¡°La desidia del hombre ante el horror es terrible¡±
El guatemalteco Eduardo Halfon prosigue el mosaico literario sobre la b¨²squeda de la identidad en ¡®Duelo¡¯
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Frente a su choza, en una zona medio selv¨¢tica junto a un lago, la inquietante do?a Ermelinda suministra un brebaje de ra¨ªces extra?as al joven visitante: ¡°Lo ayudar¨¢ a ver la verdad que usted lleva dentro¡±, alcanza a o¨ªr antes de quedar inmerso en pesadillas toda la noche. El episodio, narrado en Duelo (Libros del Asteroide), es pr¨¢cticamente autobiogr¨¢fico, como todo en la ¨²ltima obra de Eduardo Halfon (Guatemala, 1971). El autor de El boxeador polaco, Monasterio o Signor Hoffman, sangre jud¨ªa y ¨¢rabe a la vez por sus ancestrales venas, nunca ha necesitado p¨®cimas porque la suya es la literatura. ¡°Escribo para entrar en otro estado de conciencia¡±, dice quien casi no hab¨ªa tocado un libro hasta los 29 a?os, cuando empez¨® a leer como un poseso y, desde Esto no es una pipa, Saturno (2003), a escribir a un ritmo de casi uno (rozando el op¨²sculo, esencia pura) anual, buscando una identidad quiz¨¢ truncada a los 10 a?os, cuando emigr¨® a EEUU con su padres y donde, tras el impacto vital, se form¨® como ingeniero industrial.
Bajo el influjo de los mejunjes, el lector descubrir¨¢, como el propio autor, que Duelo no es la b¨²squeda de la prohibida historia de la misteriosa y silenciada muerte de Salom¨®n, un ni?o dela familia (¡°una solo foto como prueba de su existencia¡±, recuerda el narrador), sino la de la compleja relaci¨®n del protagonista con su hermano, ¡°siempre el v¨ªnculo familiar m¨¢s dif¨ªcil, la historia de Ca¨ªn y Abel: nunca es una relaci¨®n fija como la del padre¡±, dice Halfon. Todo bajo la angustia de una lengua que funciona como ¡°escafandra¡± del infante ante el mundo adulto.
Admite Halfon tras esta nueva tesela en el mosaico literario sobre su identidad que fue educado en dos lenguas ¡°como algo org¨¢nico¡±; en cambio, s¨®lo puede escribir en una. ¡°Pienso en las dos, pero no s¨¦ si podr¨ªa hacer un cuento en ingl¨¦s: he cultivado el lenguaje literario en espa?ol¡±. ?Motivo? ¡°Mi infancia fue en espa?ol y mi literatura no deja de ser un intento de recuperar esos a?os¡±. El cruce, de frontera e idioma, entre el ni?o y el adulto es tema recurrente en la obra de quien en 2007, apenas a los cuatro a?os de empezar a escribir, fue elegido entre los 39 mejores autores latinoamericanos menores de 39 a?os. ¡°A¨²n estoy buscando el significado de traspasar esa frontera, que en mi caso, adem¨¢s, tambi¨¦n fue f¨ªsica¡ En ese tr¨¢nsito vital siempre pierdes y ganas; yo gan¨¦ una lengua y una mirada: al irte de tu peque?o jard¨ªn el mundo ya no se pude ver de la misma manera¡±. Nunca pens¨® en la cara oscura, hasta hace poco: ¡°No pertenezco a ning¨²n lado¡
Los rituales de do?a Ermelinda o las historias de Isidro, el vigilante del lago Amatitl¨¢n (la dela bruja del agua, el ritual de la palabra que hay que otorgar a cada ¨¢rbol al ser plantado, la de cada ni?o que se acerc¨® tr¨¢gicamente a la zona¡) rezuman, por vez primera en la casi quincena de t¨ªtulos de Halfon, el hasta ahora ausente influjo de la literatura oral guatemalteca, quiz¨¢ rastros del Miguel ?ngel Asturias de Leyendas de Guatemala o de las obras de Jos¨¦ Milla y Vidaurre¡ ¡°B¨¢sicamente buscaba el habla guatemalteco, y no s¨¦ bien c¨®mo me sali¨® una Guatemala que tampoco es la m¨ªa, que es la de la capital, la de la franquicia norteamericana¡±, admite. Asoma en Duelo, sin embargo, un paisaje m¨¢s sucio, m¨¢s contaminado, m¨¢s m¨¢gico.
