Cuando los griegos eran perfectos
Una muestra examina en CaixaForum Madrid la pasi¨®n competitiva de la Antigua Grecia con 172 tesoros del British Museum, muchos de los cuales se prestan por primera vez
?Dir¨ªa que la competitividad es un rasgo distintivo de este tiempo en el que todo ¡ªlos seguidores, los likes, las calor¨ªas¡ª se mide? Pues eso no es nada comparado con los antiguos griegos. Cre¨ªan que la perfecci¨®n solo se pod¨ªa lograr mediante la destreza f¨ªsica y una mente en plena forma y le daban a la competencia un significado de honor y de respeto hacia el otro y hacia uno mismo. De todo ello trata la exposici¨®n Ag¨®n! La competici¨®n en la antigua Grecia, presentada este jueves en el CaixaForum de Madrid.
A trav¨¦s de 172 piezas (esculturas, monedas, cer¨¢micas, joyas) procedentes del Museo Brit¨¢nico, se examina el esp¨ªritu retador de la civilizaci¨®n a la que, entre otra infinidad de cosas, le debemos la democracia y el olimpismo. Muchas de ellas est¨¢n consideradas obras maestras y han sido restauradas para su presentaci¨®n por primera vez fuera de Londres. El caso m¨¢s espectacular es el fragmento del gigantesco friso (ten¨ªa 45 metros de altura) del Mausoleo de Halicarnaso. La exposici¨®n permanecer¨¢ abierta hasta el 15 de octubre y despu¨¦s viajar¨¢ por los centros que CaixaForum tiene abiertos en Espa?a.
La clave es 'ag¨®n'
La palabra clave es ag¨®n, t¨¦rmino que en griego antiguo significa contienda, desaf¨ªo, disputa. Peter Higgs, conservador de escultura y arquitectura griega del British Museum y comisario de la exposici¨®n, explica que el sentimiento de competitividad acompa?aba a los griegos desde la infancia y hasta la muerte: ¡°Desde los relatos ¨¦picos de Homero hasta los triunfos deportivos en Olimpia pasando por las victorias de grandes generales, en la antigua Grecia una intensa rivalidad lo dominaba todo. La competici¨®n impregn¨® incluso el universo de las artes, con cert¨¢menes de m¨²sica, teatro, escultura y pintura¡±.
El museo de todo el mundo a pesar del Brexit
Las colecciones del British Museum est¨¢n consideradas como las m¨¢s importantes de todo el mundo en su especialidad y las reclamaciones, como las de los griegos sobre los frisos procedentes del Parten¨®n, han sido constantes. La respuesta p¨²blica por parte del museo ha sido siempre que ellos ejercen de cuidadores de un patrimonio que reconocen universal. Pero ahora, con la inminente salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea, las preocupaciones han vuelto a aflorar. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ como consecuencia del Brexit? El director del museo, Hartwig Fischer, tuvo que responder ayer a esa preocupaci¨®n en la presentaci¨®n de la exposici¨®n en Caixaforum. ¡°Es pronto para decir qu¨¦ va a ocurrir con el Brexit. Tenemos la esperanza de que se haga lo correcto y que se siga manteniendo la idea de que el British es un museo del mundo para el mundo¡±.
La preciosa escultura alada de Nik¨¦, la diosa de la victoria, con las ropas agitadas por el viento (hacia el a?o 100 anteses de Cristo) indica el recorrido por un mundo en el que la vida no se concibe sin el deseo de ser el mejor. Los h¨¦roes, atletas y guerreros, esculpidos o reproducidos en cer¨¢micas, recuerdan que los griegos eran fan¨¢ticos del deporte, como demostraban en los juegos panhel¨¦nicos que peri¨®dicamente se celebraban en Olimpia, Delfos, Itsmia y Nemea. ¡°Los ganadores¡±, explica el comisario, recib¨ªan suculentos premios y eran tratados como h¨¦roes. Como ocurre en la actualidad, las competiciones deportivas eran las grandes distracciones del pueblo griego, su particular forma de entretenimiento. La pasi¨®n era de tal calibre que, a¨²n en tiempos de guerra se paralizaban las batallas para poder celebrar los juegos.
De manera paralela a las exhibiciones de fuerza y destreza, los griegos mostraban su amor por la cultura a trav¨¦s de a concursos de teatro y m¨²sica los que asist¨ªan decenas de miles de espectadores y en los que participaban escritores como Esquilo, Eur¨ªpides, S¨®focles o Arist¨®fanes. Un muestrario de m¨¢scaras teatrales y peque?as esculturas sirven para ilustrar que aquellas piezas eran representadas solo por hombres. Los galardones de las competiciones de las artes esc¨¦nicas consist¨ªan en sencillas coronas de hiedra, aunque los actores y dramaturgos que lograban triunfar eran tratados como aut¨¦nticas celebridades a las que se pagaba con importantes sumas econ¨®micas y se les dedicaban esculturas en espacios p¨²blicos.La m¨²sica, la danza y la poes¨ªa, considerados esenciales para la educaci¨®n de los ni?os, tambi¨¦n ten¨ªan sus propios concursos.
Aunque entre todos los artes, tal vez sea el de la guerra en el que los griegos daban rienda suelta al esp¨ªritu competitivo innato en ellos. Los ej¨¦rcitos proced¨ªan de las clases propietarias, tanto de las ciudades como del campo. La preparaci¨®n de la lucha era tan importante que los ni?os se iniciaban en su formaci¨®n militar con solo siete a?os y no dejaban de estar disponibles hasta pasados los 50.
Lejos de aplacarse con el final, la rivalidad social se acentuaba ante la muerte; la duraci¨®n y lujo del funeral ten¨ªa que estar en consonancia con la importancia del personaje fallecido. El mejor ejemplo se exhibe en el apartado final de la muestra con el fragmento de la tumba del poderoso rey Mausolo de Caria, hallada en Halicarnaso, hoy Turqu¨ªa. Es la pura imagen de la clase de poder¨ªo que trasciende al m¨¢s all¨¢.
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