Luis de la Radio

En Luis del Olmo, que naci¨® hace casi 81 a?os cerca de la estaci¨®n de trenes de Ponferrada, vive una historia de amor por la radio. La serie Imprescindibles de Televisi¨®n Espa?ola lo cuenta en un documental que ha dirigido Elena S¨¢nchez (con Juanma Jim¨¦nez en la realizaci¨®n) y que se ver¨¢ en La 2 el lunes 4 (20.50). Este hombre no ha vivido, desde la adolescencia, ni un minuto sin radio. Es Luis de la Radio.

Televisi¨®n Espa?ola hizo el documental sobre Del Olmo "por su compromiso con el medio, por el placer de haberlo escuchado, por agradecimiento", y porque protagoniza, adem¨¢s, una de las historias m¨¢s bellas del medio: la "competencia feroz" con I?aki Gabilondo (Luis en la radio p¨²blica y en emisoras privadas, la Cope u Onda Cero o Punto Radio, I?aki en la SER) que empez¨® y sigue siendo, adem¨¢s, una hermosa amistad.

En la presentaci¨®n al p¨²blico, este jueves, los dos se sentaron juntos. En el documental hablan de esa lucha que a los dos les dio salud, y da rabia observar que su ejemplo ha tenido muchos menos seguidores que los que les han escuchado y les escuchan en el medio m¨¢s c¨¢lido.

Luis del Olmo estuvo "loco por la radio" desde muchacho, tuvo como c¨®mplice siempre a la madrugada y no par¨® ni siquiera cuando consigui¨® su objetivo: decir desde Radio Nacional aquel "Buenos d¨ªas, Espa?a" con el que despert¨® su Protagonistas. Es, dijo su tambi¨¦n competidor Carlos Herrera, "un pr¨¨t a porter" de la radio; "un Beethoven de la radio" (Juan Carlos Ortega); "un exigente que al rato ya te abrazaba" (Julia Otero); "grande como su estatura" (Joan Manuel Serrat); "el que le dio un volantazo a la radio" (I?aki Gabilondo); "es La Radio" (Miguel de los Santos).

Para ¨¦l este documental de TVE "es como un premio Ondas" que le diera la emisora p¨²blica. Serrat cuenta en el documental cuando Luis sigui¨® emitiendo su m¨²sica en el momento en que las autoridades decretaron represalia contra el cantante por querer cantar en catal¨¢n en Eurovisi¨®n.

En el mismo documental aparecen escenas de algunos de los grandes hallazgos de la historia del Del Olmo: desde que sac¨® la radio a la calle (con Merce Remol¨ª y Mercedes Mil¨¢, las Merches) a la saga infinita de El jard¨ªn de los bons¨¢is y los debates del Estado de la Naci¨®n, que conjunt¨® a Tip y Coll con Chumy Ch¨²mez y con Mingote "para hacer humor en tiempos crispados".

Los numerosos episodios se hab¨ªan perdido, se los dio Alfonso Uss¨ªa, que tambi¨¦n participaba, y ahora duermen en uno de sus museos de la radio (el de Ponferrada, tiene otro en Roda de Bar¨¢) sin poder ser digitalizados porque, cont¨® Luis ante el p¨²blico asistente a la presentaci¨®n, el ayuntamiento no dispone de dinero para ello.

Lorenzo D¨ªaz, historiador de la radio, lo muestra como un continuador moderno del Bobby Deglan¨¦ de la SER, criado en esa cultura y en los seriales (tambi¨¦n de la SER) de Matilde, Perico y Periqu¨ªn, con la que se hicieron adictas a la radio generaciones que perviven recordando im¨¢genes que nunca vieron, pues ya se sabe que la radio es s¨®lo palabra, sonido, m¨²sica... La radio es imprescindible, se dice en el documental, "y Luis del Olmo la hizo m¨¢s que imprescindible".

En las palabras finales de la presentaci¨®n Del Olmo volvi¨® a reiterar lo que dice en pantalla: entre las historias de su historia, esa amistad entre competidores (I?aki y Luis) es en s¨ª misma una gran historia de la radio.