El exilio republicano espa?ol en M¨¦xico: una historia de agradecimiento
Cinco refugiadas cuentan su llegada al pa¨ªs y la labor que hicieron en ¨¦l cuando se cumplen 40 a?os del restablecimiento de relaciones entre ambos pa¨ªses tras el franquismo
M¨¦xico les brind¨® una nueva oportunidad y ellas quisieron darle algo a cambio. Hace m¨¢s de 70 a?os que ocurri¨® todo, pero siguen record¨¢ndolo como si fuera ayer. Pertenecen a la generaci¨®n de exiliados espa?oles republicanos que fue recibida con los brazos abiertos por el pa¨ªs, gobernado por L¨¢zaro C¨¢rdenas entre 1934 y 1940. Hu¨ªan de la guerra civil y del franquismo, pero tambi¨¦n de las malas condiciones de acogida en Francia. Los Gobiernos de las Rep¨²blicas mexicana y espa?ola hab¨ªan preparado el asilo para un gran n¨²mero de espa?oles, cuyo desembarco data del 13 de junio de 1939, fecha en que el barco Sinaia?toc¨® tierra en Veracruz. Cinco exiliadas, naturalizadas mexicanas, relatan sus vivencias y loan a la tierra que les permiti¨® vivir.
La pintora Teresa Mart¨ªn (Madrid, 1936) recuerda que en su casa no se hablaba de la Rep¨²blica espa?ola, la familia estaba dividida por los bandos de la guerra y su padre hab¨ªa sido prisionero de un campo de concentraci¨®n franc¨¦s, pero s¨ª se cantaba. Durante reuniones entre republicanos, le ped¨ªan a la entonces joven Mart¨ªn que entonara "Franciso alegre, La bien pag¨¢... canciones para que estos hombres recordaran, y lloraban cuando las o¨ªan".
Sinaia, Mexique, Ipanema, Orinoco, Flandre o Nyassa significan para muchos de ellos la salvaci¨®n. Son los nombres de los barcos que fueron fletados hasta 1942 y que llegaron a transportar a unos 25.000 espa?oles a M¨¦xico, un pa¨ªs que sumaba entonces menos de 20 millones de habitantes. "Llegamos a Veracruz y all¨ª nos estaban esperando mujeres vestidas con los trajes t¨ªpicos. Nos llevaron a un hotel, nos dieron de comer y al d¨ªa siguiente el boleto para llegar a la capital", relata Trinidad Mart¨ªnez (Barcelona, 1928), economista y fundadora del Centro de Investigaci¨®n y de Docencia Econ¨®mica (CIDE), un reputado instituto de estudios socioecon¨®micos. Su experiencia choca irremediablemente con la realidad actual, donde la solidaridad con los refugiados sirios que llegan a Europa flaquea, donde las fronteras se realzan con fuerza de nuevo entre pa¨ªses.
El r¨¦gimen franquista nunca fue reconocido por M¨¦xico. Solo con Adolfo Su¨¢rez al frente del Gobierno espa?ol, se inici¨® la restauraci¨®n de las relaciones diplom¨¢ticas entre ambos pa¨ªses, de la que esta semana se cumplen 40 a?os. "Mi padre siempre nos dec¨ªa a mi hermana y a m¨ª: 'M¨¦xico nos ha dado todo y nunca nos ha pedido nada, cuando puedan devu¨¦lvanle algo, lo que puedan", recuerda Mart¨ªnez emocionada. "A m¨ª tambi¨¦n me ense?aron mis padres que hab¨ªa que agradecer", asiente Mart¨ªn. Durante a?os recorri¨® las bibliotecas de la capital impartiendo talleres para fomentar el h¨¢bito de la lectura: "Ese trabajo de ense?ar a los ni?os y a los adolescentes era mi manera de, e insisto en la palabra, agradecer a M¨¦xico, sencillamente", explica la artista. La economista asegura que fue por este aprendizaje por lo que concibi¨® el CIDE, "el proyecto profesional de mi vida". Despu¨¦s de trabajar 11 a?os en Escocia, se dio cuenta de que era necesario desarrollar los estudios de posgrado en M¨¦xico: "Me dije que ten¨ªa que regresar y reforzar eso".
Loty de la Granja (Alicante, 1934) y Paloma Altolaguirre (Londres, 1935), junto con Teresa Mart¨ªn y la poeta recientemente fallecida Carmen Romero de Rayo, se conocen desde peque?as y pertenecen al mismo grupo de amigas. Son, como en su d¨ªa fueron las chicas de Barranca (del Muerto), al sur de Ciudad de M¨¦xico, de cuya banda solo vive ya Mercedes Pere?a, la memoria viva de la historia reciente espa?ola m¨¢s olvidada. Menos reconocida. Se trata de la primera generaci¨®n de mujeres en Espa?a que tuvo la oportunidad de estudiar y muchas de ellas lo hicieron: algunas fueron m¨¦dicas, otras abogadas, tambi¨¦n modistas o jefas de producci¨®n de una f¨¢brica.
Las cuatro exiliadas republicanas comienzan a hablar al un¨ªsono cuando se les pregunta por la figura del expresidente mexicano L¨¢zaro C¨¢rdenas, como si aplaudieran y vitorearan con sus palabras. Carmen Tag¨¹e?a, presidenta del Ateneo Espa?ol de M¨¦xico, hija tambi¨¦n de exiliados republicanos, quien ha organizado la reuni¨®n que se celebra en este centro cultural, pone los puntos sobre las ies. "La acogida de refugiados republicanos espa?oles era un proyecto de C¨¢rdenas para M¨¦xico, porque cre¨ªa que pod¨ªan aportar mucho al pa¨ªs. Acababan de crearse numerosas facultades y hab¨ªa, por ejemplo, muchas plazas de maestros que cubrir. Tambi¨¦n hizo un proyecto agr¨ªcola con los espa?oles. Vino gente formada: obreros formados, panaderos... Esta es la selecci¨®n que existi¨®". Hace una pausa y a?ade: "M¨¦xico ya no est¨¢ recibiendo a los centroamericanos como recibi¨® a los espa?oles".
Trinidad Mart¨ªnez rememora la huida por los Pirineos en 1939 y Paloma Altolaguirre cuenta que recientemente se ha enterado de que aquel invierno fue uno de los m¨¢s crudos que hubo en much¨ªsimos a?os. Eran ni?as cuando todo aquello ocurri¨®. Algunos son recuerdos propios y otras informaciones recabadas en investigaciones, documentales o libros. Pero algo est¨¢ claro: M¨¦xico es hoy su patria.
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