El festival en el que un japon¨¦s toca m¨²sica celta
M¨¢s de 60.000 asistentes llenan los conciertos en Ortigueira, que celebran su XXXIII edici¨®n
Era cosa de verlos y saber a d¨®nde iban. Con sus macutos a cuesta, tiendas de campa?a, toallas colgando y las zapatillas festivaleras. "A Ortigueira salen los trenes cada hora", gritaban los taquilleros de las estaciones de Galicia el jueves. El primero de los cuatro d¨ªas de la XXXIII edici¨®n del Festival Internacional do Celta de Ortigueira. Los veintea?eros, entre los que varios reconocen que no van por la m¨²sica sino por el ambiente, llevan de todo menos entrada. El m¨ªtico festival gallego es gratis, un gran aliciente para los m¨¢s de 60.000 asistentes que han acudido al evento, seg¨²n los organizadores.
El plato fuerte era Usher's Island. La banda compuesta por cinco artistas reconocidos en la m¨²sica tradicional Irlandesa de los ¨²ltimos 50 a?os cautiv¨® al heterog¨¦neo p¨²blico el viernes. Cada m¨²sico? proviene de una banda emblem¨¢tica de los sesenta y juntos hicieron que gaitas, guitarras y violines motivaran a aplaudir y bailar al son de la m¨²sica celta y atisbos de folk.
V¨ªctor Fern¨¢ndez, sexagenario de Viveiro, asiste hace 20 a?os al festival de Ortigueira. El ex marino mercante se ubica cada noche junto al escenario, vestido con una falda escocesa y su gaita. "La m¨²sica celta es como el jazz, es creaci¨®n en el escenario. Cuando vengo me pongo a tocar desde abajo y creo algo con ellos", sostiene.
Una de las novedades de esta edici¨®n, que tuvo un presupuesto de 390.000 euros (150.000 otorgados por el Ayuntamiento), fueron las formaciones japonesas. La banda Koji Koji Moheji rompi¨® el hielo el jueves como uno de los tres finalistas del llamado Proyecto Runa. "Antes tocaba cl¨¢sica y metal, pero escuch¨¦ la m¨²sica celta y quise traspasar a otros la emoci¨®n que me caus¨®", cuenta emocionado Koji Koji, tras bajarse del escenario entre gritos de "otra, otra".
Esta banda nipona supo de la existencia del festival gallego por otro grupo japon¨¦s invitado: Harmonica Creams. Aunque ellos no cuentan con la gaita dentro de sus instrumentos porque "no hay m¨²sicos que sepan tocar bien la gaita en Jap¨®n", reconocen. Los artistas, que han visitado el escenario de la Explanada del puerto deportivo de Ortigueira en dos ocasiones anteriores, aseguran que el festival es una puerta de entrada para m¨²sicos celtas internacionales. "Queremos dar a conocer la m¨²sica celta en Jap¨®n pero tambi¨¦n darnos a conocer en Europa y por qu¨¦ no Am¨¦rica", afirma Yoshito Kiyono, l¨ªder de la banda.
Este s¨¢bado Harmonica Creams cumpli¨® con las expectativas e hizo bailar al p¨²blico a pesar de que sali¨® pasado las 3.00. "Sin duda, son el plato fuerte", sostiene Manuel Ba?obre, de 33 a?os, que visita el festival desde hace 15, con sus amigos de Ferrol: "S¨®lo escuchamos m¨²sica celta cuando venimos, pero nos mola".
Miguel Puerta, de 23 a?os, vino de Madrid al festival, como muchos otros. Sus amigos se quedan en el camping, instalado en el eucaliptal de Morouzos en vez de asistir a los conciertos en el pueblo. "No vienen porque son gallegos y para ellos este festival tiene un significado m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica. A mi me encanta porque es gratis y porque puedes acampar en el bosque", explica.
Como los amigos de Puerta, hay muchos. Decenas de grupos se quedan toda la noche bajo los eucaliptos tocando instrumentos ¡ªque van desde la arm¨®nica hasta el saxof¨®n¡ª alrededor de una hoguera. De hecho, una de las principales preocupaciones de los j¨®venes durante el d¨ªa, si no la ¨²nica, es conseguir palos para que las fogatas no se extingan cuando se va el sol.
Hoy domingo acaba el festival solo con m¨²sicos gallegos. Una noche que pretende homenajear la m¨²sica celta pero tambi¨¦n a Galicia, que un a?o m¨¢s, recibe a la gaita como uno de los personajes m¨¢s importantes de la provincia.
Babelia
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