Una feria bien pensada
La FIL tiene dos lados, por un lado, cuida a los profesionales y, por otro lado, es muy popular
Leer te hace pensar. Puedes hacer tu propia lectura del texto y, por consiguiente, del mundo. Leer hace que pensemos a nuestra manera, nos aleja del pensamiento ¨²nico, nos apercibe de neofascismos, fanatismos y aburridas ortodoxias. Leer hace de ti un heterodoxo, alguien cr¨ªtico, que se interroga sobre todas las cosas.
Me da miedo la unicidad, la uniformidad. Un ¨²nico pa¨ªs, una ¨²nica lengua, una sola manera de ver el mundo. Los escritores escribimos en soledad, es verdad. Pero un libro no es solo del escritor aunque la portada lleve su nombre. Formamos parte de un equipo. Est¨¢ el escritor, el editor, la agente, los correctores, la gente de prensa, los transportistas, los libreros y, por ¨²ltimo, el lector. La FIL lo sabe, por eso, sea una feria con dos lados. Por un lado, cuida a los profesionales, y, por otro lado, es muy popular. Tiene dos lados, como un coraz¨®n, y as¨ª late. Miles de lectores se acercan a ella, como un lector que condujo durante tres horas junto a su mujer y a su hija solamente para asistir a la presentaci¨®n de mi libro. Un milagro.
Vivimos por a los lectores. Quien dice que escribe solo para s¨ª mismo miente. Todos los escritores queremos un interlocutor al otro lado, alguien que nos lea y haga suyo el libro, a que as¨ª se modifique lo que uno escribi¨®, y se multiplique bellamente, como una figura fractal.
Era mi primera vez en la FIL de Guadalajara. Incre¨ªble. Tuve la ocasi¨®n de conversar con Paul Auster. Hablamos de poes¨ªa, de c¨®mo ser poeta ayuda a un novelista a escribir mejor. A cuidar el ritmo, la musicalidad del texto, su precisi¨®n. ?l tambi¨¦n es poeta. En su charla, vista en directo por 800 personas, habl¨® de poes¨ªa y de poetas. De c¨®mo Francia supo valorar la obra de Poe, olvidado en su propio pa¨ªs. Es importante c¨®mo te ven desde fuera. Emmanuel Carr¨¨re pensar¨ªa lo mismo, este outsider de las letras francesas, sin embargo premiado en M¨¦xico, que reivindicaba la libertad y la moral para la escritura, y que no se rasgaba las vestiduras para admitir que est¨¢ en un mal momento creativo. Muy pocos lo hacen. Seguro que agradeci¨® el cari?o que le dio la FIL. Tambi¨¦n Fernando Savater, emocionado al ser homenajeado con un mariachi. Una sorpresa. Auster hablaba maravillas de Elena Poniatowska, una adelantada a su tiempo, seg¨²n ¨¦l, que ha abierto muchas ventanas a la literatura actual.
¡°Ella escribe libremente¡±. Tal vez sea eso. Olvidarnos de que para escribir ficci¨®n hay una ¨²nica manera. Hay que abrir las novelas a nuestro tiempo, tan veloz, tan cambiante, con tantos interrogantes. Y del mismo modo, acercarlo a la tierra y a las personas.
Mi primera vez en la FIL. Vivimos la ¨¦poca de la improvisaci¨®n. A todos los niveles, en la vida real, en Internet. Al otro lado del muro, el presidente estadounidense improvisa todo el rato, y mete la pata, siempre. A este lado del muro est¨¢ la feria de Guadalajara, bien organizada, preparada, bien pensada. Y con alma. Es otra manera de ver el mundo.
Babelia
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