Javier Bardem: ¡°La falsa humildad no lleva m¨¢s que al fracaso¡±
El int¨¦rprete se mete en la piel de Escobar para ¡®Loving Pablo¡¯, de Fernando Le¨®n Su transformaci¨®n asust¨® hasta a su pareja y compa?era de reparto, Pen¨¦lope Cruz
Cuando se apagan las luces, ya no importa nada. Las semanas de rodaje, la lucha por la financiaci¨®n, la promoci¨®n. Como por magia, se volatilizan. Y se queda uno solo con la pantalla. Bueno, y con los fieles en las dem¨¢s butacas. ¡°Ese momento en que te dices ¡®vamos a so?ar¡¯ lo compensa todo. Se me pone la carne de gallina solo de hablarlo¡±, cuenta Javier Bardem. Y muestra su brazo. ¡°Me da pena que se pueda perder¡±, agrega. Aunque, en La Mostra, no hay espacio para profec¨ªas pesimistas. Las salas est¨¢n llen¨ªsimas, las pantallas lucen gigantescas. Normal que el int¨¦rprete se emocionara con la proyecci¨®n, el martes, de su primera pel¨ªcula en el certamen: Madre!, de Darren Aronofsky. Y seguramente lo hiciera anoche, por Loving Pablo, de Fernando Le¨®n de Aranoa.
Quiz¨¢s incluso m¨¢s. Porque hace una d¨¦cada que ambos tratan de sacar adelante un filme sobre Pablo Escobar. ¡°Me lo ofrecieron por primera vez en 1998. Me fascin¨® que fuera un monstruo tremendo, pero con sus contradicciones¡±, relata el int¨¦rprete (Las Palmas de Gran Canaria, 1969). Las propuestas llovieron, pero Bardem las rechaz¨® todas. Dice que siempre retrataban al inventor del narcotr¨¢fico como ¡°un personaje de cuento¡±. Sin embargo, Escobar es tan real como el terror que caus¨®.
Bien lo sab¨ªa Virginia Vallejo. En el libro Amando a Pablo, odiando a Escobar la periodista colombiana narr¨® su relaci¨®n sentimental con el criminal. Y, de paso, resucit¨® el proyecto de Bardem y Le¨®n. Por fin, ten¨ªan la mirada aut¨¦ntica que buscaban. Bardem ya pod¨ªa meterse en la piel del narcotraficante m¨¢s peligroso de la historia.
"Pablo siempre hab¨ªa estado en construcci¨®n. Lo ten¨ªa ya bastante masticado y digerido", asegura el actor. Le ayudaron, adem¨¢s, las im¨¢genes. Por un lado, le concibi¨® como el animal favorito de Escobar: ¡°un hipop¨®tamo, tranquilo y gracioso, pero el m¨¢s peligroso de ?frica¡±. Por otro, se fij¨® en la ¡°necesidad absoluta de respeto¡± del criminal. ¡°Le volvi¨® loco, puso a una sociedad de rodillas, pero nunca lo logr¨®¡±, asegura Bardem.
?l s¨ª consigui¨® transformarse en Escobar. Tanto que hizo olvidar hasta a su esposa la diferencia. En un momento del filme, Vallejo ¨Cinterpretada por Pen¨¦lope Cruz- acude a pedir ayuda a Escobar: ambos int¨¦rpretes mezclan entonces qu¨ªmica y tensi¨®n para crear la mejor secuencia de Loving Pablo. ¡°Me asustaba mucho. No le ve¨ªa a ¨¦l sino al personaje. Despu¨¦s empec¨¦ a contar cu¨¢ntos d¨ªas faltaban para que acabara aquella tortura¡±, relat¨® Cruz en Venecia. Bardem lo confirma: ¡°Ambos ten¨ªamos yu-yu con ese momento. Lo convertimos en un ejercicio de imaginaci¨®n, para reconocer lo que no era nuestro. ?Tienen algo que ver con nosotros? S¨ª. ?Somos nosotros? No. Vamos a identificar qui¨¦nes son, a hacer que se odien, se amen, se peguen. Y luego paramos y nos vamos a casa que tenemos dos ni?os¡±.
He aqu¨ª uno de los aprendizajes del actor a lo largo de su celebrada carrera. ¡°Antes los personajes me afectaban m¨¢s, les dejaba invadirme. La juventud es temeraria y no tienes sentido del l¨ªmite. Ahora no me sirve ser el personaje 24 horas al d¨ªa, quiero ir a ¨¦l¡±, afirma. Pese a ello, le cost¨® meses salir por ejemplo de Uxbal, el enfermo terminal de c¨¢ncer de Biutiful.
Con ese papel gan¨® el premio al mejor actor en Cannes, uno de los muchos de su carrera. Aun as¨ª, Fernando Le¨®n jura que Bardem era de los primeros en aparecer en el rodaje de Loving Pablo y ¡°el ¨²ltimo en irse¡±. ?l se r¨ªe, y se analiza: ¡°Tengo decenas de fallos. Cada vez me veo m¨¢s. Pero tambi¨¦n es importante no ser falsamente humilde, eso no lleva m¨¢s que al fracaso. Hay que ponerle pasi¨®n, paciencia y el deseo de comunicar algo. Yo lo hago lo mejor que puedo, luego habr¨¢ todo tipo de opiniones y no depende de m¨ª¡±. Cada cierto tiempo, adem¨¢s, el int¨¦rprete se pasa un mes en un seminario de Juan Carlos Corazza, su principal maestro, para mejorar su actuaci¨®n. "Somos varios alumnos, se trabajan textos cl¨¢sicos y modernos. Y te das cuenta de que tienes los mismos problemas que el resto de los mortales", afirma.
Tal vez el principal, para cualquiera que viva del s¨¦ptimo arte, es conseguir hacer pel¨ªculas. Pero incluso un ganador de un Oscar encuentra serios obst¨¢culos para realizar sus proyectos. ¡°Lo peor del cine es su mercado, la necesidad de ser un producto comercial. Es muy radical sacar adelante una pel¨ªcula. Fernando en el rodaje dijo: ¡®No recuerdo ninguna expresi¨®n art¨ªstica tan moldeada por la industria y el dinero¡¯. Tiene toda la raz¨®n¡±, asevera el actor. Loving Pablo tambi¨¦n choc¨® con estas barreras, que impusieron rodarla en ingl¨¦s en lugar del espa?ol.
Su nuevo proyecto, en cambio, s¨ª ser¨¢ en castellano. Y eso que lo dirige un iran¨ª. Al preguntarle por Asghar Farhadi, con quien rueda estos d¨ªas en Madrid Todos lo saben, junto con Cruz y Ricardo Dar¨ªn, entre otros, Bardem se ilumina: ¡°No entiende espa?ol, pero s¨ª de las personas. Te disecciona, te quita la m¨¢scara, te obliga a compartirlo todo. No hay forma de colarle una mentira¡±.
Dif¨ªcil debe de ser tambi¨¦n que el actor pase inadvertido. ?Si pudiera no ser ¨¦l, qu¨¦ le gustar¨ªa hacer? ¡°Echo de menos poder observar. Los que estamos en esto nos alimentamos a base de mirar y mirar. Y eso se puede perder¡±.
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