La arquitectura que cose el paisaje

Que Alejandro Aravena llevase el vertedero del Garraf a la ¨²ltima Bienal de Arquitectura de Venecia ¡ªde la que es comisario¡ª habla tanto de los valores del Pritzker chileno (audacia, sostenibilidad, responsabilidad) como de hasta d¨®nde est¨¢ llegando la arquitectura en este siglo. Los autores de la reconversi¨®n del vertedero en un parque ¡ªcimentado en la basura saneada y reorganizada¡ª, Enric Batlle y Joan Roig, llevan 36 a?os combinando paisaje y arquitectura para culminar un urbanismo en el que la naturaleza es ¨²til, no solo decorativa, y el individuo es protagonista, frente a los iconos arquitect¨®nicos.

En plena era de la especializaci¨®n, este estudio barcelon¨¦s decidi¨® trabajar en todas las escalas de la construcci¨®n preocup¨¢ndose por todos sus efectos ¡ªel impacto de un edificio en un barrio o el mantenimiento de un parque urbano¡ª. Esa amplitud de miras los ha consolidado como uno de los mayores estudios nacionales ¡ª90 empleados "con contrato"¡ª en un tiempo en el que, nadando entre la emigraci¨®n forzosa y la artesan¨ªa vocacional, buena parte de esta profesi¨®n se plantea qu¨¦ significa ser arquitecto hoy.

El propio Batlle, quien recogi¨® la semana pasada la medalla del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de Espa?a (CSCAE) en la Real Academia de San Fernando, afirma que su estudio es ¡°una versi¨®n contempor¨¢nea del arquitecto antiguo, que huye de la especializaci¨®n para concentrarse en la transversalidad¡±. Esa uni¨®n de las partes es el hilo conductor de muchos de sus proyectos que ¡ªcomo sucede en la Recuperaci¨®n medioambiental del R¨ªo Llobregat, la Urbanizaci¨®n del frente fluvial del Ebro en el recinto de la Expo de 2008, la nueva Terminal de Cruceros del Puerto de Barcelona, el Miniestadi del Bar?a o el Parque de Exposiciones de Toulouse donde trabajan con Rem Koolhaas¡ª cosen el paisaje con las ciudades.

Pero hay algo m¨¢s. Esta filosof¨ªa colaborativa tiene como efecto un funcionamiento empresarial solvente, algo poco frecuente en un ¨¢mbito creativo como el de la arquitectura en el que hablar del precio de los proyectos estaba mal visto hasta hace poco y comentar las dificultades de mantenimiento de un edificio era considerado conversaci¨®n poco elevada. Esa solvencia les ha valido a Batlle i Roig fama de rigurosos. Y les ha permitido consolidar, seg¨²n Roig, ¡°un modelo de arquitecto impermeable a posibles crisis¡±. ?C¨®mo es ese modelo anticrisis? ¡°Duro¡±, responden al un¨ªsono. ¡°Capaz de lidiar con todas las aristas de la arquitectura porque en la ciudad todo, paisaje, urbanismo y arquitectura, est¨¢n conectados, se afectan mutuamente, no pueden considerarse compartimentos estancos¡±. Esa visi¨®n integral es lo que les ha llevado a construir ¡°millones de kil¨®metros de carril bici¡± o a levantar oficinas para el grupo Inditex. Tambi¨¦n a afirmar que los parques del siglo XXI ser¨¢n m¨¢s ¨²tiles que contemplativos.

El otro premiado, el estudio madrile?o de Rafael de La-Hoz, con 80 empleados,?¡°todos en n¨®mina¡±, tambi¨¦n representa un modelo de solvencia y gesti¨®n arquitect¨®nicas. Los autores de las sedes de Telef¨®nica, Repsol y de la Universidad Popular de Alcobendas en Madrid exportan el 40% de cuanto construyen: el Centro de Investigaci¨®n sobre C¨¢ncer en Bogot¨¢, la Torre Rabat en Marruecos, el Hotel NH How en Frankfurt o el rascacielos One Ninety Seven en S¨ªdney. De La- Hoz ha demostrado preocupaci¨®n por la sostenibilidad, capacidad para dialogar con el patrimonio y versatilidad a la hora de combinar esas preocupaciones con el lujo de los pisos del edificio Lagasca 99, en la llamada ¡°manzana de oro madrile?a¡±.

Ambos, De La-Hoz y Batlle i Roig, defienden una arquitectura sin sorpresas que valora el control por encima de la improvisaci¨®n. Tal vez por eso, no tienen inconveniente en contar c¨®mo la crisis del sector los redujo a la mitad (al estudio madrile?o) o a casi un tercio (en el caso del catal¨¢n). En 2014, iniciaron la remontada. ¡°Nuestra receta fue concentrarnos en llevar la arquitectura a ¨¢mbitos a los que los arquitectos hab¨ªan renunciado¡±, apunta Batlle.

A diferencia de otros galardones, estas medallas concedidas por el CSCAE desde 2010 apuntan caminos y, a la vez, sirven de term¨®metro. Rara vez se conceden a arquitectos en activo, m¨¢s bien la recibe qui¨¦n ayuda a la arquitectura: alcaldes, fundaciones, escuelas y, este a?o, dos grandes estudios espa?oles, porque se?alan una v¨ªa para la arquitectura y a la vez un modelo de negocio rentable y responsable.