa la primera vez que Italia invoca en vano al futuro mirando hacia su vieja gloria cinematogr¨¢fica. La duda es si el Gobierno conseguir¨¢ que Cinecitt¨¤, cuyo nuevo proyecto se anunciar¨¢ a bombo y platillo en el pr¨®ximo Festival de Cine de Venecia, despegue y abandone el renqueante tr¨¢nsito en el que lleva a?os sumido. Pero aqu¨ª ya nadie conf¨ªa ya en nadie. Un operario el¨¦ctrico arrastra varios kilos de cable a las cinco de la tarde delante de unas estatuas romanas, arquea las cejas y emite ese sonido tan italiano capaz de concentrar toda la incredulidad y desgana del mundo: ¡°Boh...¡±.
De momento, ning¨²n responsable aporta las cifras econ¨®micas de una operaci¨®n que, desde el punto de vista cultural, no puede resultar m¨¢s atractiva. La deuda acumulada de la empresa, donde ahora mismo trabajan unas 150 personas, ronda los 30 millones de euros, seg¨²n algunas informaciones publicadas y Report, el programa de investigaci¨®n de la RAI. Su administrador delegado, Giuseppe Basso, lo niega en redondo. Pero no da la cifra real. ¡°Es normal, asumible¡±. Insiste en que la empresa va bien y ha facturado 49 millones de euros este a?o. Ahora habr¨¢ que inyectar una importante suma para la construcci¨®n de dos nuevos estudios de 3.000 metros cuadrados, un museo tecnol¨®gico sobre la historia del cine italiano, escuelas de formaci¨®n, residencias para estudiantes y un programa educativo pensado para alumnos Erasmus. ¡°La ventaja es que nosotros no buscaremos beneficios ni repartir dividendos¡±, se?ala Ciccuto. A cambio, el precio de la operaci¨®n incluir¨¢ la comparaci¨®n eterna con los viejos d¨ªas del Teatro 5.
?ltimos estertores: De ¡®Gangs of New York¡¯ a ¡®Zoolander 2¡¯
Los anteriores socios de los estudios de Cinecitt¨¤ (el productor Aurelio De Laurentiis, el banquero Luigi Abete y el due?o de Tod's, Diego della Valle) lograron atraer en los ¨²ltimos 20 a?os ciertas producciones internacionales que han mantenido con vida el recinto y permiten aprovechar cierta inercia en el futuro. Aterriz¨® Martin Scorsese con su Gans of New York en 2002; tambi¨¦n vieron rodar Life Aquatic a Wes Anderson en 2004, la Spectre de James Bond o Zoolander 2, de Ben Stiller.
?timamente incluso parec¨ªa que se recuperar¨ªa algo de peso con rodajes como el remake de Ben Hur. "Los directores saben que rodar aqu¨ª les da un plus", se?alan en los estudios. De modo que los proyectos nunca han dejado de llegar, comenta el anterior administrador delegado, Giuseppe Basso. De hecho, todo lo que pueda venir pr¨®ximamente, admiten en la nueva empresa preguntados por el rumor de Spielberg, ser¨¢ tambi¨¦n gracias a la gesti¨®n anterior.
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