¡°Antes ¨¦ramos unos chulos; ahora reclamamos abrazos¡±
Lagartija Nick regresa con 'Crimen, sabotaje y creaci¨®n', un ¨¢lbum con el apoyo de una gran discogr¨¢fica
El cantaor de sevillanas Jos¨¦ Mar¨ªa Carrillo suele recordar una conversaci¨®n que tuvo con su compa?ero de celda, cuando lo encarcel¨® el r¨¦gimen franquista a principios de los a?os setenta: "?Y a ti por qu¨¦ te han encerrado?" "?A m¨ª? Por cantar", respondi¨®. "Pues s¨ª que tuviste que hacerlo mal".
Juan Codorni¨², guitarrista de Lagartija Nick, se parte de risa cuando cuenta esta an¨¦cdota, repantigado en un sof¨¢ de la compa?¨ªa de discos. A su izquierda, Antonio Arias, cantante y bajista, tambi¨¦n carcajea a placer. Est¨¢n contentos: acaban de publicar Crimen, sabotaje y creaci¨®n, su duod¨¦cimo ¨¢lbum, con el apoyo de una multinacional como Virgin Records/Universal, que ha acatado todas sus decisiones con fe ciega. Muchas de ellas, arriesgadas. "No estamos acostumbrados a que una compa?¨ªa grande nos haga tanto caso. Cuando estuvimos con Sony ¨ªbamos a velocidad de crucero, pero nos ped¨ªan que son¨¢ramos como Los Planetas y otras bandas del estilo. Nosotros no somos Los Planetas. Por eso acabamos rompiendo". Arias no menciona a esa banda (granadina como Lagartija Nick) por casualidad: comparten bater¨ªa, muchos proyectos musicales y, algunas veces, los pimientos de Casa Juanillo, en Sacromonte.
"Nos hemos juntado los miembros primigenios, los que fundamos Lagartija hace casi 30 a?os", apunta para los nost¨¢lgicos. Cuando uno escucha Crimen, sabotaje y creaci¨®n, ciertamente le viene a la cabeza el sonido de Hipnosis, su primer trabajo. Es un disco de rock urgente, que no transita por los derroteros oscuros y algo fangosos que marcaron a Lagartija Nick durante varios a?os. El puntito experimental, en todo lo caso, lo pone el teclista J. J. Machuca, la ¨²nica nueva incorporaci¨®n. Pero, sobre todo, es un homenaje a Jes¨²s Arias, hermano de Antonio, m¨²sico y periodista granadino, fallecido recientemente. "Nuestra discogr¨¢fica ha elegido como primer single una canci¨®n suya que versionamos, Agon¨ªa, agon¨ªa", explica el cantante. "Nos sorprendi¨®, porque es una canci¨®n que habla del miedo a morir. Es anticomercial, y al mismo tiempo preciosa".
La figura de su hermano recorre el disco, bien como canciones completas, bien como referencias (Lorca o las v¨ªctimas del franquismo, sobre las que escribi¨® mucho), y desemboca en la sobrecogedora Exilio: un tema pop de m¨¢s de 10 minutos que deviene en un adagio con instrumentos cl¨¢sicos atravesados por el aullido serrador de b¨®lidos de F¨®rmula 1, que se integran en la pieza como una suerte de lamento. "Mi hermano era un apasionado de las carreras. No se me ocurre mejor manera de que est¨¦ con nosotros", explica Arias.
En el ¨²ltimo disco de Lagartija Nick no paran de suceder cosas. No est¨¢ hecho para escucharlo del tir¨®n, sino para dejarse llevar por el factor sorpresa con cada una de sus canciones. Como por ejemplo Soy de otra Andaluc¨ªa, una sevillana en la que ha colaborado el mencionado Carrillo, adornada con inopinados arreglos psicod¨¦licos y mucha denuncia social en las letras. Nada que ver con la imagen t¨®pica de la feria de Sevilla.
Lagatija Nick tiene arte y experiencia en mezclar folclore andaluz con psicodelia. Lo hicieron junto a Enrique Morente en su descomunal Omega. "Su repercusi¨®n sigue siendo enorme hoy", opina Arias. "El Omega devor¨® a Morente, y devora a Lagartija. Es que se lo come todo. Pero no puedo quejarme: es un trabajo que me hace sentir orgulloso, y que nos dio un dinerito, lo suficiente como para poder dedicarnos solo a la m¨²sica".
"Menos mal", interviene Codorni¨². "Somos v¨ªctimas de la crisis. Si no tuvi¨¦ramos el rock, estar¨ªamos en el paro, sin nada que hacer". Los dos acaban de pasar la cincuentena, y reconocen que la edad los ha cambiado. "Yo antes era un chulo soberbio; y ahora reclamo amparo, abrazos", reconoce Arias, y zanja: "Aunque a veces echo de menos al gilipollas ese de hace 20 a?os. Era m¨¢s divertido".
Babelia
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