El libro teatral toma las tablas
En la ¨²ltima d¨¦cada han nacido casi una decena de editoriales especializadas en dramaturgia contempor¨¢nea
Cuenta el dramaturgo Ignacio del Moral, presidente de la Asociaci¨®n de Autoras y Autores de Teatro (AAT), que cuando ¨¦l empez¨® a escribir, hace cuatro d¨¦cadas, no era f¨¢cil encontrar publicadas en espa?ol las obras m¨¢s recientes. ¡°Desde los a?os cincuenta hasta finales de los setenta editoriales como Escelicer y Losada imprim¨ªan todo lo que se estrenaba: Buero, Sastre, Lorca, Valle-Incl¨¢n¡ Pero en los ochenta estos sellos decayeron y ten¨ªamos que rebuscar en revistas como Primer Acto o Yorick para acceder a lo que se estaba escribiendo en ese momento", recuerda. A principios del siglo XXI, sin contar los grandes cat¨¢logos de cl¨¢sicos, solo hab¨ªa dos sellos especializados en teatro contempor¨¢neo: ?aque (desde 1994) y Fundamentos (que compagina con otros g¨¦neros desde los setenta).
Hoy, el panorama ha cambiado y quiz¨¢ no sea exagerado hablar de un boom. En el Sal¨®n del Libro Teatral celebrado este fin de semana en el teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid (promovido por la AAT) se dieron cita una treintena de expositores entre editoriales, revistas e instituciones que tambi¨¦n publican, como el Centro Dram¨¢tico Nacional o la Sociedad General de Autores (SGAE). A Fundamentos y ?aque se sumaron Artezblai en 2001 y Ant¨ªgona en 2010. Desde entonces no han dejado de aparecer nuevos sellos: Esperpento, Acto Primero, Ediciones Invasoras, Continta Me Tienes, Ediciones Irreverentes y la U?a Rota. Seg¨²n la Federaci¨®n de Gremios de Editores, en 2016 se publicaron 761 t¨ªtulos teatrales, sumando obras literarias y tratados.
?Qu¨¦ ha pasado en la ¨²ltima d¨¦cada? ¡°Cada vez es m¨¢s f¨¢cil la impresi¨®n, puedes hacer tiradas peque?as sin demasiado coste. Y, por otra parte, en este auge tiene mucho que ver el tremendo empuje de la ¨²ltima generaci¨®n de dramaturgos: se han formado juntos en laboratorios y escuelas de arte dram¨¢tico, tienen sentido de comunidad y se mueven mucho¡±, opina Del Moral. Lo mismo piensa Fernando Bercebal, director de ?aque: ¡°Hace 10 a?os, los autores no ten¨ªan perfiles en redes y escrib¨ªan a la espera de que una compa?¨ªa pusiera en pie su obra. Pero hoy, como cualquier artista o profesional de otras ¨¢reas, entienden su perfil como su personal branding [marca personal] e intentan promocionarse utilizando todas las herramientas a su alcance, incluida la edici¨®n de sus textos".
Sobrevuela en general la conciencia de que es necesario editar los textos para fijar el repertorio contempor¨¢neo espa?ol. ¡°Esto es important¨ªsimo. Solo cuando una obra queda impresa puede cobrar vida m¨¢s all¨¢ de su entorno; es decir, puede llegar a conocerse en otros pa¨ªses y en el futuro¡±, comenta Del Moral. Un buen ejemplo es Juan Mayorga, el dramaturgo espa?ol vivo m¨¢s representado hoy en el mundo. ¡°Mis piezas se estrenan con frecuencia en Corea del Sur. ?Por qu¨¦? Porque hay all¨ª un traductor y una editorial comprometidos con mi trabajo¡±, explica Mayorga. ¡°Por otro lado, gracias a las traducciones he podido conocer a autores extranjeros que luego han influido en mi escritura. Por eso es fundamental la publicaci¨®n de los textos¡±, a?ade.
Las tiradas iniciales son bajas, nunca sobrepasan los 500 ejemplares. Alg¨²n t¨ªtulo de Mayorga ha llegado a los 4.000 en pocos meses, pero esto es excepcional. ¡°Se publican muchos t¨ªtulos y eso es bueno para mantener el repertorio. Pero no estoy seguro de que se lea m¨¢s que antes¡±, considera Del Moral. Los nuevos sellos son fr¨¢giles y sobreviven gracias a ¨¦xitos puntuales y a que sus lectores son muy fieles. ¡°No solo compran los profesionales. A muchos espectadores les gusta conservar los textos de los espect¨¢culos que han visto. En nuestro cat¨¢logo hay autores que podr¨ªamos decir que est¨¢n de moda, como Alberto Conejero o Miguel del Arco, que llegan a los 2.000 ejemplares en poco tiempo¡±, asegura Conchita Pi?a, cofundadora de Ant¨ªgona y una de las pocas agentes literarias especializadas en dramaturgos en Espa?a.
Especialmente meritoria es la apuesta de las nuevas editoriales por el teatro m¨¢s perform¨¢tico, en el que el texto est¨¢ muy vinculado a una puesta en escena concreta. ¡°A veces es dif¨ªcil, porque son textos cambiantes, pero tambi¨¦n es importante fijar estas obras para el futuro. Y su lectura puede ser tan satisfactoria como un libro de poes¨ªa¡±, apunta Mario Pedrazuela, editor de La U?a Rota, que publica a dramaturgos de vanguardia como Rodrigo Garc¨ªa, Ang¨¦lica Liddell o Pablo Gisbert.
En los ¨²ltimos a?os tambi¨¦n han cobrado peso las colecciones institucionales. Una que promueve especialmente la creaci¨®n contempor¨¢nea es Escritos en la Escena, que inici¨® el Centro Dram¨¢tico Nacional en 2012. Desde entonces, cada a?o esta instituci¨®n invita a tres dramaturgos emergentes a desarrollar un texto a la vez que su puesta en escena, en colaboraci¨®n con un director y actores, para su inmediata representaci¨®n y publicaci¨®n. El viernes pasado se estren¨® la primera de esta temporada, Juegos para toda la familia, que firma Sergio Mart¨ªnez Vila. As¨ª se escrib¨ªa el teatro en la ¨¦poca de Shakespeare, ni m¨¢s ni menos.
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