El hechizo mayor de Robert Redford y Jane Fonda
Los m¨ªticos protagonistas de ¡®Descalzos por el parque¡¯ presentan juntos un filme en Venecia y recogen los Leones de Oro a sus carreras


La ¨²ltima vez que se les vio juntos cabalgaban hacia la libertad. Eran j¨®venes, talentosos y bell¨ªsimos. Cualquiera quer¨ªa ser ellos. O estar con ellos.
-?Qu¨¦ har¨¢s ma?ana?, preguntaba ella al final del filme.
-Seguir adelante, encontrar algo sencillo, respond¨ªa ¨¦l.
No es precisamente lo que ha ocurrido 38 a?os despu¨¦s de El jinete el¨¦ctrico, de Sydney Pollack, ¨²ltima pel¨ªcula protagonizada por Robert Redford y Jane Fonda. Ambos lograron, m¨¢s bien, algo extraordinario: una impronta indeleble en la historia del cine. Tanto que el tiempo ha envejecido sus cuerpos pero no ha podido oxidar su hechizo. J¨®venes esperando bajo la lluvia ya por la ma?ana para ver a dos ochenta?eros. Una sala de prensa a rebosar como nunca en lo que va de festival de Venecia. Y una aut¨¦ntica ovaci¨®n. Los mitos regresaban, juntos. Para presentar Our Souls at Night (en Espa?a se titular¨¢ Nosotros en la noche y se ver¨¢ desde el 29 de septiembre), filme fuera de concurso producido por Netflix. Y recoger, tambi¨¦n de la mano, sendos Leones de Oro a sus carreras.
¡°La pel¨ªcula dice que nunca es demasiado tarde¡±, explic¨® Fonda (Nueva York, 1937). Lluvia de aplausos. Como varias veces antes. Y despu¨¦s. Hubo intervenciones para darles las gracias, un redactor les defini¨® como ¡°un regalo¡± y al terminar la charla una marea humana los asedi¨® en busca del selfie inolvidable. Definici¨®n emp¨ªrica de divos inmortales.
En realidad, por desgracia, los a?os pasan. Por eso Redford (Santa M¨®nica, California, 1936) adquiri¨® los derechos de la novela de Kent Haruf Nosotros en la noche, produjo su adaptaci¨®n y fich¨® a Fonda: ¡°La industria va hacia los j¨®venes y hay menos pel¨ªculas para un p¨²blico adulto. Adem¨¢s las historias de amor siempre tendr¨¢n una vida. Y quer¨ªa hacer otra pel¨ªcula con Jane, antes de morir¡±. El filme, por cierto, cuenta c¨®mo dos ancianos viudos encuentran juntos un nuevo comienzo.
Inevitablemente, sin embargo, las preguntas viajaron al pasado. Objetivo, c¨®mo no, Descalzos por el parque, su idilio m¨¢s c¨¦lebre en la pantalla, all¨¢ por 1967. ¡°No consegu¨ªa dejar de tocarlo. Me he dado cuenta de que la din¨¢mica entre los personajes presentaba analog¨ªas con Our Souls at Night. Esta pel¨ªcula corona nuestras carreras. Empezamos y terminamos juntos¡±, asever¨® Fonda. A saber si aposta, por su qu¨ªmica, o porque son as¨ª, se repartieron los papeles. Ella lanz¨® un show emotivo y c¨®mico que enamor¨® a la sala entera. Brome¨® con que a¨²n no est¨¢ sorda como para no entender las preguntas, sugiri¨® que aunque su piel ya no sea ¡°tan firme¡± su cuerpo sabe lo que necesita e insinu¨® que es ¡°demasiado tarde¡± para un affaire entre ambos. ?l, mientras, alargaba respuestas pausadas y serias.
¡°Las cosas con Jane fueron perfectas desde el primer instante. Nuestra relaci¨®n nunca necesit¨® explicaciones, todo se colocaba en su sitio. Hay amor, conexi¨®n, trabajo¡±, cont¨® Redford. Y ella rememor¨® su primer encuentro, paseando juntos por los estudios de Paramount. ¡°Todos le indicaban y murmuraban: ¡®Mira, es ¨¦l¡¯. Supe que ese hombre se convertir¨ªa en una estrella¡±.
As¨ª fue, para ambos. ¡°Cuando empezamos a trabajar juntos, tambi¨¦n arrancaba Sundance [el festival de cine indie fundado por Redford]. No solo me encanta como productor, actor y director. Este se?or ha tenido un efecto profundo sobre el cine de EE UU. Quer¨ªa pasar tiempo con ¨¦l, ver qui¨¦n es hoy. Todas las veces me he enamorado de ¨¦l¡±, concedi¨® Fonda. Y ¨¦l explic¨® que ese certamen es su intento de ¡°hacer algo ¨²til¡± con su ¨¦xito, dando oportunidades a cineastas menos conocidos, como Ritesh Bartra, que dirige Our Souls at Night.
Al parecer, adem¨¢s, hay otro talento que Redford mantiene intacto: ¡°Besa de maravilla¡±. El sexo, ausente en el filme, se col¨® en la sala de prensa, tras una pregunta sobre su presunto romance durante Descalzos por el parque. No lo confirmaron en absoluto. ?l concedi¨®: ¡°Hubo cosas dichas y no dichas¡±. Ella admiti¨®: ¡°Fue una de mis fantas¨ªas durante mucho tiempo¡±. Hasta Redford pareci¨® sorprenderse: ¡°?Nunca me lo hab¨ªas contado! ?Est¨¢ saliendo todo ante la prensa!¡±.
La conferencia continu¨® entre el ayer y el hoy. Fonda asegur¨® que el amor, al envejecer, ¡°mejora¡±. Y Redford reflexion¨® sobre lo duro que es el momento en que el cuerpo ya no puede ¡°hacerlo todo¡± y pide cuidado. Camino de los ¨²ltimos minutos, la charla se dirigi¨® hacia la nostalgia. Ni se hab¨ªan ido, y ya se les echaba de menos. ¡°No he sido la madre que deb¨ª ser y eso nunca lo superas. Si tuviera la posibilidad de rehacer algo, escoger¨ªa eso. Cuando est¨¦s a punto de morir, no importan los premios o las pel¨ªculas. Cuenta si tus amigos y tu familia te aman, si hiciste todo lo que pudiste¡±, cont¨® Fonda. El cierre fue para Redford: ¡°Al tener hijos tardas en acostumbrarte a pensar en ellos porque est¨¢s centrado en ti. Aprendes a darles amor y aventuras y risas¡±. Y agreg¨®: ¡°Luego, hay que dejarlos ir¡±. Como a ellos. Hasta el pr¨®ximo reencuentro.
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