Sostiene el autor que no es lector de Asturias o Milla y Vidaurre, ¡°no necesitas escucharles para encontrar a esos Ermelinda o Isidoro¡ Si yo escribiera sobre la cultura ind¨ªgena o maya es como si lo hiciera de los japoneses: mis cuatro abuelos eran de pa¨ªses europeos que pod¨ªan haber reca¨ªdo en cualquier lugar y lo hicieron en un pa¨ªs muy cat¨®lico siendo una familia jud¨ªa¡±. Esa s¨ª es una simiente literaria en la obra de Halfon, donde se puede rastrear todo el cat¨¢logo de la tradici¨®n literaria jud¨ªa: b¨²squeda de identidad, relaci¨®n padres-hijos, baile de lenguas¡ ¡°y el humor casi c¨ªnico o un sexo de flirteo¡ Estoy m¨¢s en la l¨ªnea de Philip Roth o incluso de autores del Este, como Zweig o Schnitzler¡±, dice quiz¨¢ recordando los or¨ªgenes polacos de un abuelo que pas¨® por Auschwitz, c¨®digo deprisionero grabado en la piel que hac¨ªa creer a su nieto que era para recordar el n¨²mero del tel¨¦fono, como refleja en Duelo.
Tambi¨¦n le acerca m¨¢s a esa literatura anglosajona una brevedad casi enfermiza, ¡°un estilo seco, nada hispano, que es m¨¢s barroco¡±. Sus libros son breves por fuera y por dentro: en Duelo son 41 fragmentos que ¡°luego el ingeniero Halfon pone en orden para crear una atm¨®sfera¡±. Por eso hay palabras o construcciones que se repiten siete o 14 veces, ¡°como el ritmo de un tambor: deber¨ªa doler, crear un luto¡±, dice. La escritura es ¡°intuitiva, pero ha de sonar al final a verdad.
¡°Siempre me ha espantado m¨¢s la desidia del hombre ante el horror que el horror mismo¡±, dice el protagonista de Duelotras descubrir, en Alemania, un viejo vecindario residencial al otro lado dela calle donde hab¨ªa un campo de concentraci¨®n. Es autobiogr¨¢fico, de nuevo: ¡°Esa desidia ante el horror es terrible; la estoy viendo ahora en EE UU con Trump: a cada minuto suelta una barbaridad y a la gente parece no importarle, se est¨¢ volviendo indiferente ante el horror, ya nada nos importa¡ Es el sobreindividualismo y el ego¨ªsmo extremos imperantes hoy¡±.
Llega Halfon a Barcelona la tarde de la Diada Nacional de Catalu?a, al poco de concluir la multitudinaria manifestaci¨®n. ¡°Todo nacionalismo es excluyente. Busca diferenciarnos y separarnos del otro, en vez de unirnos y aceptarnos. Lo he vivido en muchas ocasiones. Como jud¨ªo. Como ¨¢rabe. Y ahora como latinoamericano en unos EEUU que quieren construir un muro. Pero no hay muro ni frontera nacional infranqueable¡±, reflexiona. De eso, su vida y su literatura algo sabe.
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Autor:?Eduardo Halfon.?
Editorial: Libros de Asteroide (2017).
Formato: versi¨®n Kindle y tapa blanda (112 p¨¢ginas).
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