Madrid frente a su recuerdo
Los escritores Emiliano Monge, Jorge Hern¨¢ndez y Antonio Ortu?o analizan la imagen ficcionada de la capital creada por el exilio espa?ol
Al otro lado del Atl¨¢ntico existe un Madrid de recuerdo, una ciudad levantada a base de im¨¢genes transmitidas por los miles de exiliados espa?oles que llegaron a los pa¨ªses Latinoamericanos, especialmente a M¨¦xico, huyendo de la Guerra Civil primero y del franquismo despu¨¦s. Es esta una ciudad de ficci¨®n, pero que ha calado en el imaginario de quienes nunca han visitado la capital espa?ola. Pero s¨ª existe una Madrid ¡°plural, incluyente, entra?able, legendaria, moderna y funcional¡±, como la ha descrito este domingo el escritor mexicano Jorge Hern¨¢ndez. Junto a los tambi¨¦n literatos Emiliano Monge y Antonio Ortu?o y dentro del marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Hern¨¢ndez ha puesto a Madrid frente a su relato ficcionado, exponiendo las dos visiones en un coloquio ofrecido dentro de las actividades del pabell¨®n que la capital espa?ola tiene como ciudad invitada de honor.
Parafraseando la letra de la canci¨®n de Agust¨ªn Lara, Hern¨¢ndez ha preguntado: ¡°Madrid, ?los mexicanos piensan mucho en ti?¡±, t¨ªtulo del encuentro. A lo que Ortu?o ha respondido: ¡°Hace 50 a?os era en Madrid donde se pensaba mucho en M¨¦xico¡±. Cuando el presidente mexicano L¨¢zaro C¨¢rdenas abri¨® los brazos del pa¨ªs para acoger a tantos espa?oles que se vieron forzados a abandonar su tierra, ambos pa¨ªses quedaron entrelazados a trav¨¦s de familias rotas, pero tambi¨¦n de sus libros. En M¨¦xico se editaban las obras de autores oprimidos por el franquismo. La vida literaria de Espa?a se hac¨ªa en el pa¨ªs latinoamericano y los exiliados buscaban en las librer¨ªas las im¨¢genes de la tierra abandonada.
El Madrid que se trajeron los espa?oles y el que llegaba a trav¨¦s de estos vol¨²menes del exilio fue reposando en la mente colectiva hasta conformarse una visi¨®n deturpada de la ciudad. ¡°?No es eso una forma de literatura?¡±, pregunt¨® Hern¨¢ndez. ¡°Hay una idea de Madrid completamente distinta de lo que es Madrid y Espa?a¡±, concedi¨® Monge, a lo que a?adi¨® que se trata de una concepci¨®n solo presente en M¨¦xico y en otros pa¨ªses de acogida.
Comparar el Madrid ficcionado con el real es poner una pantalla a todo color frente a una foto en blanco y negro. ¡°Ahora somos nosotros los que queremos publicar all¨ª¡±, reconoci¨® Ortu?o. Las editoriales madrile?as y espa?olas se han convertido en un lugar de encuentro para los propios autores hispanoamericanos, aunque, como apuntaron los literatos, todav¨ªa no hay una reciprocidad equilibrada, pues se sigue leyendo a m¨¢s espa?oles en M¨¦xico que al rev¨¦s.
Los tres escritores, buenos conocedores de Madrid, han fomentado una imagen renovada de la ciudad. Ortu?o ha destacado el parque del Retiro, donde vive su t¨ªo Guillermo y donde su madre, natural de Toledo, aprendi¨® a caminar. Tambi¨¦n la Feria del Libro, ¡°una cosa extra?¨ªsima¡±, ¡°popular¨ªsima, una verbena m¨¢s que una feria¡±, ha exclamado. Monge explic¨® al auditorio qu¨¦ son los huevos de la Casa Lucio y Hern¨¢ndez, las ca?as.
Madrid sigue siendo las calles de Fortunata y Jacinta, la puerta de Alcal¨¢ con sus heridas de metralla, pero tambi¨¦n, los bares de Malasa?a, su cielo, las bicicletas, el lisonjado transporte p¨²blico y por supuesto sus caf¨¦s, que han sabido adaptarse al paso del tiempo y que fascinan a los escritores, como ellos mismos confesaron, por c¨®mo han sabido mantener la tradici¨®n de la discusi¨®n. "Podr¨ªamos hablar tambi¨¦n de la sequedad castellana -brome¨® Hern¨¢ndez- que en realidad es una pantalla; me consta que son entra?ables y que de vez en cuando se dejan abrazar".
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