¡®Ozark¡¯: Buitres, lavadoras y paletos
Este drama tiene un planteamiento que suena manido, pero muestra la calidad necesaria para convertirse en una de las series tapadas del verano
Qu¨¦ gustazo dejar de lado las expectativas y encontrar buen material. No excelente, pero lo suficientemente bueno como para pasar varias horas con uno o varios personajes, lo suficiente como para querer entenderlos y tratar de seguir su viaje con ellos. Ozark tiene un planteamiento que de primeras suena manido y aburrido, con un antih¨¦roe como tantos que hemos visto ¨²ltimamente, pero tiene la calidad necesaria m¨¢s un poquito m¨¢s para convertirse en una de las series tapadas del verano y una de las m¨¢s consistentes de los ¨²ltimos estrenos de Netflix.
En Ozark, Jason Bateman (que tambi¨¦n produce y dirige los dos primeros episodios y los dos ¨²ltimos) interpreta a un asesor financiero que se dedica a lavar dinero ¡ªempezando por su propia lavadora¡ª de un importante cartel mexicano. Para hacerlo lejos de los focos y huir lo m¨¢ximo del peligro, traslada a toda su familia a los Ozarks, una regi¨®n de la Am¨¦rica profunda llena de turistas en verano y paletos rednecks todo el a?o. La misma zona que retrat¨® Winter's Bone. Y all¨ª, obviamente, encuentra m¨¢s peligros que a?adir a su vida.
Aunque la propia Netflix ha llegado a publicitar la serie como algo parecido a Breaking Bad, y tiene cosas similares, no nos enga?emos, Ozark sabe desmarcarse y alcanzar su propia personalidad. Salvando las distancias, y en ning¨²n momento llegando a la excelencia ni a los detalles tan cuidados de la serie de Walter White. En Ozark, el personaje de Bateman ya es malo desde el principio, su esposa est¨¢ al tanto de todo e incluso los dos hijos participan de alguna forma en las actividades criminales de la familia. Ser¨ªa absurdo desechar esta serie por pensar que es una versi¨®n mala o light de Breaking Bad.
Ozark se apoya mucho en los personajes secundarios, con presencias notables como las de Harris Yulin o el gran Peter Mullan. El protagonista interpretado por Bateman funciona bien con una actuaci¨®n en la l¨ªnea de este actor, nunca exagerado. Parece tenerlo todo muy medido. No es el mejor actor del mundo, pero su presencia basta para hacer cre¨ªble a este padre de familia convertido en criminal casi sin darse cuenta. F¨ªsicamente, la forma que tiene de hablar, es un tipo simp¨¢tico a vista del espectador, todo lo contrario que Walter White (aunque esa era su gracia, ese cambio a tipo insoportable). No sufres por el protagonista ni por su vida, lo cual quiz¨¢ no sea bueno en una serie, pero siempre quieres ver c¨®mo sale de la siguiente encrucijada.
Pero la presencia m¨¢s potente, y ojal¨¢ hubiera sido ella la gran protagonista, la asesora financiera que debe sacar a su familia de los apuros, es la de Laura Linney. Su personaje y su actuaci¨®n son lo mejor de una serie que pod¨ªa funcionar igual de bien si los cap¨ªtulos durasen entre 10 y 15 minutos menos. Desde la lavadora hasta los rednecks, pasando por esos buitres que sobrevuelan la zona, los reales y los metaf¨®ricos, Ozark trata de nadar por las zonas m¨¢s grises de la clase media estadounidense. Nada nuevo. Pero funciona.
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