Yves Klein inunda de azul Ciudad de M¨¦xico
El MUAC acoge la primera retrospectiva en el pa¨ªs del artista franc¨¦s, pionero del 'performance' y el misticismo monocromo
A cambio de unos cuantos lingotes de oro, en 1962 un coleccionista le compr¨® a Yves Klein una ¡°zona vac¨ªa¡±. Cerrado el negocio, el artista lanz¨® la mitad del oro al Sena. El comprador, que hab¨ªa recibido un papelito como recibo, lo rompi¨® y le prendi¨® fuego. ¡°Mis cuadros son las cenizas de mi obra¡±, dec¨ªa el precursor de las preguntas sobre arte desde el arte, el misticismo monocromo y las performances. De aquella acci¨®n en el Sena queda una secuencia fotogr¨¢fica, que podr¨¢ contemplarse a partir de este s¨¢bado en la primera retrospectiva mexicana de Klein (1958-1962) organizada por el Museo Universitario de Arte Contempor¨¢neo (MUAC).
¡°Sin un vocabulario a¨²n muy preciso, Klein es el antecesor de todo el discurso posterior en el arte basado en la sustituci¨®n del objeto por la idea. Es una centella que resume el futuro. La escenificaci¨®n del momento de la acci¨®n antes incluso del happening, la simulaci¨®n de exhibiciones, la sustituci¨®n de eventos art¨ªsticos por un relato y la propuesta del fin de la pintura¡±, apunta el curador en jefe del MUAC, Cuauht¨¦moc Medina.
A mitad de los 50, mientras sus contempor¨¢neos se debat¨ªan entre figuraci¨®n o abstracci¨®n, ¨¦l se present¨® a un concurso en?Par¨ªs?con un rect¨¢ngulo de cart¨®n pintado de naranja butano. El jurado le respondi¨®: ¡°si aceptara a?adir al menos alguna l¨ªnea o un punto, o incluso simplemente una mancha de otro color, entonces podr¨ªamos mostrarlo. Pero un solo color, no, eso no es suficiente ?es imposible!¡±.
Expresi¨®n del universo de color naranja plomo, que tambi¨¦n forma la retrospectiva junto con otras 75 obras y documentos cedidos por el archivo Klein, signific¨® su entrada en el mundo monocromo, el rasgo m¨¢s popular del artistas franc¨¦s. Devoto obsesivo del judo y el esoterismo, autodidacta aunque de familia de artistas, Klein buscaba ¡°resolver todas las preguntas sobre la pintura del siglo XX con ese gesto limpio y original¡±, explica Medina. ¡°Mis ojos no est¨¢n hechos para leer un cuadro, sino para verlo. La pintura es color", dec¨ªa d¨¦cadas despu¨¦s de Mal¨¦vich, pero antes de Rothko, quien por cierto lo despreciaba. Como Warhol, al que su obra s¨®lo le inspiraba un condescendiente: ?How Blue!
IBK, Azul Internacional Klein. Registr¨® ¡°su¡± color a finales de los 50 como veh¨ªculo de "un orden est¨¦tico que pudiera abarcar los sentidos de una manera total, una sensibilidad agudizada que fuera transferible a cualquier cosa¡±, apunta Medina. Su f¨®rmula secreta complementaba los polvos secos con una resina fijadora que ¡°daba a las motitas del pigmento la libertad que tiene cuando est¨¢n en forma de polvo". La textura mate y aterciopelada de la mezcla pose¨ªa una "energ¨ªa pura". Cada matiz crom¨¢tico era como "una criatura viviente de la misma especie que el color primario". Quedaba inaugurada la ¨¦poca azul.
Series de lienzos monocromos, todos iguales. Esponjas marinas, ramas, esferas, reproducciones de esculturas cl¨¢sicas, cuerpos de modelos desnudos embadurnados de azul manchando la tela mientras suena en directo una sinfon¨ªa de un solo tono. Klein como el director de una orquesta azul. Despu¨¦s vendr¨ªan los pinceles de fuego ¨Cun lanzallamas marcando el lienzo¨C y ¡°el teatro del vac¨ªo¡±, donde el valor de la obra lo determinan los acontecimientos, las acciones que producen ¡°campos de sensibilidad inmaterial¡±. Por ejemplo, lanzar por la borda lingotes de oro para celebrar el ¡°vac¨ªo¡±.
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