Locos, artistas y empresarios
Tres grandes firmas de la literatura criminal, Dennis Lehane, Louise Penny y Robert Galbraith, exploran escenarios diversos en sus nuevas tramas
El crimen es una forma de relaci¨®n social, com¨²n en familias y comunidades de amigos y socios. Dennis Lehane superpone en Ese mundo desaparecido negocios y bandidismo, como si recordara, en Florida y en 1942, al Bertolt Brecht de La ¨®pera de tres centavos: ¡°?Qu¨¦ es el atraco a un banco comparado con la fundaci¨®n de un banco?¡±. El juego de la luz, de Louise Penny, se ocupa de una comunidad mucho m¨¢s reducida: el mundo del arte en la Montreal del siglo XXI, ¡°donde todo era vino, canap¨¦s y pu?aladas¡±. Nadie tirotea a los artistas, pero, como dice el polic¨ªa encargado del asesinato de la cr¨ªtica Lillian Dyson, tambi¨¦n hiere, e incluso mata, un comentario venenoso que, publicado en un peri¨®dico, quiz¨¢ destroce la carrera y la vida de un pintor.
Los personajes de Lehane son g¨¢nsteres, empresarios que hablan de sus cosas a la salida de la misa dominical. En Ese mundo desaparecido, la pistola, la guerra entre facciones criminales, s¨®lo es la prolongaci¨®n de la econom¨ªa por otros medios: una reuni¨®n excepcionalmente violenta de un consejo de administraci¨®n. La historia empieza como termina El tiempo recobrado, de Proust: con una gran fiesta. En Tampa, en diciembre de 1942, los mandarines de la ciudad, presididos por el alcalde y la magistratura, asisten a un baile organizado por Joe Coughlin, que recauda fondos para la patria en guerra.
Descendiente de una familia de polic¨ªas irlandeses de Boston, el treinta?ero Joe Coughlin es viudo y padre mod¨¦lico de un ni?o. Tiene, entre otras cosas, f¨¢bricas, un banco, un casino en La Habana. Controla los muelles. Se dice que en una noche, hace 10 a?os, elimin¨® a todos sus rivales, 25. Sus amigos son muchos porque gana mucho dinero para sus amigos. ?ngel de la beneficencia y consejero de una familia de origen italiano dedicada al crimen a lo grande, se entera de que lo van a matar el Mi¨¦rcoles de Ceniza de 1943 y se ve convertido en investigador de su propio asesinato futuro. Otro problema: ?ha infiltrado la polic¨ªa a un chivato en la familia? Despu¨¦s de las novelas Cualquier otro d¨ªa y Vivir de noche (en la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo, Joe Coughlin es Ben Affleck), no creo que Lehane cierre con Ese mundo desaparecido, sobre todo a la vista de su final, la espl¨¦ndida historia de los Coughlin.
Los nuevos detectives de novela negra atesoran remembranzas doloridas, lo que James Joyce llamaba draumas, drama m¨¢s trauma
En El juego de la luz Louise Penny imagina el mundillo art¨ªstico de Montreal: de un lado, los artistas, y de otro, ¡°poderosos en un mundo de personalidades vulnerables¡±, los marchantes, los galeristas y los cr¨ªticos. Los propios artistas, incluso los que comparten cama, se sienten ¡°despellejados y diseccionados¡± por el colega que tienen m¨¢s cerca. El escenario es el habitual en Penny: la aldea de Three Pines, donde el crimen parece cultivarse bien. La pintora local Clara Morrow se revela un genio inesperado en la exposici¨®n que le monta el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Montreal. La ma?ana siguiente a la fiesta de la inauguraci¨®n, en el jard¨ªn de Clara aparece asesinada Lillian Dyson, amiga de la artista en tiempos remotos (las dos amigas llevan sin verse, detest¨¢ndose, 20 a?os) y terror¨ªfica cr¨ªtica de arte. ?Qui¨¦n odiaba tanto a Lillian como para matarla?, se pregunta Armand Garnache, el culto inspector jefe de homicidios que ha inventado Penny. ¡°Cualquiera que la conociese¡±, le responden.
En la literatura criminal se ha impuesto una costumbre: si los cl¨¢sicos detectives de novela negra carec¨ªan de pasado, los nuevos investigadores atesoran remembranzas doloridas, lo que James Joyce llamaba draumas, drama m¨¢s trauma. La comunidad entre la que busca el detective Cormoran Strike al asesino de El oficio del mal, tercera novela de Robert Galbraith, vive en el pasado: son los demonios, s¨¢dicos, violadores, uxoricidas a quienes alguna vez persigui¨® el detective. Strike concentra en una habitaci¨®n mental a cuatro probables descuartizadores de mujeres, como el polic¨ªa de Louise Penny re¨²ne en las ¨²ltimas p¨¢ginas de El juego de la luz a todos los sospechosos para descubrirles qui¨¦n mat¨® a Lillian Dyson.
H¨¦roe de las novelas de Robert Galbraith (alias de J. K. Rowling en el inframundo criminal), Cormoran perdi¨® media pierna en Afganist¨¢n, veterano de las guerras de Oriente, formado en Oxford y en la Divisi¨®n de Investigaciones Especiales del Ej¨¦rcito brit¨¢nico. Su ayudante, la valiente Robin (se llama como el compa?ero de Batman), recibir¨¢ en una caja media pierna de mujer y un verso de la canci¨®n de Blue ?ysters Cult cuyo t¨ªtulo llevaba tatuado la difunta madre del detective en una zona ¨ªntima. Rowling tiene un sentido del humor peculiar para ponerles nombres a sus personajes: en esta novela de locos habitados por una sanguinaria bestia interior, uno de los sospechosos m¨¢s demenciales se llama Donald Laing. ?Es un homenaje a Ronald D. Laing, famoso psiquiatra de la contracultura? ?El nombre de Harry Potter recordaba al millonario Harlan Potter de El largo adi¨®s de Chandler?
A las novelas como El oficio del mal les encuentro un problema que ya percib¨ªa Agatha Christie en 1942, a?o en el que Joe Coughlin organiz¨® su baile ben¨¦fico. En Un cad¨¢ver en la biblioteca, un polic¨ªa sugiere para resolver unos asesinatos lo que llama la tesis del criminal loco: ¡°Uno de esos que andan por ah¨ª estrangulando muchachas¡±. Y un colega le contesta: ¡°Hay una cosa que no me gusta: eso es demasiado f¨¢cil¡±.
¡®Ese mundo desaparecido¡¯. Dennis Lehane. Traducci¨®n de Enrique de H¨¦riz. Narrativa Salamandra, 2017. 352 p¨¢ginas. 19 euros.
¡®El juego de la luz¡¯. Louise Penny. Traducci¨®n de Maia Figueroa. Black Salamandra, 2017. 448 p¨¢ginas. 19 euros.
¡®El oficio del mal¡¯. Robert Galbraith. Traducci¨®n de Gemma Rovira Ortega. Salamandra, 2017. 576 p¨¢ginas. 20 euros.
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