Las redes sociales y la decisi¨®n de Puigdemont
EL PA?S organiza una mesa donde Eduardo Madina, Montserrat Dom¨ªnguez y Jos¨¦ Mar¨ªa Lasalle dialogan sobre el estado actual de la conversaci¨®n
¡°Ya que no podemos cambiar de pa¨ªs, al menos cambiemos de conversaci¨®n¡±, arranc¨® citando a James Joyce el periodista y escritor Juan Cruz, que moder¨®, dentro de la novena edici¨®n del festival E?e, una mesa organizada por EL PA?S, en la que la periodista Monserrat Dom¨ªnguez, el exdiputado socialista Eduardo Madina y el ex secretario de Cultura Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle hablaron de c¨®mo conversar en la Espa?a de hoy.
¡°Tengo la sensaci¨®n de que hay cada vez m¨¢s gente hablando. No s¨¦ si cada vez hay m¨¢s gente escuchando¡±, expuso Madina, que acus¨® una sensaci¨®n de ¡°derrota intelectual¡±. El pol¨ªtico, adem¨¢s, se?al¨® que la izquierda, a su juicio, ha perdido la batalla de los sustantivos contra los ¡°traficantes de palabras¡±.
¡°?Y la derecha est¨¢ dotada para generar una conversaci¨®n?¡±, pregunt¨® Juan Cruz. ¡°La sociedad espa?ola es una sociedad que no conversa. Eso es algo que acepta a todos. La derecha se ha aposentado solo en la defensa del orden¡±, dijo Lassalle, que acaba de publicar Contra el populismo, un libro ¡°sorprendentemente bueno para ser de un pol¨ªtico¡±, dijo el moderador. ¡°Todo occidente est¨¢ atrapado. Los populismos est¨¢n colapsando la raz¨®n¡±, apostill¨® Lassalle.
La directora del Huffington Post introdujo las redes sociales, y se?al¨® como parte positiva del panorama de la conversaci¨®n la democratizaci¨®n digital. ¡°Nos han obligado a recolocarnos, y eso es bueno¡±. Pero tambi¨¦n se?al¨® que ¡°parece que solo escuchamos a los nuestros¡±, y cit¨® las burbujas informativas creadas en torno a figuras como la de Donald Trump.
No pudo sustraerse el festival de la situaci¨®n pol¨ªtica. Ni del d¨ªa que hab¨ªa vivido el pa¨ªs. La noche del Festival E?e fue m¨¢s tranquila que la tarde. Las charlas se movieron del teatro Fernando de Rojas al Sal¨®n de baile y la Sala de columnas. Ambientes m¨¢s ¨ªntimos pero donde las ideas siguieron volando. Abriendo mentes en un d¨ªa convulso.
¡°La diferencia entre Tarradellas y Puigdemont es que Tarradellas no ten¨ªa Twitter¡±, dijo Madina, en relaci¨®n a c¨®mo las redes y la gente pudieron influir la decisi¨®n de Puigdemont de no convocar elecciones. ¡°Las redes impactan de manera muy notable¡±, abund¨® Montserrat Dom¨ªnguez, que record¨® c¨®mo vivi¨® el 15-M, ese punto en el que ¡°la gente tom¨® el cauce de la conversaci¨®n. Y puso sobre la mesa el divorcio con las instituciones¡±.
¡°?Podemos deducir que desde ese momento la conversaci¨®n debe ser en la calle?¡±, pregunt¨® Juan Cruz. ¡°La limitaci¨®n en 140 caracteres es enriquecedora, porque da voz a los que no la ten¨ªan. Pero no, no hemos cambiado radicalmente el marco de la conversaci¨®n¡±, replic¨® Lassalle. ¡°A mayor seguimiento de las redes, menos capacidad de pacto¡±, zanj¨® Madina. ¡°Ayer la situaci¨®n catalana me pon¨ªa de los nervios. ?Pueden dejar las redes y las teles y arreglar el problema?¡±, pregunt¨® con tono elevado. Y siguieron conversando.
¡°En la conversaci¨®n sobre Catalu?a hay demasiado ruido, irritaci¨®n y apasionamiento. As¨ª que es una conversaci¨®n que se afronta mal¡±, opin¨® Lassalle. ¡°Aqu¨ª ha habido gente que ha so?ado sin el freno de mano. Y se ha olvidado eso de que los sue?os propios nunca deben convertirse en pesadillas ajenas¡±, dijo Madina. ¡°En cualquier caso, hoy deber¨ªamos todos hacer algo tan poco espa?ol como la autocr¨ªtica¡±, zanj¨® Lassalle.
Antes, en esa misma sala de columnas, Marta Sanz, Ram¨®n Andr¨¦s y Manuel Llorente hab¨ªan hablado del extra?o matrimonio que forman literatura y da?o; libros y dolor. Un poco m¨¢s abajo, en el segundo piso del C¨ªrculo de Bellas Artes, Manuel Borja Villel, Ni?o de Elche y Pedro G. Romero hablaron de paradojas de la cultura, de flamenco y de rebeli¨®n. Conversaciones todas en las que la sombra del tema del d¨ªa estaba presente. La pol¨ªtica, ya se sabe, se abre camino.
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