Naomi Kawase filma su declaraci¨®n de amor al cine
La directora estrena ¡®Hacia la luz¡¯, sobre una pareja marcada por lo que ve (o no)
Hace 20 a?os la cineasta japonesa Naomi Kawase (Nara, 1969) se convirti¨® en la ganadora m¨¢s joven de la C¨¢mara de Oro de Cannes, premio que reconoce la mejor pel¨ªcula de un debutante en cualquiera de las secciones del festival franc¨¦s. "Como artista, he nacido aqu¨ª, y espero que admitan mis pel¨ªculas de anciana", apunta durante el estreno mundial en mayo en Cannes de su Hacia la luz, que desde el viernes pasado se proyecta en salas espa?olas. Durante lustros, t¨ªtulo tras t¨ªtulo, parec¨ªa llamada a ser la segunda directora, tras Jane Campion y El piano, en poder obtener la Palma de Oro. Pero como los chefs que renuncian a sus estrellas Michelin, Kawase ha impulsado su carrera hacia otro lado. "Fui madre y eso influy¨® en mis ganas de contar otras historias", asegura. Por ah¨ª entraron los documentales Genpin (sobre la cl¨ªnica donde dio a luz) y Chiri (sobre su familia, ausente en su ni?ez) o Una pasteler¨ªa en Tokio, una tragicomedia que parec¨ªa creada para contentar a un p¨²blico indulgente. A menos de diez metros, en la arena de la playa de La Croisette, juegan su marido y su hijo. "Puede que mi cine haya perdido poes¨ªa y misterio de forma ligeramente consciente". Ahora en Hacia la luz cuenta la relaci¨®n que nace en un cine entre una escritora de audiocomentarios para pel¨ªculas destinados a invidentes y un fot¨®grafo mayor que est¨¢ perdiendo la vista. "Entend¨ª que solo as¨ª pod¨ªa contar mi amor por el cine, por lo que significa un rayo de luz".
Que sus ¨²ltimas pel¨ªculas puedan considerarse f¨¢ciles a Kawase no le preocupa mucho. "Voy detr¨¢s de las historias que me atraigan, nada de encargos. Descubr¨ª el trabajo de estos subtituladores de cine para ciegos con mi pel¨ªcula anterior, y me llam¨® la atenci¨®n el poder que tienen para cambiar cada acto. Y decid¨ª unirlo con mi pasi¨®n". Eso, apunta con sus suaves maneras la directora, sin olvidar que sus protagonistas "suelen ocultar almas heridas que encuentran la calma en una profesi¨®n con la que se comunican". Anteriormente, los pasteles, ahora, el cine y las fotograf¨ªas. "Espero empujar a una reflexi¨®n ulterior: ?qu¨¦ compone una experiencia cinematogr¨¢fica? ?La imagen, la luz, el sonido? ?Por qu¨¦ se habla tanto en el cine, y por qu¨¦ no apostamos por menos palabras aunque m¨¢s exactas? El guion me ha costado m¨¢s que otras veces para medir meticulosamente lo dicho, y el rodaje se complic¨® a la b¨²squeda de la mejor luz natural".
Para Kawase, "el cine puede hacer que el mundo sea un lugar m¨¢s grande y m¨¢s amplio para todos", incluidos, y ah¨ª le sale un brillo mal¨¦volo en los ojos "para quienes no entienden la importancia de la humildad. En la vida hay muchas cosas que encontramos problem¨¢ticas, porque podemos verlo todo, y resulta repugnante, porque terminamos sabi¨¦ndolo todo, en un proceso angustioso".
La cineasta insiste: Hacia la luz significa mucho para ella. Tanto, que transcurre en su ciudad natal, Nara, el pueblo m¨¢s viejo de Jap¨®n. "En su centro ha vivido gente desde hace m¨¢s de 1.300 a?os, y desde ah¨ª surgi¨® la naci¨®n actual. Me gusta mucho la idea de que se han celebrado festivales anuales en sus calles desde hace m¨¢s de mil veranos, las tradiciones han pasado de generaciones a generaciones. Y ahora ha llegado el momento de reflexionar hacia d¨®nde va Nara, y por tanto hacia d¨®nde va el mundo". ?Y ser¨¢ un mundo igualitario? "Si es por la Palma de Oro, ya no me preocupa. Si es por las mujeres en general, siento que en muchos campos somos superiores, m¨¢s r¨¢pidas que los hombres, algo que por desgracia es poco valorado en una sociedad que a ratos parece ciega".
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