Esp¨ªritu navide?o
Los editores sacan lo mejor de cada casa, cruzando los dedos para que, a la vuelta de las fiestas, no tengan que reabrir demasiados paquetes con devoluciones
1. Recuperaciones
Lleg¨® diciembre con sus cosas. Arriban a las orillas de este Sill¨®n de Orejas oleadas de esp¨ªritu navide?o encuadernadas y rebosantes de letra impresa: los editores sacan lo mejor de cada casa, cruzando los dedos para que, a la vuelta de las fiestas, no tengan que reabrir demasiados paquetes con devoluciones. Noviembre ha sido, seg¨²n los libreros, un mes cruel, a pesar de la media docena de best sellers que siguen vendi¨¦ndose estupendamente. Claro que para m¨ª el esp¨ªritu navide?o, incluyendo el (olvidado) fr¨ªo, la (inexistente) nieve y los (improbables y car¨ªsimos) abetos, est¨¢ indisolublemente ligado a la imagen de Jack Torrance corriendo cojo y con un hacha en la mano por el laberinto nevado del hotel Overlook en pos de su hijo Danny: la terror¨ªfica escena ha terminado adquiriendo en mi mente enferma m¨¢s relieve que la del portal de Bel¨¦n, que ahora se me antoja como de novela social, tan antigua y campesina. Y conste que la otra noche so?¨¦ que el perseguido por el laberinto nevado era yo, y mi perseguidora, Marta Rovira, la pat¨¦tica Rosa Luxemburgo del partido de los republicanos catalanes. En todo caso, los ¡°libros de regalo¡± navide?os no tienen en Espa?a el predicamento del que gozan en dos de los pa¨ªses m¨¢s cultos y lectores de la UE ¡ªFrancia y Alemania¡ª, donde los beaux livres y los ostentosos Kalender se ense?orean de los escaparates de las librer¨ªas. Aqu¨ª se llevan menos los lujos profusamente ilustrados en papel cuch¨¦. Este a?o lo que prima es la recuperaci¨®n de centones narrativos que funcionaron bien en el pasado y que a¨²n admiten una sobreexplotaci¨®n como novedades sobrevenidas. As¨ª, so pretexto de celebrar el aniversario de su publicaci¨®n, reaparecen con honores de redescubrimiento novelas gord¨ªsimas como Bella del Se?or, de Albert Cohen (1968; Anagrama). Memorias como Las cenizas de ?ngela, de Frank McCourt (1996; Maeva); Confieso que he vivido, de Pablo Neruda (1974; Seix Barral), o la ilustrad¨ªsima reedici¨®n de Estambul (2005; Penguin Random House), de Orhan Pamuk. Recopilaciones de novelas ¡°negras¡± como ese imposible e inc¨®modo adoqu¨ªn (1.150 p¨¢ginas y 1.572 gramos: intenten leerlo en la cama) que es Verhoeven, que re¨²ne las cuatro de Pierre Lemaitre protagonizadas por el comisario m¨¢s bajito (1,45 de estatura) de la literatura policiaca, o la muy meritoria Narrativa completa del expresionista checo Hermann Ungar (Siruela). Antolog¨ªas tem¨¢ticas de relatos y novelas cortas como El lector decadente (Atalanta), en la que Jacobo Siruela y Jaime Rosal han reunido algunos de los mejores cuentos del movimiento decadentista que permeabiliz¨® la literatura europea a finales del XIX; o Damas oscuras (Impedimenta), que incluye 20 relatos fantasmales de otras tantas victorianas eminentes; o las Historias de cine (Siruela; edici¨®n de Juan Antonio Molina Foix), que recoge 11 narraciones ¡ªla mayor¨ªa de derecho p¨²blico, claro¡ª que fueron llevadas a la pantalla en adaptaciones que ennoblecieron, en ocasiones, al original (como El hombre que mat¨® a Liberty Valance, de John Ford, muy superior a la novela de Dorothy Johnson); o los Cuentos completos de Jack London, cuyo primer volumen (casi kilo y medio de estupenda literatura) acaba de publicar Reino de Cordelia. Y conste que lo anterior es s¨®lo una muestra del masivo desembarco navide?o. Otro d¨ªa, m¨¢s.
2. Eliot
La bibliograf¨ªa hisp¨¢nica de T. S. Eliot no deja de aumentar. Lejos quedan los tiempos en que era complicado hacerse con una buena traducci¨®n de, por ejemplo, The Waste Land (1922; ?95 a?os y a¨²n tan radicalmente moderno!) o de los cuatro largos poemas que componen Four Quartets (1936-1942). Las dos ¨²ltimas publicaciones del canon eliotiano que han llegado a las librer¨ªas son adem¨¢s particularmente significativas. Alianza, que ya hab¨ªa publicado en 1978 unas Poes¨ªas reunidas traducidas por Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde, en la que se inclu¨ªa Cuatro cuartetos, acaba de publicar en su serie ¡°libros singulares¡± la ¨²ltima versi¨®n de la c¨¦lebre suite realizada por Jos¨¦ Emilio Pacheco, que trabaj¨® en ella hasta el final de su vida. Por su parte, Visor ha echado la casa por la ventana con el primer tomo (1909-1962) de las Poes¨ªas completas del m¨¢s brit¨¢nico de los poetas de Misuri, que Jos¨¦ Luis Rey (que, por cierto, merece mayor visibilidad en los paratextos editoriales) ha traducido de la edici¨®n can¨®nica de Faber (2015). La nueva edici¨®n biling¨¹e (1.150 p¨¢ginas, tapa dura, 40 euros) contiene casi 400 p¨¢ginas de notas y comentarios y una importante sorpresa: la ¡°reconstrucci¨®n¡± editorial de Tierra Bald¨ªa antes de que en ella metiera su po¨¦tica mano (en realidad, su tijera) Ezra Pound, il miglior fabro. Y la verdad es que, comparando ambos textos, tengo que reconocer que estuvo muy bien metida, a pesar de algunos deslumbrantes destellos narrativos del entonces joven Eliot.
3. Editor
De la evoluci¨®n pol¨ªtica de Javier Pradera (1934-2011), que durante muchos a?os fue un elemento clave en la l¨ªnea editorial de EL PA?S (incluyendo su papel en este suplemento), sabemos bastante gracias, entre otras cosas, a Santos Juli¨¢, cuyo Camarada Javier Pradera (Galaxia Gutenberg, 2012) trazaba ¡ªapoy¨¢ndose en la correspondencia y en otros escritos de su amigo¡ª la cartograf¨ªa de sus intereses pol¨ªticos. Menos expl¨ªcita quedaba la labor de Pradera como editor y, sobre todo, como observador de la evoluci¨®n de la edici¨®n espa?ola en unos a?os clave. Esa laguna es la que viene a llenar Javier Pradera. Itinerario de un editor (Trama), una esmerada selecci¨®n de su correspondencia y de sus art¨ªculos e intervenciones como editor que ha editado y prologado Jordi Gracia para la editorial del polifac¨¦tico Manuel Ortu?o. Y que, m¨¢s all¨¢ de su inter¨¦s para la biograf¨ªa intelectual de Pradera, constituye un documento esencial para el an¨¢lisis y la memoria de la edici¨®n espa?ola ¡ªy sus dram¨¢ticos cambios¡ª en unos a?os cruciales de su historia.
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