Wayne Shorter: ¡°Eleg¨ª el camino menos transitado¡±
El veterano saxofonista, uno de los creadores m¨¢s inquietos del jazz, prepara nuevo disco y una ¨®pera
Puede que sea el m¨²sico de jazz vivo m¨¢s fascinante del mundo. Con 83 a?os sigue mostrando un compromiso total con la creaci¨®n, la espontaneidad y la frescura que le dan buen nombre a lo que entendemos por jazz. Hay otras leyendas a¨²n con nosotros, pero ninguna con la visi¨®n y vigencia del gran Wayne Shorter, que regresa al Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n el pr¨®ximo viernes con su inseparable cuarteto, un grupo que transforma la experiencia acumulada desde su formaci¨®n en 2001 en aut¨¦ntico oro ac¨²stico.
Hablando de experiencia, la de Shorter da v¨¦rtigo: entre 1960 y 1970 fue pieza clave de los mejores Jazz Messengers de Art Blakey, varios grupos de Miles Davis (desde su legendario quinteto con Herbie Hancock y Tony Williams hasta el que produjo el fundacional Bitches Brew) y Weather Report, que fund¨® junto a Joe Zawinul y Miroslav Vitous; es dif¨ªcil imaginar una educaci¨®n en libertad musical m¨¢s completa: ¡°sin embargo, lo m¨¢s importante que tuve para crecer musicalmente en aquella ¨¦poca fue lo que ocurr¨ªa en el mundo, aquello de lo que estaba siendo testigo socialmente, pol¨ªticamente, filos¨®ficamente¡ La pregunta que siempre me he hecho a la hora de crear es: ?qu¨¦ falta en la humanidad? El mundo se rige por lo popular, y ese camino siempre est¨¢ abarrotado, lleno de gente que no va a ning¨²n sitio. Yo eleg¨ª tomar el camino menos transitado, porque ese es el camino del explorador¡±.
Shorter mantiene intacta esa noci¨®n de b¨²squeda, no s¨®lo conceptualmente, sino en la propia forma de los proyectos en los que se involucra: ¡°llevo unos meses escribiendo una ¨®pera con Esperanza Spalding, para la ?pera de Filadelfia. Nos llevar¨¢ al menos un a?o m¨¢s terminarla, y nuestro m¨¦todo de trabajo consiste en explorar, con la firme creencia de que en el arte no existen errores ni mandamientos. Forma, historia, an¨¢lisis, prop¨®sito, objetivo¡ Queremos agitarlo todo y despertar con ello a la gente que obstaculiza el camino por el que discurre la sociedad, intentando adoctrinarnos sobre c¨®mo debe ser la vida y sobre las decisiones que tenemos que tomar: qu¨¦ comer, qu¨¦ decir, qui¨¦nes han de ser nuestros amigos y a qui¨¦nes debemos rechazar¡±.
A ese respecto, para alguien que ha experimentado en primera fila la situaci¨®n de la poblaci¨®n afroamericana desde la segunda mitad del siglo XX, los tiempos actuales en EE.UU. resultan oscuros: ¡°hay una enorme fuerza que intenta hacernos retroceder y revertir todo el progreso que hemos alcanzado en relaciones humanas. Pero este forcejeo existe desde hace mucho, y se extiende a la m¨²sica: el bebop de Charlie Parker y Dizzy Gillespie, por ejemplo, fue tambi¨¦n un movimiento social, y en los a?os 40 muchas radios se negaban a poner esa m¨²sica. Hoy todo est¨¢ encasillado: rock¡¯n¡¯roll, R&B, m¨²sica folk que no es m¨²sica folk¡ En el fondo, esto es tambi¨¦n una forma de evitar que gente de diferentes culturas interact¨²e¡±.
El esp¨ªritu rompedor del saxofonista apela a conjugar todos los aspectos del arte, abrir fronteras y ver qu¨¦ ocurre, ¡°algo as¨ª quiero hacer con mi pr¨®ximo disco: ser¨¢ con mi cuarteto, pero tambi¨¦n con la orquesta de c¨¢mara Orpheus de Nueva York, y se publicar¨¢ junto a una novela gr¨¢fica de ciencia ficci¨®n. El t¨ªtulo provisional es Emanon, que es ¡°no name¡± (sin nombre) al rev¨¦s, y parte de la idea de que debemos tener cuidado con los nombres, porque a veces trascienden a su significado original, y pueden acabar condicion¨¢ndolo totalmente¡±.
Hablando de artistas inspiradores que, como ¨¦l, tomaron caminos alternativos, menciona nombres tan dispares como Picasso, Pollock, Stravinski, Manuel De Falla, Mary Shelley, Maya Angelou o Carlos Ruiz Zaf¨®n, del que se declara fan absoluto, pero casi no cita m¨²sicos, mucho menos actuales: ¡°la verdad es que no escucho m¨²sica. Me sigo nutriendo de lo que hay a mi alrededor; puedo escuchar a alguien en las noticias y sentir el impulso de componer para decir exactamente lo contrario. O simplemente miro por la ventana y veo el mundo¡ Crear es un desaf¨ªo y yo intento desafiar constantemente nuestra limitada percepci¨®n de la vida¡±.
Con esta premisa, lo ¨²nico seguro sobre su concierto en San Sebasti¨¢n es que ser¨¢ completamente espont¨¢neo: ¡°nunca sabemos qu¨¦ vamos a tocar, pero habr¨¢ algo familiar en ello, porque una pieza musical no concluye nunca. Para m¨ª, ni siquiera la novena sinfon¨ªa de Beethoven est¨¢ terminada. Es una cuesti¨®n de perspectiva: no existen los principios o los finales. La m¨²sica, como nosotros, ha de ser un continuo¡±.
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