Cerco feminista a Polanski en Par¨ªs

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El feminismo vuelve a plantar cara a Roman Polanski. Distintas asociaciones se manifestaron este lunes por la noche en Par¨ªs para protestar contra la retrospectiva que la Cinemateca Francesa dedica al director de 84 a?os, acusado desde los setenta de haber agredido sexualmente a distintas menores. El ciclo se abri¨® con la proyecci¨®n de su nueva pel¨ªcula, Basada en hechos reales, inspirada en el best seller de Delphine de Vigan, que el propio director acudi¨® a presentar. Lo tuvo que hacer con la banda sonora de las ruidosas protestas que llegaban del exterior de la sala.

Una peque?a multitud, formada por varias decenas de manifestantes, se concentr¨® hacia las 7 de la tarde en la entrada de este edificio de Frank Gehry en la frontera este de Par¨ªs. En ella se encontraban dos miembros de las Femen, que gritaron sus consignas con sus pechos desnudos, y numerosas integrantes de la asociaci¨®n Osez le f¨¦minisme!, que ha resultado decisiva en la resurrecci¨®n de la lucha contra el patriarcado en territorio franc¨¦s. Fueron ellas quienes convocaron esta manifestaci¨®n a trav¨¦s de las redes sociales, para exigir a la Cinemateca que desprogramara el ciclo, acusando a la instituci¨®n de ¡°participar en la cultura de la impunidad de la violencia masculina¡±.

Entre quienes protestaban tambi¨¦n hab¨ªa ciudadanos no adscritos a ninguna organizaci¨®n, que decidieron acudir para mostrar su indignaci¨®n ante el homenaje. ¡°La Cinemateca ha tomado la decisi¨®n de rendir homenaje a un violador. Como v¨ªctima de una agresi¨®n sexual, me veo obligada a proteger a las dem¨¢s mujeres, puesto que el Estado no solo no lo hace, sino que adem¨¢s permite que instituciones p¨²blicas como la Cinemateca lo apoyen¡±, afirmaba Claire Camille, militante feminista de 31 a?os. Su pancarta respond¨ªa al argumento que ha utilizado la Cinemateca para justificar esta retrospectiva: la necesidad de separar entre un director y su obra. ¡°No decimos de un panadero: ¡®Viola a ni?os detr¨¢s de su obrador, pero hace unas baguettes estupendas¡¯. ?Por qu¨¦ esta impunidad por un cineasta violador?¡±, rezaba el cartel.

A su lado, Jean-Baptiste Redde, alias Voltuan, conocido poeta anarquista y habitual en toda manifestaci¨®n parisina, sosten¨ªa otro r¨®tulo todav¨ªa mayor: ¡°Basta de agresiones sexuales contra las ni?as y las mujeres¡±. ¡°No se puede separar lo p¨²blico y lo privado. Se necesita una adecuaci¨®n entre ambas esferas. Los artistas a los que admiro no hacen cosas as¨ª. Sopla un viento nuevo despu¨¦s del caso Weinstein. Estoy aqu¨ª para hurgar en la herida¡±, sosten¨ªa este hijo de una v¨ªctima de la violencia de g¨¦nero, que se termin¨® suicidando. Fue uno de los hombres que se acercaron a la concentraci¨®n, donde eran clara minor¨ªa. ¡°Faltan muchos m¨¢s, pero conf¨ªo en las nuevas generaciones. En las manifestaciones veo a muchos m¨¢s que hace a?os¡±, sostuvo Redde.

Mientras tanto, en el interior, Polanski sub¨ªa al escenario para dar el pistoletazo de salida a su ciclo. ¡°Estoy feliz de estar aqu¨ª y de ense?ar todas mis pel¨ªculas, que espero que no desaparezcan. La Cinemateca sirve para conservarlas y ahora es posible hacerlo hasta la eternidad. En otra ¨¦poca pod¨ªan quemarse, igual que Hitler quemaba libros¡±, expres¨® el director, acompa?ado por su mujer, la actriz Emmanuel Seigner, que prefiri¨® no hablar. La mitad del p¨²blico le aplaud¨ªa en pie. La otra mitad, en las filas traseras, observaba la escena con impasibilidad. ¡°Al principio, las copias de pel¨ªculas se hac¨ªan sobre nitrato, que quemaba muy bien. Ahora todo es digital y por eso mis pel¨ªculas son perpetuadas, pese a ciertos chiflados¡±, concluy¨® Polanski. En la sala se encontraba el director Olivier Assayas, coautor del guion de Basada en hechos reales, y el compositor Alexandre Desplat, colaborador habitual del cineasta, adem¨¢s de invitados como el veterano documentalista Frederick Wiseman. ¡°El papel de una cinemateca no puede ser condenar o excluir las pel¨ªculas¡±, se justific¨® al entrar.

Pese a la pol¨¦mica creciente, la Cinemateca no alterar¨¢ el transcurso de este homenaje, en el que Polanski presentar¨¢ varias pel¨ªculas ante el p¨²blico y participar¨¢ en una masterclass el pr¨®ximo fin de semana. ¡°Fiel a sus valores y a su tradici¨®n de independencia, la Cinemateca no aspira a sustituir a la justicia [¡­]. No entregamos ni recompensas ni certificados de buena conducta. Nuestra ambici¨®n es otra: mostrar la totalidad de obras de los cineastas y colocarlos en el flujo de una historia permanente del cine¡±, afirm¨® la Cinemateca en un comunicado, firmado por su presidente, el cineasta griego Costa-Gavras, y su director, Fr¨¦d¨¦ric Bonnaud. Tambi¨¦n la ministra de Cultura, Fran?oise Nyssen, tom¨® posici¨®n hace unos d¨ªas. ¡°Se trata de una obra y no de un hombre. No tengo por qu¨¦ condenar una obra¡±, declar¨® en la emisora France Inter. La retrospectiva ha llegado incluso a la Asamblea Nacional. La semana pasada, la diputada socialista Christine Pir¨¨s-Beaune transmiti¨® al hemiciclo su ¡°indignaci¨®n¡± ante ¡°el homenaje a Polanski en pleno caso Weinstein y en un momento en que se libera, por fin, la palabra de las mujeres agredidas¡±.

En los ¨²ltimos meses, el cerco del pasado vuelve a asediar al cineasta. En febrero, Polanski termin¨® renunciando a presidir los premios C¨¦sar por las protestas de las asociaciones feministas. En agosto, una mujer identificada como Robin lo acus¨® de agresi¨®n sexual en 1973, cuando ella ten¨ªa 16 a?os. Hace solo unas semanas, otra mujer de nacionalidad suiza asegur¨® que el director hab¨ªa abusado de ella en 1972, a la edad de 15 a?os. Estas dos acusaciones se suman a las ya conocidas: el caso de la estadounidense Samantha Geiner, a quien Polanski drog¨® y viol¨® cuando ten¨ªa 13 a?os despu¨¦s de una sesi¨®n fotogr¨¢fica, y el de la actriz brit¨¢nica Charlotte Lewis, que en 2010 acus¨® al director de haberla obligado a mantener relaciones sexuales cuando ten¨ªa 16 a?os. Polanski sigue manteni¨¦ndose en el silencio. En octubre de 2016, una periodista lo interrog¨® frontalmente sobre el caso en la televisi¨®n francesa. El director se neg¨® a responder. ¡°Ya le hab¨ªa avisado de que no tengo ganas de hablar de eso¡±, expres¨®. ¡°No es agradable y estoy harto¡±.