¡®Me cambio de d¨¦cada¡¯, a una de cart¨®n piedra
En el nuevo reality de Antena 3 todo parece un poco forzado, pero es admirable su intenci¨®n did¨¢ctica
Los Vela Cedena, son una familia muy del siglo XXI. Tanto que los tres hijos (bueno, uno es un primo) mayores no saben el nombre del astronauta m¨¢s famoso de la historia tras llegar a la luna. Incluso piensan que las famosas im¨¢genes narradas para Espa?a por Jes¨²s Hermida son cutres. O que, tras aprender c¨®mo pod¨ªa ser (no como era) la Espa?a de los sesenta, sueltan frases como: "Me ha gustado el mundo sin tecnolog¨ªa, el poder coger un libro y leerlo", como si algo les impidiese hacerlo hoy en d¨ªa o no fuera compatible con estar enganchados a los m¨®viles. Esta familia es la protagonista del reality Me cambio de d¨¦cada, que Antena 3 estren¨® en la noche del lunes con una mezcla de nostalgia y cart¨®n piedra que chirr¨ªa bastante, aunque tiene sus virtudes.
En el programa, presentado por el omnipresente y siempre cercano Arturo Valls, esta familia se muda a una casa ambientada como si estuviesen en los a?os sesenta (en futuros programas la misma familia viajar¨¢ a los setenta, los ochenta y los noventa) y deben de vivir como si estuviesen en esa d¨¦cada. Y aprender que no hay frigor¨ªfico (por la pinta de la casa, se lo pod¨ªan haber permitido, que s¨ª que exist¨ªan entonces y parece una familia adinerada) sino una fresquera ("qu¨¦ asco", dice una de las ni?as al ver el pescado fresco) o, y aqu¨ª es donde funciona bien el programa como alerta did¨¢ctica, que el machismo de hoy tiene su base en unos a?os en los que era lo normal.
Pero todo huele un poco a falso en Me cambio de d¨¦cada. O al menos todo parece un poco forzado. El casting es bueno, la familia tiene personalidad, pero se nota demasiado que todo sigue un guion (el padre, que por cierto da la sensaci¨®n de que no trabaja y solo se dedica a dejar que las mujeres lo hagan todo en casa, parece una enciclopedia andante de aquella ¨¦poca). Es admirable la intenci¨®n instructiva del programa, sea o no todo acertado lo que cuente. Pero para entender c¨®mo era aquella ¨¦poca, mejor hablen con sus padres, con sus abuelos, con ?sus bisabuelos! Y lean libros entre un mensaje y otro en Twitter o Facebook. Y vean las pel¨ªculas de Berlanga, Camus o Saura de aquellos a?os. Lo entender¨¢n igual de bien y no parecer¨¢ cart¨®n piedra.
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